jueves, febrero 26, 2009

Una hora de tortas

El Kinki Ahorro está en todas partes: si se bajan un archivo improbable llamado Watchmen (Screener) Spanish xVid se encontrarán con un bucle de una hora (literalmente) de hostias a nuestro consejero particular, Stephen Kinkigard. Una forma absolutamente graciosa de combatir la piratería: con humor esquinado y radical.

martes, febrero 24, 2009

Obramaestra

El arte de la Fuga de Sergio Pitol es un libro formado por un índice sencillo, que incluye Memoria, Escrituras, Lecturas y un Final (una crónica de un viaje a Chiapas). Un libro ejemplar y cercano, mucho menos sencillo que el orden que dispone Pitol para que comprobemos su prosa cercana, sus observaciones siempre pequeñas y sin importancia, pero en el fondo ciertas y cargadas de una interesante perspectiva cultural otorgada quizá por su naturaleza viajera, muy presente en su biografía ya que fue un diplomático y es además un traductor reconocido (entre sus traducciones, me topé con la de La Defensa de Vladimir Nabokov que he leído con gran interés por como Pitol capta a la perfección la experiencia sensorial del ruso). Es inevitable recordar a Pitol cuando dice que uno es los libros que lee, la música que escucha y los cuadros que ha visto. En Chéjov, nuestro contemporáneo se pregunta qué es lo que hace una obra (literaria) ambiciosa, si ya los grandes lo sabían al componerla o al proponerla.

Por eso, querido lector se lo pregunto a usted: qué es una obra maestra. Valen citas literarias, cinéfilas, musicales y todas a la vez con ejemplos concretos queda más bello. La cita de Cocteau no vale.En cuanto el debate se agilize la respuesta que da Pitol y algunos ejemplos prácticos propios válidos para el sí y para el no.

miércoles, febrero 18, 2009

Quién vigila a los blogoesféricos

-Con importantes SPOILERS -



De la mastodóntica campaña de publicidad de la película, tenemos aquí una joyita: la Veidt Corporation diseña en 1977 un delicioso arcade de recreativas titulado Minutemen. Siempre es un placer, como Noel dice en el Focoforo, repartir hostias Alan Moorianas. Yo creo que lo interesante está también en como la realidad alternativa de Watchmen, aquella que implica la victoria en Vietnam, implica un avance mayor en los videojuegos. Como sabrán, a finales de los setenta llegó la edad de Oro de las Recreativas y el Arcade con el auge de las recreativas y el éxito del Pong y Space Invaders en primera línea. El historiador Steven L. Kent fecha la cronología del 78 al 86. El videojuego, con un look más avanzado y coloreado que el de sus contemporáneos en la realidad de entonces, dice que la victoria implica mayor avance tecnológico. En todo caso, la relación entre ejército y videojuegos parece muy actual hoy.

La blogoesfera hispana se ha fijado también en el impacto de las andanzas de Rorsarch et al. En este Stan Lee Presents Watchmen encontramos una relectura absolutamente desarmante del tebeo: Como un hombre sintético creado por estos rayos gamma, me sorprendo confundido por la naturaleza humana o Matar al entrometido era sólo el primer paso para desmantelar S.T.U.N.N.

Por último aquí tienen el texto en castellano que recita el maestro Absence en el vídeo, sacado de L'hora del lector. Y recuerden, a partir del 6 de Marzo todos al rescate.

martes, febrero 17, 2009

El G7 como borrachera portátil


Shoichi Nakagawa es ya el exministro de finanzas japonés. La borrachera global es una de las consecuencias más maravillosas de esta era del YouTube: desde la presentadora de La Sexta hasta Isidoro Armendáriz (ojo a como el político reta a hostias al conductor del programa de radiofónico), la ebriedad es el estado más imprevisible contra la rigidez del plató. En una rueda de prensa, la borrachera se convierte casi en un discurso sobre la falta de agilidad de las preguntas periodísticas o el tedio que estas suponen.

lunes, febrero 16, 2009

El nombre del padre

De la carta del hijo, honorando a su padre con cierta emotividad, se entienden muchas cosas.: que las reconciliaciones familiares gustan en el lugar dónde se ha publicado. Y que el prosista hijo es, además, un señor coherente en dos párrafos como dos soles:

