También hay una escena muy parecida a la del final de La guerra de los simios. Aquella en la que Cobb encuentra su ciudad onírica en ruinas e invadida por el mar.
"If a man could pass through Paradise in a dream, and have a flower presented to him as a pledge that his soul had really been there, and if he found that flower in his hand when he awake — Aye, what then?" (Coleridge, Anima Poetæ).
Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo: -¿Cuánto tiempo has estado aquí? -Un día o parte de un día, respondió. (Alcorán, II, 261).
"El hombre, un día, emergió del sueño como de un desierto viscoso, miró la vana luz de la tarde que al pronto confundió con la aurora y comprendió que no había soñado […] En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó." (J.L.B., Las ruinas circulares).
Al ver este objeto en la película, en seguida pensé en aquel cono "de metal reluciente del diámetro de un dado" que aparce al final de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius". Y aún con Borges: "Comprendí que estaba soñando; con un vasto esfuerzo me desperté. El despertar fue inútil; la innumerable arena me sofocaba. Alguien me dijo: No has despertado a la vigília, sino a un sueño anterior. Ese sueño está dentro de otro, y así hasta lo infinito, que es el número de los granos de arena". (La escritura del dios, El Aleph)
qué más quisiera el pobre Nolan. y eso que tito Scott tampoco es santo de mi devoción, pero creo que habría sido capaz de darse cuenta del potencial de que el objeto que le da conciencia a un hombre sea el mismo que le daba conciencia a su mujer. Marienbad, creo que era el buenazo de Sergi Sánchez el que lo apuntaba. siempre habla de Marienbad, así que será él.
10 comentarios:
Bien visto!
Brillante.
bien hallado
También hay una escena muy parecida a la del final de La guerra de los simios. Aquella en la que Cobb encuentra su ciudad onírica en ruinas e invadida por el mar.
Y Cobb y Ariadna pasean soñando por el mismo lugar por donde paseaban Brando y Schneider en El último tango.
La ansiedad vía Borges:
"If a man could pass through Paradise in a dream, and have a flower presented to him as a pledge that his soul had really been there, and if he found that flower in his hand when he awake — Aye, what then?" (Coleridge, Anima Poetæ).
Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo:
-¿Cuánto tiempo has estado aquí?
-Un día o parte de un día, respondió. (Alcorán, II, 261).
"El hombre, un día, emergió del sueño como de un desierto viscoso, miró la vana luz de la tarde que al pronto confundió con la aurora y comprendió que no había soñado […] En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó." (J.L.B., Las ruinas circulares).
Al ver este objeto en la película, en seguida pensé en aquel cono "de metal reluciente del diámetro de un dado" que aparce al final de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius".
Y aún con Borges: "Comprendí que estaba soñando; con un vasto esfuerzo me desperté. El despertar fue inútil; la innumerable arena me sofocaba. Alguien me dijo: No has despertado a la vigília, sino a un sueño anterior. Ese sueño está dentro de otro, y así hasta lo infinito, que es el número de los granos de arena". (La escritura del dios, El Aleph)
Menard.
Alvy, ¿habrá comentario para Inception? Dime que sí!
Esta semana la reviso y hago crítica larrrrrga.
qué más quisiera el pobre Nolan. y eso que tito Scott tampoco es santo de mi devoción, pero creo que habría sido capaz de darse cuenta del potencial de que el objeto que le da conciencia a un hombre sea el mismo que le daba conciencia a su mujer. Marienbad, creo que era el buenazo de Sergi Sánchez el que lo apuntaba. siempre habla de Marienbad, así que será él.
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