domingo, noviembre 16, 2008

Bergman para los Tontos (1)

Ingmar Bergman es, posiblemente, el cineasta peor valorado del mundo. ¡Tal como se lee, oigan! Bergman es un cineasta excesivamente dependiente de su profundidad. Pocas, raras veces (y todas ellas de gente cuya inteligencia ya no era una sorpresa) he leído lecturas de lo que potenció Bergman en sus películas: la expresividad, al límite, de las imágenes de esos rostros (una recurrencia formal que tuvo su propia película en El séptimo sello) absolutamente desolados. El otro aspecto que me parece fundamental en Bergman es su interés por hacer dialogar las estructuras más o menos literarias (teatrales, ensayísticas) con el cine. Y creo que aquí radica el error fundamental en la mayoría de críticas del cineasta: uno termina preguntándose si Bergman sabía componer un encuadre en condiciones, después de ocho comentarios desaforados sobre la evanescencia, la fugacidad, la vida y la muerte. No estoy en contra de las interpretaciones transversales de las obras (más bien todo lo contrario), ojo, sino que estoy diciendo que muchos cineastas más o menos canonizados (¡cahierizados!) son objeto de un estudio perezosísimo entre las nuevas generaciones. En pocas palabras, lector: si usted quiere saber si a alguien le gusta el cine, preguntele por Bergman. Si responde que no ha visto nada, queda disculpado. Si responde afirmativamente, cuidadín, que viene la bicha. Si le habla, enseguida y con una tranquilidad palpable, de esas películas cargadas de profundidad, de auténtico arte, desconfíe. Decía Nacho Vigalondo que a él no le gustaban los superhéroes: le gustaban los tebeos de Mark Millar. Aunque se trataba de una pirueta bastante inteligente de Vigalondo para trazar un discurso diametralmente opuesto, podemos decir que si a la gente le gusta Bergman por su profundidad, seguramente no le gusta el cine. ¿Existe algún método de comprobar, universalmente, si a nuestro interlocutor preocupado por Bergman le gusta el cine? Sí, Hitchock.Admiro profundamente la obra de Bergman, no me salten a la yugular buena gente, pero la historia del cine la ha escrito Hitchock. Si la historia del cine fuera una biblioteca de Babel tal vez el diccionario lo firmaría Welles, pero el resto serían fragmentos de 39 escalones a La trama. No hay película suya que se conforme con un plano, con una simple buena idea.

Dice Borges en Arte Poética que seguramente la trama de Psicosis es muchísimo más ingeniosa que la del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero que la película nunca podría tener la profundidad y perfección de la novela de Stevenson. Y no se equivoca: ninguna película resiste en comparaciones argumentales con una gran novela por una cuestión de lenguaje: la imgen sintetiza por naturaleza. La canonización temprana de absolutamente todo Bergman viene a cubrir esa necesidad de que los literatos pueden ser mejores cinéfilos si tienen películas menos cinematográficas. Si encuentran otra respuesta a la inmediata glorificación de una película tan patosa como Fanny y Alexander, lo agradecería.

Lo que un hombre tan sumamente libresco como Borges nunca alcanzaría a entender es todo aquello en lo que Psicosis es sublime: su estructura es imprevisible (el asesinato de la protagonista a los veinte minutos es el más recordado), juguetona y capaz de inventar muchos géneros a la vez. Pero también capaz de hacer cosas que jamás funcionarían en un libro:

El asesinato de Arbogast debería ser descrito con pereza, falsificando al sujeto u ocultándolo. ¿Lo oculta Hitchock?

Después, para los educados en la investigación más deleuziana y poética, están según que transiciones visuales, imposibles e incapaces sin recurrir al punto, a la coma, al conector.

Y luego dicen que no se sabe de dónde viene todo David Lynch.

Hay otros detalles también increíbles. Norman dialogando consigo mismo y con su propia mano ejerciendo de portal, naturalmente cerrado.

De auténtico Portal. Psicosis es, seguramente, una de las películas más inagotables jamás hechas.

24 comentarios:

Luna Miguel dijo...

solo he visto LA SED

y sali triste y sedienta




.


mi sed de tonta

Luna Miguel dijo...

ah, ya te contare la terrible historia que nos ocurrio en el espigon de los gatos, a proposito de Alfred*

ADO dijo...