Es por ello que, ante las distintas informaciones y publicaciones de estos días en distintos medios de comunicación, quiero y deseo expresar lo siguiente: mi padre es un hombre de honor, fiel a sus principios religiosos y patrióticos; es coherente y sincero. Es un militar de los pies a la cabeza, consciente de sus responsabilidades, entregado a sus hombres. Es un hombre cumplidor, trabajador hasta el extremo, leal ante el significado de la palabra juramento y fiel al mismo. Es un hombre sereno, sencillo, disciplinado y amante de la verdad. No es violento, ni agresivo. Es templado, sensato, sereno, inteligente y capaz de discernir con coherencia una realidad aparentemente absurda e incoherente como parece que fue el 23F. Es un marido ejemplar. Un padre extraordinario. Un hombre excepcional. Un amigo fiel. Un español honorable y un cristiano sincero y veraz. Mi padre es mi padre. Me duele la falta de información y coherencia. Me duele ver cómo todos aprovechan el «silencio» de un hombre para intentar destruirle... quizá por miedo a su palabra... Me duelen tantos programas y tan poca veracidad...

Quiero a mi padre con
locura. Es por ello que ruego y aliento a todos aquellos que creen en la libertad de expresión, para que sean tan audaces y coherentes como para publicar estas pobres palabras que tan sólo manifiestan los sentimientos de un hijo por su padre.


Aclarar mentiras tan sólo lanzando afirmaciones. Buena táctica, muy política y educada. Eso sí confesarse sentimental es pura poesía. Lo de un golpe de estado es sólo la verdad lateral. La construcción de la carta, con reflexión deleuziana  y todo sobre la coherencia, es maravillosa: la família y el cristianismo son valores escasos. Y la versión del silencio de un hombre, del señor que un día gritó que todo el mundo estuviera quieto... es sencillamente gloriosa. El resto de la carta habla de un enunciado que nunca llega y de unas grandezas que no sé si permanecerán.  Lo mejor es que la España del ni puedo ni debo y mi padre es mi padre sigue viva. 

Cercano al Terror

Cuando mi madre murió de cáncer, me impresionó su falta de alboroto. Me inspiró. El miedo y el terror te hacen menos capaz de hacer cualquier cosa. No puedo pensar en nada que me aterrorice, aunque el diseño de vestuario de la película de Watchmen esté bastante cerca.


Mr. Alan Moore habla también de otras cosas. El arte de la magia, la escritura de su última novela, etcétera. Aquí otra entrevistaca. Y la mítica intereview del documental fundacional The Mindscape of Alan Moore.

Por cierto, ya que cita a Henry James, aquí una excelente biografía.

domingo, febrero 15, 2009

Lecturas para el domingo

La excelente e insuperable Doom Patrol de Grant Morrison (dibujada por Richard Case, entre otros).

Pueden descargarlo aquí haciéndose socios de Vagos.es.

Sino aquí tienen El culto del libro no escrito 1 y 2.

Pueden leer el artículo del Cultura(s) al respecto del maestro Minchinela.

Y pueden completar la noche con Steven Shaviro.

Si les queda aliento para seguir al triumvirato: algo de Foucault.

Cine de guerrilla de posproducción

Encuentro en Boing Boing la delicia del día: Escape From City-17, enmarcada en el universo Half-life y rodada con 500 dólares. Como ejemplo perfecto de las bondades de la posproducción y un (renacido) cine de serie Bé es hasta virtuoso y no difere tanto del espectáculo hipercaro.

viernes, febrero 13, 2009

Explicando la falta de actualizaciones del blog

Un poco, al menos.

El caso es que en Smallsquid me están tratando muy bien, oigan y mucho tiene que ver el Jefe y Leo. Prometo polémicas, reflexiones a vuelapluma y disparates que he leído en algún periódico anglosajón.

jueves, febrero 12, 2009

Killin' Nazis


En unas horas, un breve comentario. Disfruten de esta Gozada.

jueves, febrero 05, 2009

The Furniture

John Updike

To things we are ghosts, soft shapes
in their blindness that push and pull
a warm touch tugging on a stuck drawer,
a face glancing by in a mirror
like a pebble skipeed across a passive pond.

