domingo, diciembre 30, 2007

La llamarada del deber


Comentaba Tones ,en el penúltimo numeraco de Xtreme, que la violencia del Call Of Duty 4 podía ser condenable: se trataba de un juego abiertamente político, agresivo en su contenido. Y es cierto, pero precisamente por eso Call of Duty 4 es mi juego de la saga (¡no he jugado al tercero, lo admito! Pero no es de Infinity Ward, tengo excusa) favorito sin lugar a dudas.

El juego, perfecto para el estreno de mi flamante xbox 360, narra las aventuras de dos soldados Soap y Jackson, que en paralelo se dedican a buscar a supervillanos como Al-Asad y a librar batallas en otros sitios peligrosos como Rusia. En el fondo Call Of Duty 4: Modern Warfare es tan ingenioso en su contenido político que no puede evitar dos cosas: ser políticamente incorrecto y, sobretodo, bordea la ironía por todos los motivos incorrectos. Incluir citas de Sun Tzu, McArthur, Einstein (las habituales para los aficionado) y sumarles las de Colin Powell ya es una pista clara de la agresividad política entendida bajo códigos del sensacionalismo demagógico que practican muchos sectores radiofónicos, de aquí y de allá. ¿El resultado? Diversión de primera categoría.

El problema principal del festival hiperrealista del Call Of Duty 2 (la cumbre de la saga, fuera de dudas, y seguramente con el tiempo, una adquisición imprescindible dada su remasterización alucinógena para la consola de Microsoft) eran sus villanos: la saga se situaba siempre un escalón por debajo de la perversidad que rodea a la muy discutible Salvar al Soldado Ryan. Los nazis fueron, simplemente, unos villanos peligrosos a los que derrocar durante la segunda guerra mundial. Es decir: un planteamiento la mar de clásico para un festival para la vista tan gustoso. Los últimos productos de la ficción de sentido hiper se han marcado un tanto a favor de la ambigüedad de los bandos y hay ejemplos para todos los gustos: desde la rudeza de The Shield (pasando por The Unit) hasta los agentes protectores del mundo de 24, ellos se desnudan ante una cámara temblorosa y nos dejan el mundo más a salvo.

Call Of Duty 4: Modern Warfare es una llamarada ideológica, como pueden serlo las temporadas 3 y 4 de 24. Malvados rusos, malvados árabes, necesitamos a los Ultimates que hagan el trabajo sucio. ¡Al fin un videojuego que retrate, sin apenas pretenderlo, en su caricatura unos villanos y unos héroes prácticamente igualados! Muerto el nazismo, sólo cabe esperar la entrada de la ironía incendiaria porque ya tenemos un fuego intencionado ahí: el jugador más listo podrá matar a todos los peligros del Oriente Medio no sin preguntarse antes si estos son los males que verdaderamente azotan al mundo.

3 comentarios:

Libertino dijo...

tenga cuidado con los perros de la guerra...
Gran juego, uno de mis 5 del año.
Saludos y Feliz Año!

Ryu_gon dijo...

ratifico todo lo comentado. Infinity Ward ha dado en el clavo enmarcando el conflicto bélico en un contexto moderno.

Que después de 4 entregas esta saga todavía levante tanta polvareda sólo quiere decir una cosa; calidad asegurada.

PD: EA, a ver si aprenden un poquito...

Saludos

Libertino dijo...

EA se está colando. No hay ni un solo juegaco que no desprenda tufillo chungo (Fifas, Nbas... hasta en Los Simpson se nota)