
Admitámoslo: la nueva lista de Granta apesta. ¿Siempre dando en el clavo? Lo dudo muchísimo: si Jonathan Safran Foer y Nicole Krauss son los imprescindibles de esta generación lo llevamos crudo. Crudísimo, diría yo.
Porqué ya vale el austerismo. La doctrina idiotizante y sentimentalizada de la literatura que confunde a los que leen emoción. Ya vale. La historia del amor de la señorita Krauss es una novela interminable, que basa todo su atractivo en una construcción del personaje harto tópica y conmovedora. Y me deja dudas: ¿también escribió Krauss esa otra cosa llamada Brooklyn Follies?
Sobre Jonathan Safran Foer..... Prueben y lean Tan fuerte, tan cerca uno de los libros más deprimentes de la literatura de vanguardia. Deprimente de lo malo. Como dice Gerard, malo con egoísmo. Con avaricia.
Granta huele a naftalina. Está caduca, malgastada, anacrónica y sobretodo mercantilizada. No les quedan opciones de valentía ni se molestan en ocultarlos: continuan con los best sellers de prestigios. Papá Auster ya ha tenido primogénitos y asustan muchísimo. Con similares aires de calité. Basta ya de realismo mágico señores, que es polvo de libro huérfano en diez años. Paren con el rollo de brujas, sentimientos y emotividad o al menos sean justos: no tengan la desfachatez de convertir en literatura cualquier sucedáneo neoyorquino de la vergonzosa Anatomía de Grey. La única diferencia moral está en el tratamiento de la crítica.