They hear rumors of us, things, in their own rumble,
and notice they are not they were in the last
[century,
and feel, perhaps, themselves lifted by tides
of desire, of coveting, a certain moisture
mildews their surfaces, and they guess that we have
[passed
They decay, of course, but so slowly; a vase
or mug survives, a thousand uses. Our succesive
ownerships slip from them, our fury
flickers at their reveerie's dimmest edge.
Their numb solidity sleeps through our screams

Sobre Superjuegos Xtreme


Nunca estuve interesado en las revistas de videojuegos. Seguramente, leí más en mi preadolescencia Terminal, a los doce años, dada mi única adquisición fuera de los juegos de PC: mi game boy pocket. Leí varios números de Hobby Consolas y recuerdo el entusiasmo hacia los análisis sobre Resident Evil. En cierto sentido, Xtreme no era una revista para mí: nunca eché en falta una opción digna en el periodismo de los videojuegos. Todo lo último que leía con escaso interés me recordaba a la prensa deportiva y a lo peor de la cinematográfica: promoción poco disimulada, análisis digno de ghetto y mucho apoyo mainstream a la compañía dominante.

Internet supuso, entre otras cosas, un escape. Leí con interés Mondo Píxel por pura inercia del Focoblog. Aprendía mucho y el tono general era poco familiar: había un sarcasmo desconocido y un montón de historia a la que, naturalmente, sólo me acercaba de forma lateral en el mejor de los casos. La aparición de Xtreme vino puntuada por el liderazgo de Tones, sumado junto a los viejos redactores de la mítica y olvidada Superjuegos, y la incorporación de firmas que me resultaron familiares, habituales en mis lecturas: La Petite Claudine, Nacho Vigalondo.

Hablando con Salanova, encontré la clave de Xtreme, el motivo de su importancia: la de crear un público que se mueve siempre en un peligroso No Lugar/Nada Absoluta/ NINGUNA PARTE (porque ha dejado de leer prensa y se ve renacido y con voz propia en la blogoesfera). Los videojuegos, igual que en su momento el cine fantástico de los ochenta de serie B o el tebeo, son un hábito juvenil y ciertamente pajero. Es justo que el referente de Xtreme sea Fantastic Magazine, que tenía una pequeña y precoz sección de videojuegos: la juventud consumidora de cine fantástico de los Ochenta no era consciente de la magnitud e intencionalidad (en algunos casos más allá de lo explícito) de algunos de sus santos, sean Raimi, Landis, Dante o Cronenberg. Xtreme no ha tenido miedo en llevar algunos de esos conceptos a los videojuegos o incluso de inventarlos: la relación íntima entre la subcultura de explotación y los videojuegos existe, y lo que ello significa es, por decirlo de algún modo, la síntesis de Lo Molón. Dudo mucho que antes hubiera una prensa valiente para señalarlo, pero, además, tan inteligente para argumentarlo. Así es como el público de Xtreme nace: viéndose conectado a una mirada transversal y ágil, siempre en compromiso con el lenguaje y la renovación crítica en su mejor forma, es decir, aquella que le indica o le sugiere caminos de interpretación.

Fantastic Magazine fue en su cierre una desgracia cuya mayor virtud fue prolongarse en su dispersión. Jesús Palacios escribió los Goremanía que cambiaron mucho a una generación, y Jordi Costa llevó su discurso a un ensayo gozoso como Historia del cine de ciencia ficción vol. 1, desgraciadamente inconcluso.

Dentro de la catástrofe que supone prescindir de una revista tan didáctica y revolucionaria, hay una buena noticia: que esta ha servido para generar la colección de ensayos radicales y eclécticos que llevan el nombre, fundacional, de Mondo Píxel. Es ese el gran trabajo pendiente de Tones y algunos de los extremos, el de mantener el nivel de su primer volumen y gozar de un espacio de libertad distinto al de la prensa mensual. Unos ensayos más novedosos, también pioneros, con una conversación cultural más prolongable, sin el peso de la actualidad encima.

Marzo, 1985

La experiencia de la hemeroteca de La Vanguardia es impagable, aquí unos ejemplos maravillosos:

"Emanuelle 4 en 3 Dimensiones: ¡Usted creerá que está en medio de la acción!"

