martes, noviembre 17, 2009

Un canon alternativo para los Simpson tardíos

Caso:

El ya asentadísimo mantra de no molan como antes que ha dejado a The Simpsons un poco más descuidados de interpretaciones agudas. Ojo: es un mantra fundamentado. Creo que esta serie es pura posmodernidad y como tal funciona perfectamente desde su inicio, 1989, hasta 2001 en los que su agilidad es cuasi incontestable. Con la multiplicación de pantallas la serie fuerza parecerse demasiado a Family Guy, siendo la influencia dominante incluso en las últimas temporadas, aún cuando la serie de Groening no es solamente anterior, sino que adelanta y prefigura de un modo personalísimo elementos que luego se reducirán o amplificarán en la de Seth McFarlane. Tampoco se adapta bien y pretendiendo ser imprevisible, deja de lado su modelo de sátira social que les sirvió para convertirse en una narrativa ambiciosísima y única, capaz de adquirir una autonomía propia, una realidad más allá de sus objetos de burla.

Tampoco ayudan, en su intento desesperado por seguir la realidad, los obligados cameos de famosos de turno que fuerzan el tema del episodio y parecen erosionar su agudeza. Lo incompleto de su esperadísima película también parecen ser signos claros de su segundo grado, además de la agilidad renovada de las últimas temporadas de South Park y la esperada resurrección de Futurama, serie con la que Groening multiplicó, si cabe, todos sus aciertos y que en sus cuatro encarnaciones directas a DVD ha tenido una irreprochable: Bender's Big Score. Sus prometedoras apuestas no siempre han funcionado. El último ejemplo está en Homer The Whopper, el esperado capítulo escrito por Seth Rogen, que, con un excelente inicio, tiene todos los errores que se generalizan a toda la recaída: gran concepto, muchos chistes cómplices, secundarios descacharrantes, incapacidad para cerrar bien los hilos narrativos.

Diagnóstico:

Elaborar un canon y mantenerse incondicional, contra todo escepticismo, porque hay más gemas de lo que parece. Propongo empezar un canon en marcha con todas vuestras aportaciones. Aquí están mis episodios favoritos

The Seemingly Never Ending Story.

(Episodio 13, Temporada 17)

Un episodio justamente premiado con un Emmy y raro porque se trata de un experimento metanarrativo casi tan agotador como el que David Foster Wallace hizo a costa de John Barth, una narración dispuesta a convertirse en su propio agotamiento y hacer de ello su misma lógica y razón de ser. El uso de los finales es descacharrante. El beso final es, quizá, el uso, siempre irregular, de humor absurdo más divertido de toda la serie.

Jazzy and the Pussycats.

(Episodio 2 de la temporada 18)

Muerto Murphy Encías Sangrantes, el jazzman de la serie, parecía poco probable recuperar esta subtrama sin recurrir al flashback. La excusa del episodio (la hiperactividad de Bart) funciona perfectamente como metáfora de jazz: una forma de canalizar la energía a través de la improvisación y el ritmo. Y, por supuesto, con una coda a costa de los White Stripes incluída.

Treehouse of Horror XVII

(Cuarto de la temporada 18)

Un especial de Hallowen en su mejor forma.: Además de empezar con dos desternillantes spoofs de The Blob y el mito del Golem que conectan perfectamente con los rasgos básicos de su mitología (desde la pasión de la serie por reeditar en clave de furia doméstica clásicos del horror hasta parodias que se dirían uniones naturales, como la del Golem perfecta prolongación de episodios como el del Padre de Krusty) es la historia final la mejor de ellas, The Day the Earth Looked Stupid, una sátira que propone explicar la Guerra de los Mundos radiofónica y la estafa de Orson Welles que causó el pánico por el país al ritmo de Billie Holiday.

The Simpsons S18E14 Dark Stanley intro from Ingo Hop. on Vimeo.


Yokel Chords

(Episodio 14, temporada 18)

Ejemplar capítulo, con una micronarración cosida a gloria de Edward Gorey y una estupenda sátira de los procedimientos de la psquiatría infantil. Un capítulo completísimo, con una idea (la psquiatra que necesita a otro) digna de cuento de Woody Allen y un diálogo memorable (Krusty atribuyendo a Stephen "Sweeney Todd" Sondheim la autoría de Cats) y un codazo tronchante con Lisa llevando a los hijos rednecks de Cletus a ver Un Perro Andaluz (¡Risas pretenciosas en retrospectivas de Buñuel!) en un memorable número musical que nos invita a comparar a Jim Carrey con Darío Fo.

That 90's Show

(Episodio 11, temporada 19)

Un episodio autorreferencial que continua la broma de la falsa continuidad conceptual de la serie, así siendo otro más en el que la juventud de los protagonistas transcurre en una década distinta. Sin embargo es el perfecto antídoto contra la sensación anacrónica que tanto asalta a la serie las últimas temporadas: el modo de concebir la década de los noventa es distanciado, pero también profundo ya que la serie forma parte de ese zeitgeist.

Treehouse of Horror XX:

(Episodio XX, Temporada 21)

Aunque el segmento dedicado a Hitchcock sea estimable (tomando las codas visuales y usando como modelo a Extraños en un tren, un film mucho menos obvio que Psicosis, Vértigo o Los Pájaros), el triunfo está la divertida parodia de 28 días después y, sobretodo, en el homenaje a la versión teatral de Sweeney Todd protagonizado por Moe y amplificado por las ansias metalingüísticas de situar la narración en el teatro. De nuevo, otro guión de Chun que triunfa en el canon simpsoniano.

3 comentarios:

Yanco dijo...

Que digo yo que o Los Simpson o The Simpsons, pero ni Los Simpsons ni The Simpson.

El Miope Muñoz dijo...

Corregío. ¡GRACIAS!

elpablo dijo...

corresta selecsión, alvy. la intro goreyana esa es una delisia...
de todas maneras, la pregunta creo que queda sin respuesta. o sea, por qué? qué coño ha pasao en gracie films?