Buenas noches y buena suerte.
(Good night and good luck, 2005)
D.: George Clooney.
G.: George Clooney y Grant Heslov.
I.: David Strathairn, George Clooney, Robert Downey Jr. Patricia Clarkson, Frank Langella, Ray Wise, Jeff Daniels, Tate Donovan, Robert John Burke, Matt Ross, Grant Heslov.
Duración.: 93 minutos. Blanco y negro.
(Good night and good luck, 2005)
D.: George Clooney.
G.: George Clooney y Grant Heslov.
I.: David Strathairn, George Clooney, Robert Downey Jr. Patricia Clarkson, Frank Langella, Ray Wise, Jeff Daniels, Tate Donovan, Robert John Burke, Matt Ross, Grant Heslov.
Duración.: 93 minutos. Blanco y negro.
Dicen en Miradas de Cine, que esta es la utopía contemporánea. No les falta razón a los agudos críticos de la excelente revista. George Clooney ha realizado su segundo y mejor trabajo, bordando por momentos la obra netamente maestra. Para entender el presente, se acostumbra a decir que hay que observar detenidamente el pasado. Y sólo así, podremos decidir nuestro futuro. Estas premisas son algo más que una declaración de intenciones para Clooney.
La caza de brujas promovida por el senador Joseph McCarthy es un hecho que a pesar de tener sus ecos en el cine de Hollywood, ha sido tempranamente sellado (tan sólo dos precedentes a esta maravilla.: Caza de brujas y La Tapadera datados de los noventa y los setenta respectivamente). McCarthy perseguía con miedo, injurias y mentiras a los comunistas, relacionados con el Mal absoluto. La gente que le cuestionaba, era comunista también. Si sustituimos la palabra terrorista, no sólo tenemos la consabida (y consiguiente) alegoría del actual mandato de Bush, que justifica las escuchas, y en nombre de evitar el miedo, lo crea. Clooney va más allá, sin rechazar estas agradables lecturas. Su film es una alegoría política de carácter universal. Lo digo porque en España, siempre se llevan linchamientos con aquellos que no siguen las iniciativas de ciertos partidos en ciertos gobiernos. Ahí radica el valor de la película.: su universalidad intrínseca no le resta valor a esas lecturas políticas tan necesarias.
Al ver estas lecturas políticas actuales, Clooney acierta de pleno porque es obvio el paralelismo entre los 50 y hoy. El papel del periodista es esencial, en una moderna civilización, ya que es el encargado de transmitir la verdad. Otros films, como la fallidísima epopeya digital de Ridley Scott, El reino de los cielos establecía una muy bienintencionada lectura de diálogo entre civilizaciones, enmedio de un contexto histórico imposible, aquí la lectura política resulta convincente, y sobretodo de mucho valor. Clooney sabe que hay que recordar cosas esenciales.
La caza de brujas promovida por el senador Joseph McCarthy es un hecho que a pesar de tener sus ecos en el cine de Hollywood, ha sido tempranamente sellado (tan sólo dos precedentes a esta maravilla.: Caza de brujas y La Tapadera datados de los noventa y los setenta respectivamente). McCarthy perseguía con miedo, injurias y mentiras a los comunistas, relacionados con el Mal absoluto. La gente que le cuestionaba, era comunista también. Si sustituimos la palabra terrorista, no sólo tenemos la consabida (y consiguiente) alegoría del actual mandato de Bush, que justifica las escuchas, y en nombre de evitar el miedo, lo crea. Clooney va más allá, sin rechazar estas agradables lecturas. Su film es una alegoría política de carácter universal. Lo digo porque en España, siempre se llevan linchamientos con aquellos que no siguen las iniciativas de ciertos partidos en ciertos gobiernos. Ahí radica el valor de la película.: su universalidad intrínseca no le resta valor a esas lecturas políticas tan necesarias.
Al ver estas lecturas políticas actuales, Clooney acierta de pleno porque es obvio el paralelismo entre los 50 y hoy. El papel del periodista es esencial, en una moderna civilización, ya que es el encargado de transmitir la verdad. Otros films, como la fallidísima epopeya digital de Ridley Scott, El reino de los cielos establecía una muy bienintencionada lectura de diálogo entre civilizaciones, enmedio de un contexto histórico imposible, aquí la lectura política resulta convincente, y sobretodo de mucho valor. Clooney sabe que hay que recordar cosas esenciales.