"Van un socialista, un policía y un ultra…."

Y por supuesto, un consejo de Borges.

miércoles, febrero 04, 2009

Una verdad a 39 fuckings por segundo


Desternillante el asunto Bale: me entero en casa heladera de su pataleta en medio del set de Terminator 4. La red, implacable, le ha convertido ya en objeto de culto. El asunto es el siguiente: durante el rodaje de una toma, el director de fotografía camina. Bale se enfada porque eso le desconcentra y se dedica a amenazarle verbalmente durante cuatro minutos de antología cómica que dejan claro que Bale es un actor intenso y en su vida privada tiene una cierta propensión al griterío insensato.

Lo sorprendente del asunto es que en pleno siglo XXI y era de la información, todavía encuentre un imbécil defensores. Bale, exclente intérprete, se comporta en una situación que en cualquier sociedad civilizada sería despedido. Hollywood tiene otras normas, tiende a pensar el ciudadano con voz de serie negra. Resulta terrorífico (y tristemente divertido) ver la complicidad de los estudios ante esta humillación de un trabajador por un error que debería resolverse, en teoría, educadamente y cuyas actitudes siempre son sancionadas en cualquier empleo . Y más en tiempos wyomingescos. Veremos con qué encantador eufemismo brindan la película McG y la gente de Warner Bros. Resulta improcedente y denigrante que una sociedad democrática, en teoría Estados Unidos, permita, con pruebas sonoras, vejaciones a sus trabajadores.

lunes, febrero 02, 2009


¿De qué película española se trata?

Respuesta: Solas, El Bola, Barrio, Princesas, El truco del manco, etc.

domingo, febrero 01, 2009

Los superpoderes en los tiempos del Emo

No resulta nada difícil comprender el éxito de The Umbrella Academy, aplaudida por algunos de mis críticos favoritos: la ya de por sí sencilla concepción del mutante como incomprendido de los fundacionales X-men reimprimida en los tiempos (y la sensibilidad) emos son, poco menos, que un acierto. La incomprensión mutante se tiñe a la perfección al trazo pseudogótico de su guionista, Gerard Way el cantante de My Chemical Romance.

El tebeo en sí es cool por naturaleza. Tiene un prólogo de Grant Morrison y ninguna de sus ideas es nueva: se sueña una mezcla perfecta de Alan Moore y el mismo papá Morrison (una mezcla perfecta de superhéroes melancólicos, fantasía steampunk y excentricidad a gran escala) dibujada por Mike Mignola, aplaudido por Moore. Naturalmente Way no es Moore, ni Gabriel Bá recoge el testigo de Mignola.

Uno sonríe ante el entretenimiento seguro y fugaz que proporciona esta serie: avanza deprisa y su superhéroe con traje de gorila es una imagen notable. Sin embargo, cabe aclarar que la degradación y la boutade son juegos de doble rasero: decía Rosenbaum en su crítica de Pulp Fiction que vivíamos en tiempos posmodernos, porque Camille Paglia era la "nueva Sontag" y Tarantino "el nuevo Godard", pero sólo uno de los dos podía ser consecuente con eso. Como Rosenbaum, me parece lamentable que ya no haya, sin más, artistas nuevos capaces de la ruptura de los anteriores o de al menos una calidad parecida.

Way se encomienda a dos referentes que le vienen grandes. Su historia no tiene la perspectiva cultural que tenía Los Invisibles, capaz de enterrar y diagnosticar toda una sociedad mediática, o el discurso de La liga de los hombres extraordinarios. Morrison, siempre buscando la eterna juventud, se apunta a la boutade en su prólogo, pero sus ideas son recicladas, nunca replanteadas. No es posmodernidad, es un ejercicio mimético, divertido y eso muy cool: cualquiera que haya leído Watchmen o Doom Patrol puede divertirse comprobando calcos y los amantes del steampunk pueden encontrar aquí un filón relativamente simpático. Pero, donde hay un acierto (el zombie Eiffel, un mono) hay un error de igual magnitud (la repetición estilística entendida como estética general, el, en general, alargamiento innecesario de muchas escenas, incluida la del cementerio).

