La estructura de cada episodio consiste en un breve teaser en el que Bats y un invitado especial vencen a un par de villanos invitados más y un episodio completo con misterio a resolver y más tortazos. Mi episodio favorito es, descaradamente, el quince, titulado (¿adivinan?) Trials of the Demon!, que pueden ver aquí si no hacen mucho ruido. No es que tenga un prólogo espectacular donde se devuelve a su grado de molonidad al maravilloso Jay Garrick, el Flash de la Edad de Oro, sino que se sintetiza el estilo de la serie: tollinas y chistes, a cada cual más ingenioso e intertextual. Es cierto que resulta evidente que todos los secundarios aportan humor, pero no debería descartarse la posibilidad jugosa de que cada superhéroe sentencie los episodios con un chiste a costa de su superpoder.
El resto del episodio es la delicia máxima: Jason Blood, alias Demon o Etrigan, es investigado en pleno siglo XIX acusado de unos crímenes casi vampíricos. Sherlock Holmes y el Dr. Watson investigan el caso (tal como lo oyen, oiga) y pronto Holmes da con la clave: Etrigan trataba de teletransportar a Batman, demasiado ocupado combatiendo a un supervillano lanzapinturas. Lo mejor lo dan Holmes y Batman reconociéndose como iconos: mientras el primero adivina la condición heroica del segundo por "esa atrevida mezcla de amarillos y grises y azules" a Bats le basta saber quien es Holmes por el "sombrero". Mayor comentario sobre Lo Icónico no van a encontrar.
Si les digo que el villano es Gentleman Ghost se hacen una idea de qué clase de serie es esta: una no ya necesaria en tiempos de querer despojar al superhéroe de sus códigos naturales sino que oxigenadora, ya que rescata toda la tradición riquísima y llena de hallazgos de DC y la reconvierte en cápsulas de aventuras infantiles bien entendidas. Como debe ser. En todo caso, en el resto de episodios Plastic Man, Booster Gold, Guy Gardner y Question, entre otros, ejercen de comparsas de Batman y se enfrentan a villanos deliciosos. Seguramente la tendencia chiflada de los guionistas a sacar villanos de Flash, y entre ellos figura Gorilla Grodd, es la virtud incontestable de esta serie que hace de la tradición un arma para sofisticar la imaginería pop y los diálogos inmediatos que la llenan.
2 comentarios:
Hola,
no sé si conoces la obra "Desprendimiento de Batman", de Fernando Bellver.
Me ha parecido muy apropiada para este post. O simplemente sucede que recién esta noche me acordé y la estaba viendo de nuevo.
En fin, por si te interesa.
Aquí:
http://www.fernandobellver.com/gallery1.htm
Un saludo.
J. S. de Montfort
Vaya, que está bien interesante esto. Igual ya lo reposteé en emi blog, porque esta serie está rebuena y retrotrae a su vez a lo mejor de la Charlton, ¿que no? Como que los homenajes están a la hora del día...
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