Esta mañana Ángel Sala ha presentado ante la prensa el cartel del venidero festival de Sitges. Y se ha marcado un doble tanto: primero, conservar interés tras una de las mejores ediciones que recuerdo en mucho tiempo (la 2007 que reunió Grindhouse, Glory to the Filmmaker de Kitano, el Halloween de Rob Zombie, lo último de Tarsem Singh y la cantera de cine patrio más jugosa, con Balagueró, Plaza, López Gallego y Vigalondo sorprendiendo y maravillando) y segundo, buscar un eclecticismo jugoso antes que un cartel fácilmente impresionable. Pienso en Cannes y sus habituales pases entregados a la industria del hype, este año con Indiana Jones a la cabeza.
El fantástico actual parece estar compuesto de voces muy propias, o esa impresión da cuando las estrellas de un cartel son Synecdoche New York, el debut de Charlie Kaufmann, la desconcertante Blindness y lo último de Takashi Miike encabezan lo más sabroso de esta edición. La película estrella, destinada a los listos se divide en dos: la citada opera rock de Darren Lynn Bousmann y el JVCD que tanto esperamos todos. A ello hay que sumarle las reposiciones, todas ellas con un acento de sci-fi metafísico: 2001, Solaris, The man who fell to Earth, El Planeta de los Simios, Planeta Prohibido….
(Texto para ochoymedio.info)
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