viernes, marzo 19, 2010


“El pop es muy difícil. El pop tiene una personalidad más allá del disco en que está la canción o del colectivo que la graba o compone.”

Esto sentencia Damon Albarn en la entrevista que le hace Pablo Gil y que se puede leer en el recomendable El Pop Después del fin del pop (Ed. RDL, 2004) que sirve como perfecta guía para comprender los noventa y la música pop contemporánea (o así). Absolutamente de acuerdo con Noel respecto al último disco de Gorillaz, el proyecto que une el talento compositivo de Albarn con la imaginería de Jaime Hewlett. Escuchando On Melancholy Hill uno siente que está ante una pieza de orferbrería pop (que se completa con Broke y To Binge, perfectas baladas weirdy en la onda del sonido iconoclasta y lleno de colaboraciones del disco) y la mezcla entre identidad y discurso evocativo con el poder difícil del que habla Albarn es palpable (Lo importante es crear clásicos no singles de la semana, asegura significativamente en la entrevista). Una gozada.

4 comentarios:

Ubeinn dijo...

Personalmente creo que los Gorillaz ya no están en lo que se diría el terreno pop (¿son indie? ¿son post-brit-pop? ¿son rock progresivo? whatever). En cualquier caso, su música va más allá del pop en tanto que tiene, como Ud. dice algo de clásico, porque el pop no crea clásicos, crea productos, con un ciclo de vida determinado y destinados a perecer... Ya veremos quién se acuerda de El Canto del Loco o cualquier otro subproducto de estos en veinte años.

Otro indicio claro de que ya han dejado el pop atrás es que sale Bruce Willis en su videoclip (la calba más awesomizante de Hollywood)y que puedo escucharlos sin que me salgan sarpullidos.

En fin, Gorillaz molan. ¿Conoces The Good, The Bad and The Queen? Es otro proyecto tremendo de Albarn.

El Miope Muñoz dijo...

No, no.: usted habla de la música pop española en un contexto determinado (el canto del loco) no de la música pop que a mi me interesa (pongamos The Smiths, The Kinks y Pulp). Una cosa son los one hit wonders, otra grupos del mainstream que tengan su público fiel debido a sus circunstancias y otra los triunfos de esta música.

Gabriel Ventura dijo...

Una joia de blog, Alvy, felicidades. Te leo de vez en cuando, y siempre con entusiasmo.
Comento esta entrada porque soy un fan indiscutible de Gorillaz: además de por su estilo impecable, Gorillaz merecería ser estudiado con rigor por el constructo intelectual que han levantado Albarn i Hewlett detrás de la mera forma musical. El laberinto de instancias productoras -narrativas en literatura- que esconde Gorillaz está al mismo nivel que el juego especular de la fotografía de Fontcuberta o la literatura de los heterónimos de Pessoa. Yo veo en Gorillaz un fenómeno, además de musical, literario: todos sus discos vienen envueltos en unos relatos de autoridad -evidentemente, inventados- que los independizan de sus creadores empíricos. Recuerdo que, cuando era pequeño, imaginaba que Noodle, 2D o Murdoc eran representaciones de los músicos reales, cuando, en realidad, no son más que figuraciones vacías que adquieren pleno sentido en el mundo de la ficción. Y, a pesar de todo, los componentes de Gorillaz han conseguido interferir en nuestra realidad con energía, e incluso casi han alcanzado un estatuto de veracidad. Lo mejor: el engaño de la técnica, la polifonía de las mesas de mezcla.

Por otra parte, estoy de acuerdo contigo: no es un disco de singles. Mantiene un tono equilibrado en todo momento, sereno. Sí señor, una gozada.

Saludos, y fuerte con el blog!

Biel

El Miope Muñoz dijo...

Gracias por el comentario Biel, lo de Pessoa me parece muy interesante.