Excelente post, Alvy

A mí Bergman me da un poco de sueño, pero qué va; tengo amigos que les gusta bastante.

Por ahí Woody Allen tiene dos películas bastante influenciadas por Bergman ("Interiors" y "Another Woman").
Y además de muchas menciones a "Fresas salvajes" en sus guiones y cuentos.

En fin.

En cuanto al tema de "Psicosis" vs. Borges, lo resuelves de buena manera. Deberías ampliar eso y publicarlo como ensayo o artículo en alguna parte.

Saludos desde el fin del mundo.

A

El Miope Muñoz dijo...

Lo de Allen es muy fuerte: sin ir más lejos su "September" es un remake virtual de Sonata de Otoño, aunque malo, malísimo. Es interesante y conmovedor por ver como Allen se sueña Bergman. Another Woman es la mejor de sus imitaciones: ya no depende sólo del sueco, sino que también parece que aprenda algo de Cassavetes.

Lo mejor que tiene Allen es su versión más o menos cómica de una siniestra (pero MALROLLERA) comedia de Bergman (género que tocó de manera que casi lo mata) con La Comedia Sexual de una noche de verano, estupenda coda y parodia para iniciados en las "Sonrisas de una noche de verano".

¡Gracias por los comentarios!

Jim J. Sloan dijo...

Alvy, una vez más me dejas sin palabras y sin saber qué decir. Supongo que solo me queda admitir que no conozco la obra de Bergman (¿eso me disculpa?) y después de leer tu comentario no sé si quiero conocerla.

En cuanto a Hitchcock vs. Borges, creo nunca hay que olvidar los ámbitos por los que se mueve Borges y por los qué se movía Hitchcock. Génereos distintos, soportes distintos, sociedades distintas, pero lo más importante, mentalidades distintas y distantes que jamás alcanzaremos a comprender. Ahí reside la magia de lo que escribes. Crees en algo y lo expresas, pero nunca sabrás si lo que dices es cierto, porque jamás entenderemos a los demás habitantes de este planeta. Ni siquiéra nos terminaremos de entender a nosotros. También, por esto que acabo de decir, supongo que no se puede clasificar a los amantes y no amantes del cine por su pasión, ignorancia o conocimiento de Bergman. Tampoco por el gusto hacia una peli como Amelie... (ZASCA!).

Bueno, está todo dicho. Un petó macooo!!!

Ramón Masca dijo...

Este post me ha recordado recuerda las clases de narrativa fílmica que, hace un porrón de años, me dio el tipo que inspiró al malo de Tesis --esto es tan verídico como que no puedo con Amenábar-- porque, precisamente, uno de los referentes destacados era Bergman.

(Y ahora me siento viejo)

Portnoy dijo...

Entiendo lo que dices sobre Hitchcock (él es el cine, con permiso de Welles) pero no acabo de entender el discurso (anti, pro) bergmaniano. Bergman, como dices sabe hacer dialogar la literatura con el cine, algo inusual. ¿Pero insinúas que no sabía filmar? ¿o simplemente afirmas que la crítica se queda en la narrativa de Bergman y no se preocupa por la técnica? Pensaba que la técnica cinematográfica debe quedar oculta, no ser evidente. A no ser que seas Hitchcock (o Welles) cuya narración se basa precisamente en destacar los métodos cinematográficos empleados. No sé, no discuto lo que dices, pero la comparación entre Hitchcock y Bergman no me parece equitativa. Sus métodos, y sus objetivos, son diametralmente opuestos.
Haz caso de lo que te dicen, desarrolla esa tesis sobre Psicosis y deja al pobre Bergman y su tristeza existencial aparte,
Un abrazo, camarada.

El Miope Muñoz dijo...

Gracias a todos, buena gente. Me refería a que los análisis de Bergman ahondan poco en detalles técnicos, como si estos no configuraran la validez del fondo. Gracias por leerme, Portnoy, ABRAZOTE :)

Ryu_gon dijo...

Gran Post.