La película narra la batalla emprendida contra el McCarthismo, y sus mentiras, emprendida por dos profesionales periodistas de la CBS, Edward R. Murrow y su compañero y realizador Fred Friendly, empeñados (y vilipendiados por ello) en destapar un tanto las mentiras que empañaban la infame caza de brujas. Esta lucha no les va a resultar fácil. Buenas noches y buena suerte era la clásica coletilla del gran Murrow, y si hay algo que sorprende del film de Clooney tras su frenético (pero no obstante elogiable) debut, es la mesura que ha emprendido en esta película. No es una película extraordinariamente revolucionaria, pero si tiene la virtud clásica e inteligente, que necesita cualquier buena obra moral que se precie.
Trata a los personajes con un doble filo impresionante. Por un lado las magníficas secuencias de Murrow en el aire, frío y profesional, por otra parte muestra al Murrow cotidiano, que debe equilibrar su fuerte carácter, e intenta proteger como puede a Don Hollenbeck de las agresiones mediáticas, pero nunca sin violar a su ética. Esto se aprecia a las claras con la extraordinaria actuación del siempre gran David Strathairn que gracias al agradecido poco ego de Clooney (que se reserva un gran papel que borda), tiene una oportunidad que aprovecha interpretando con total convicción y sin caer en los clásicos parámetros de imitación del biopic al uso. Fred Friendly, también tiene una encarnación ideal, en un excelente Clooney que demuestra su versatilidad y su maravillosa habilidad. Ray Wise, Jeff Daniels, o Robert Downey Jr. sorprenden con la total convicción y sobriedad que bordan a sus personajes, sin excesos, todo con una mesura y una dramaturgia perfectas.
Sin duda alguna se luce Clooney demostrando que es un autor polifacético y versátil, que resuelve con mucha notabilidad todos aquellos retos que se propone. En este film sale ganando, tanto en interpretación, como guión (dotado de un gran valor narrativo) como en dirección (repleta de hallazgos pequeños). Desde las magníficas secuencias que se dedican a describir el funcionamiento del programa, hasta las pequeñas secuencias acompasadas sólo con musica. La combinación de música e imagénes, aportando cierto descanso rítmico sobre la narración, es un recurso que frecuentó para la acelerada narración de Confesiones de una mente peligrosa, y aquí nuevamente la música marca el compás del film. Describe el frenetismo de la acción, pero no el tempo narrativo del que se dispone. Y que musica, todo el film está compuesto de maravillosas versiones de clásicos jazzísticos, interpretados en directo por Dianna Reeves (y las actuaciones se recogen en el film), un acierto que aporta placer para los oídos.
El film contiene secuencias memorables, desde inteligentes duelos dialécticos, hasta los brillantes discursos de Murrow. La única traba que encuentro en el film es la ausencia de exteriores, cosa que le transmutan demasiada teatralidad, que si que es reprochable. Pero considero en el film de Clooney, un acierto que para mi, brilla con una genialidad propia de un hombre tan inteligente y hábil como él. El senador McCarthy, fue terrible, agarrar a un intérprete, para que se transmute físicamente y lo sobreactue, acercando la película al grand guignol hubiera sido un toque bizarro y curioso, pero un tanto inoportuno, en su carácter serio (que tampoco olvida lo esencial del sentido del humor en sus personajes). Así que, decide intercalar las imágenes de archivo, con una brillantez increíble, y que otorgan todo el sentido, al personaje que era. Como dice Murrow en un momento del film "dejemos que sea él quien se descubra con sus secuencias".
El film finaliza con un clímax del discurso denso y magnífico. Al terminar el fim, uno ha visto un ejemplar film sobre periodismo (y con un estilo periodístico tan calculado como rematadamente eficaz a la hora de retratar el mundo y su época; y al propio Murrow) e ideas. Porque el libre intercambio de ideas, no hace daño a nadie, parece decirnos Clooney. En el momento que el miedo se utiliza para fingir que se quiere evitar eso mismo, todas estas libertades estan en suma fragilidad. Y somos nostros los ciudadanos los que debemos elegir luchar. No le valen a Clooney, igual que a Murrow, la excusa de la gente quiere evadirse.
Magnífica secuencia para cerrar un film que me he encandilado. Periodismo, jazz, ideas y política. Eso es el film. Y por eso, es una gozada, más que recomendable. Imprescindible para cualquier periodista, y ciudadano interesado en sus derechos y libertades.
Puntuación.: 9.
