martes, agosto 29, 2017


El destino de los pueblos se hace de este modo, dos hombres en habitaciones pequeñas. Olvida las coronaciones, los cónclaves de cardenales, la pompa y los desfiles. Así es como cambia el mundo: la carta que se empuja sobre una mesa, un trazo de pluma que altera la fuerza de una frase, el suspiro de una mujer cuando pasa dejando en el aire un rastro de azahar o agua de rosas; su mano cerrando la cortina del lecho, la discreta visión de piel sobre piel.

Hilary Mantel, En la corte del lobo. Traducción de José Manuel Álvarez Flórez.