En uno de los momentos más memorables de Homo Sampler, Eloy Fernández Porta convierte Babel en el producto de moda en medio de un sms lleno de amor taciturno. Seguramente si existiera el subgénero del Mondo, sería justamente lo que hace Fernández Porta en ese momento: ser testigo del nacimiento de un nuevo primitivismo en la, presuntamente, muy avanzada y racional era post-industrial.
Podríamos definir Homo Sampler como un ensayo preocupado, de verdad, por el Hombre Contemporáneo. Las preguntas que se hace así lo indican. Si el humanista parece ser un hombre feliz en una Colina desde la que recitar, entre otras cosas, la Maldad de los Videojuegos, Fernández Porta parece más ocupado en demostrar que en el Strash System no media, a veces, otra cosa que la jerarquía: resulta fundamental leer como entre West, Fitzgerald y Boris Izaguirre sólo media Lana Turner.
Afterpop supuso, por encima de todo y aquí está la prueba, un explosivo que combinaba estallar. En este caso era una bomba lingüística y contextual para iniciar una investigación que llega aquí a su culmen/crimen. Porque Homo Sampler es una anatomía del hombre contemporáneo, empezando por su cerebro/actitud (el UrPop, el apartado más voluntariosamente ambiguo planteará debates acerca de cual es la postura de Fernández Porta, aunque me temo que ha querido reservar la respuesta para más adelante, pese a que ello fuerze un resultado desigual), su visión/percepción temporal y, finalmente su gusto/clase.
Es en este apartado central donde el libro brilla, sobretodo en su inicio, Swatchmen, en el que hila la publicidad de la marca de relojes, la obra maestra de Alan Moore y Dave Gibbons y un poema de Peter Handke. Sumo a la lista de referencias la maravillosa The Hudsucker Proxy, de la que señala Fernando De Felipe su paralelismo con Watchmen ya que "presente y futuro se mezclarán en caprichoso bucle, anulándose al tiempo que posibilitando ese eterno retorno a un pasado que, curiosa coincidencia, comienza (fílmicamente) en el mismo segundo en que el viejo año muere ante nuestros ojos" (Joel y Ethan Coen: El Cine Siamés, Ed. Glenat, Barcelona 1999, p. 383).
Decía Borges que la historia universal es la historia de unas cuantas metáforas, tal vez muchas de ellas estén contenidas y explicadas en este libro: "quien compra iconos sueña comunidades" (p. 20), "de lo más abyecto surge, pues, lo más selecto" (p. 278) o "Milá como lesbiana agresiva, Carlos Navarro como macho man 1.0" (p. 295).
Así que el 6 de Noviembre a darlo todo y a añadirse a las observaciones del primero que lo leyó.
10 comentarios:
No he leído todavía Homo Sampler, pero tras leer tu post me han entrado unas ganas terribles de hacerlo. Así que pronto me pondré a ello.
Bien, ya tengo algo que pedirme para mi cumple.
Gracias.
Sabes, el otro jour me puse la cabeza loca con le tigre. Con ellos no me duermo en el Cercanias.
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Mañana está en las librerías, ¿no?
Por cierto, ¿Eloy Fernández Porta no tiene blog?
Que alguien le anime a escribir uno pero ya!
"Quien compra iconos sueña comunidades".
Joder, qué ganas le tengo. ¡Papá Pitufooorll!
Lo tengo apuntado en mis próximos.
Fernando de Felipe, ¿es el mismo dibujante de los 80 u otra persona?
Por cierto, dejemé recomendarle un libro que va por los miosmo derroteros y en fantástico y clarividente: Las reglas del caos, apuntes para una antropología del mercado de Santiago Alba Rico
El mismito. Tomo nota Estrellita, MUCHAS GRACIAS!!!!!!!!!!!!
ay Dios. sobretodo sobre todo. sobretodo. sabelotodo. ay, ay, así vamos que el ciego es el rey,
El libro, es cojonudo, pero ojo. No es fácil, que nadie lo compre para epatar delante de sus amigos cool, porque se hará un lió. que nadie lo use como libro de cabecera porque no lo es. Es diferente, es otra cosa
A ver: es un libro estimulante y con desparpajo, pero tiene muchas ocurrencias "(post)modelnas" que no desarrolla ni demuestra, sino que solo "samplea", claro.
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