Trata a los personajes con un doble filo impresionante. Por un lado las magníficas secuencias de Murrow en el aire, frío y profesional, por otra parte muestra al Murrow cotidiano, que debe equilibrar su fuerte carácter, e intenta proteger como puede a Don Hollenbeck de las agresiones mediáticas, pero nunca sin violar a su ética. Esto se aprecia a las claras con la extraordinaria actuación del siempre gran David Strathairn que gracias al agradecido poco ego de Clooney (que se reserva un gran papel que borda), tiene una oportunidad que aprovecha interpretando con total convicción y sin caer en los clásicos parámetros de imitación del biopic al uso. Fred Friendly, también tiene una encarnación ideal, en un excelente Clooney que demuestra su versatilidad y su maravillosa habilidad. Ray Wise, Jeff Daniels, o Robert Downey Jr. sorprenden con la total convicción y sobriedad que bordan a sus personajes, sin excesos, todo con una mesura y una dramaturgia perfectas.
Sin duda alguna se luce Clooney demostrando que es un autor polifacético y versátil, que resuelve con mucha notabilidad todos aquellos retos que se propone. En este film sale ganando, tanto en interpretación, como guión (dotado de un gran valor narrativo) como en dirección (repleta de hallazgos pequeños). Desde las magníficas secuencias que se dedican a describir el funcionamiento del programa, hasta las pequeñas secuencias acompasadas sólo con musica. La combinación de música e imagénes, aportando cierto descanso rítmico sobre la narración, es un recurso que frecuentó para la acelerada narración de Confesiones de una mente peligrosa, y aquí nuevamente la música marca el compás del film. Describe el frenetismo de la acción, pero no el tempo narrativo del que se dispone. Y que musica, todo el film está compuesto de maravillosas versiones de clásicos jazzísticos, interpretados en directo por Dianna Reeves (y las actuaciones se recogen en el film), un acierto que aporta placer para los oídos.
El film contiene secuencias memorables, desde inteligentes duelos dialécticos, hasta los brillantes discursos de Murrow. La única traba que encuentro en el film es la ausencia de exteriores, cosa que le transmutan demasiada teatralidad, que si que es reprochable. Pero considero en el film de Clooney, un acierto que para mi, brilla con una genialidad propia de un hombre tan inteligente y hábil como él. El senador McCarthy, fue terrible, agarrar a un intérprete, para que se transmute físicamente y lo sobreactue, acercando la película al grand guignol hubiera sido un toque bizarro y curioso, pero un tanto inoportuno, en su carácter serio (que tampoco olvida lo esencial del sentido del humor en sus personajes). Así que, decide intercalar las imágenes de archivo, con una brillantez increíble, y que otorgan todo el sentido, al personaje que era. Como dice Murrow en un momento del film "dejemos que sea él quien se descubra con sus secuencias".
El film finaliza con un clímax del discurso denso y magnífico. Al terminar el fim, uno ha visto un ejemplar film sobre periodismo (y con un estilo periodístico tan calculado como rematadamente eficaz a la hora de retratar el mundo y su época; y al propio Murrow) e ideas. Porque el libre intercambio de ideas, no hace daño a nadie, parece decirnos Clooney. En el momento que el miedo se utiliza para fingir que se quiere evitar eso mismo, todas estas libertades estan en suma fragilidad. Y somos nostros los ciudadanos los que debemos elegir luchar. No le valen a Clooney, igual que a Murrow, la excusa de la gente quiere evadirse.
Magnífica secuencia para cerrar un film que me he encandilado. Periodismo, jazz, ideas y política. Eso es el film. Y por eso, es una gozada, más que recomendable. Imprescindible para cualquier periodista, y ciudadano interesado en sus derechos y libertades.
Puntuación.: 9.
5 comentarios:
Hola Alvy. Acabo de descubrir tu blog. Es vastísimo. Había demasiadas coincidencias en tu perfil para que no me gustara. Y gracias por el speech de Kevin Smith sobre las arañas gigantes. Lloré y ya se sabe que no todas las lágrimas son malas. Qué tal las langostas?
Hola, decirte solamente que ayer pude ver una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo(después de match point y la vida secreta de las palabras)y k ver una película de este cálibre con alguien tan especial a tu lado kon kien poder comentar-la, hace k la experienca realmente valga la pena.
petons,and good work!!
Lily
Qué ganas, oiga, qué ganas!
Me gusta que el típico guaperas de hollywood resulte tener talento. Este clooney es para hacer alabanzas. Una gratísima sorpresa.
bravo por hacer pelis que realmente le molan.
me muero de ganas de ir a verla. Lo siento, pero sólo leeré tu post completo cuando haya visto la peli.
Pues aquí a Salamanca no ha llegado.
¿Se puede creer?
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