El final culmina esta línea, con la venganza del personaje ordinario convertido en blanca violinista que toca a Stravinski. En esta historia, en el fondo, lo que menos importa es el Apocalipsis del que vienen a salvarnos los superhéroes e importa más su detallismo referencial, en el fondo inútil y demasiado "gracioso", que su capacidad narrativa o su poder de evocación. Way ha anunciado un volumen dos visto el éxito: muchas cosas pueden ser discutidas en The Umbrella Academy, la más clara el no estar a la altura de esos referentes a los que se encomienda irresponsablemente, pero es obvio que ha conectado con una forma de ver los superhéroes.

El conejo afortunado


Se sabe que Updike dijo que Corre Conejo (Rabbit Run), para mí una de sus mejores obras, tanto por separado como integrada en la grandiosa saga de Angstrom, era una respuesta a On the Road de Jack Kerouac. Entiendo perfectamente a que se refería: la postura de Kerouac, que siempre fue peor escritor que Ginsberg y Burroughs, era la de la rebeldía, el grito juvenil, el lanzarse a la carretera a la nueva aventura. La ficción de Kerouac respira esa ingenuidad y casi todos los lectores la disfrutan como aventura, como historia inolvidable: Dean Moriarty es para su narrador su condcutor de una etapa única en su vida. Updike cree que hay algo terrible, que la ficción debe responder no sólo ante los sueños sino también el dolor, ante el fracaso.

Uno de los motivos por los que siento devoción por el debut de Updike es por su dominio de recursos, por su experimentalismo, ya sea narrativo o puramente estilístico. Empieza su narración con una narración casi en elipsis, típicamente americana y entrecortada:

Boys are playing basketball around a telephone pole with a backboard bolted to it. Legs, shouts.

Sigue con una descripción inmensamente sensorial:

The scrape and snap of Keds on loose alley pebbles seems to catapult their voices high into the moist March air blue above the wires.

Por un lado tenemos la musicalidad, solo apreciable en inglés. Por el otro el contraste de la fugacidad de la escena con su morosidad descriptiva "los ruidos secos de las suelas de goma y de la gravill arrastrada parecen catapultar sus voces hasta el húmedo marzo, azul por encima de los cables". Creo que el "azul por encima de los cables" es lo que condena, en cierta medida, el éxito de la frase. Pero lo condena a su grandeza. Las voces ya "se catapultaban", pero pocos escritores se atreven a llevarnos a un nivel tan básico y detallado de lo cotidiano: "azul por encima de los cables". Se refiere siempre a un día, a un momento.

A esto se le suma un párrafo también contundente, muchísimo, ligado sólo a lo que sienten sus personajes, sin intervención del narrador.

His standing there makes the real boys feel strange. Eyeballs slide. They're doing this for themselves, not as a show for some adult walking around town in a double—breasted cocoa suit. It seems funny to them, an adult walking up the alley at all. Where's his car? The cigarette makes it more sinister still. Is this one of those going to offer them cigarettes or money to go out in back of the ice plant with him? They've heard of such things but are not too frightened; there are six of them and one of him.

Esa tensión interna se repite más adelante, con el mismo éxito, demostrando que Updike, en sus mejores momentos, no era simplemente un hombre repetitivo, como se defenestró su imagen por sus últmas novelas, sino un creador en estado puro:

They go to the cemetery. He and his father and Janice's father and the undertaker's man carry the white box to the hearse. There is weight to it but the weight is all wood. They get into their cars and drive through the streets uphill. The town hushes around them; a woman comes out on her porch with a basket of wash and waits there, a small boy stops himself in the middle of throwing a ball to watch them pass.

Pocas descripciones más conmovedoras sobre la muerte ("Pesa, pero todo el peso es de la madera). En castellano, de nuevo, inapreciable, pese a que Updike ha tenido grandes traductores, como Jaime Zulaika o la misma primera edición de Corre Conejo (Seix Barral, Barcelona, 1960) estaba bien traducida por Enriqeu Hengewicz. Hay un juego con las esés y el sh propia del silencio, propio del clima "(the town hushes; basket of wash; pass, the white box to the hearse) y porque Updike escoge siempre un verbo cuyo significado está más íntimamente ligado con el silencio que con el más habitual to be quiet.