Balas sobre Broadway.
(Bullets over Broadway, 1994).
D.: Woody Allen.
G.: Woody Allen y Douglas McGrath.
I.: John Cusack, Chazz Palminteri, Dianne Wiest, Rob Reiner, Harvey Fierstein, Jim Broadbent, Jennifer Tilly, Mary-Louise Parker, Jack Warden, Tracey Ullman, Joe Viterelli, Debi Mazar.
Duración.: 94 minutos. Color.
Se abre el telón. Los locos años 20, en la Gran Manzana, David Shayne, dramaturgo aficionado a charlar con sus amigos intelectuales en cafés del Greenwich Village, tiene una nueva obra teatral que está dispuesto a dirigir y estrenar. Julian Marx, encuentra un productor un tanto peculiar. Un gángster llamado Nick Valenti, que impone a su novia, Olive, en el reparto. Para cuidar de Olive, en los ensayos, Nick asigna de guardaespaldas a Cheech, un rudo y duro tipo. Y la función va a ser completamente imprevisible.
Con esta magnífica historia que hubiese encantado tanto a Mankiewicz como a Wilder, Woody Allen teje una de sus mas ejemplares comedias, una exquisita obra maestra, donde todos brillan por su propia luz, en Broadway. Con un guión magnífico, cargado de unos diálogos divertídisimos e inteligentísimos, lleno de collejas tanto para él (David Shayne no deja de ser un trasunto del tipico alter-ego alleniano) como para un sistema, donde los productores siempre se imponen al creador (la colleja definitiva llegaría en Un final made in Hollywood), lo que Woody propone es una genial reflexión sobre el arte y el artista.
Sobre este tema gira esta comedia, que no por ello, pierde ritmo ni garantía de diversión. Narrada con el habitual tempo alleniano, y perfectamente ambientada en los años 20, cada uno de los personajes es divertídisimos, y es otra de esas obras maestras de Allen (como La rosa purpua del Cairo) que mas gusta a los que no siguen su cinematografía, e incluso, que mas encanta (sorprendentemente) a los que son sus detractores. Quiza sea por su estupendo elenco de actores, desde un divertídisimo John Cusack hasta los descomunales Chazz Palminteri o Dianne Wiest. Como siempre bajo la batuta de Allen, todos lo bordan.
Y con motivo, ya que una comedia dotada de esta exquisitez es díficil que disgute a los cinéfilos. El humor como siempre agudo e inteligente. Pero ahi viene lo mejor, el tema que trata y como lo trata. Lo que le preocupa a Allen, es el artista y su arte. Esta filosofía viene introducida por el personaje tan pretenciosillo que perfectamente encarna Rob Reiner, llamado Sheldon Flender, segun él el artista se crea su propio universo moral, e impone el arte a la vida.
David Shayne, el protagonista, esta en busqueda continuada de ser un artista. Shayne además se sentirá atraído por la actriz Helen Sinclair (una magnífica Dianne Wiest encarnando a un divertídisimo personaje que tiene remedos de la Gloria Swanson del Crepúsculo de los Dioses) pero solo porque esta es una gran actriz, porque como vemos, interpreta incluso en su vida cotidiana. Eso es lo que le atrae.
Shayne además descubre que es un artista, y que significa el arte. En el magnífico final, Allen que aunque en tono de comedia, teje un film que en tono serio podría haberse anclado en la línea de Septiembre, Otra Mujer o Interiores, dos protagonistas mueren por el arte. No los revelaremos, pero uno muere por considerar el arte como fama y gloria. Y el otro porque es un verdadero artista, el único creador, dispuesto a darlo todo (matar y morir) por su obra.
Y se cierra el telón. Ante nuestros ojos ha pasado una obra maestra, que demuestra que Woody Allen aunque tenga algun que otro bache, es cada año mas sabio. Y que su talento, no mengua.
Puntuación.: 10.
1 comentario:
gran peli, sí señor.
woody allen for president.
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