Esas capturas me han hecho recordar de nuevo lo endemoniadamente perversa y genial que es Psycho. Ahí te animo yo también a que nos deleites con un ensayaco sobre el tema.

PD: A ver si me pongo con Bergman aunque, lo admito, ya de entrada me da cierta pereza. Por qué será?

Saludacos!

Anónimo dijo...

Muy interesante, Alvy. De hecho, se me ha adelantado a un o varios textos aproximando Hitchcock a Dreyer. Y con referencias borgeanas incluidas. No sé si tiene sentido hacerlo o mejor se lo subcontrato a usted.

Un saludo,
Igor

Kelzor dijo...

Tenga en cuenta que, sin Buñuel, ni esa transición desagüe-ojo, ni esa mano de Norman, tendrían sentido alguno.

Por otra parte, si se habla de Bergman como profundidad es por inconsciente colectivo: se ha adquirido un soniquete que no es falso, pero cuyo origen, popularmente, se desconoce. Lo importnate de Bergman no es su profundidad, como se cree, si no lo que la motiva. Liv Ullman saltándose la cuarta pared o un anciano muriendo con el primer rayo de luz de la mañana (y no caigo en la tentación de hablar de Dreyer, otro que tal) sacan su profundidad de su contexto en el guión, de su encuadre, de su dirección de actores y de su luz.

Ya que estamos, lanzo un comentario loco de los míos: Bergman tiene le cine como medio y Hitchcock como fin. El sueco comunica y el inglés transmite. Ojo con el matiz.

Anónimo dijo...

No compro la idea que la puesta en escena y la fotografía bergmaniana no hayan sido analizadas y valoradas sustancialmente, al contrario, mindundis como Godard, Assayas o Adrian Martín por citar algunos han demostrado que formalmente era grandioso en planifiación, composición o montaje. Es inevitable que los análisis del lenguaje de la obra de Bergman siempre se moverán en una dimensión más elitista que los del director más popular de todos los tiempos, pero eso no significa que no existan, ni que el sueco sea menos formalista que cineastas más explícitos y a priori más espectaculares.

Unknown dijo...

hace muchos, muchos años, cuando servidor estudiaba cine, la secuencia en la que el jefe de marion pasa por delante del coche de la susodicha sirvió para ilustrar cómo el ansia de suspense puede llevar a formas desequilibradas cuando no sencillamente patosas. ahí encuentro la bondad principal de hitch, por cierto: en el equilibrio. su mejor cine es el encuentro exacto entre una voluntad hiperbólica y una contención que podríamos calificar de británica. un centímetro a un lado u otro y caemos en el grotesco de de palma o en la obviable asepsia de tantos otros. dicho lo cual, coincido con portnoy: hitch es hitch, ingmar es ingmar. el primero son 90 minutos de entretenimiento puro y posterior reflexión formal. el segundo es dejarse caer en el sumidero de la condición humana: no es que la cámara esté bien o mal puesta; es que sencillamente da igual (cuando un coche se dirige lanzado contra tu persona, que le falle el faro izquierdo es la menor de tus preocupaciones). sugiero, claro.

El Miope Muñoz dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Creo Mecha Mojada que nos referíamos a esas excepciones, y me consta haberlas citado en otros momentos del bló. Martin es imprescindible, y la primera Cahiers sigue teniendo logros que a ratos no se asumen del todo. Como siempre, HENRQIUE LAGE se explica MEJOR que yo:

"Ya que estamos, lanzo un comentario loco de los míos: Bergman tiene le cine como medio y Hitchcock como fin. El sueco comunica y el inglés transmite. Ojo con el matiz."

Cito su comentario (!!!!). Pero es que ya no hay mejor explicación.

LadyM dijo...

Es que no hay comparación, Hitch es Hitch y Bergman es Bergman.

Muchas veces lo de su repetida 'profundidad' no es más q un lugar común en el q se instalan aquellos q no han visto su obra o no han reflexionado a su propósito: como cualquier otro tópico permite opinar sin tener q ahondar en ningún conocimiento, es muy práctico.

Pero ésto no significa q no sea cierto. Por supuesto que Bergman es intelectual, a veces muy literario y teatral, pero eso tp significa q no hicise buen cine. No hay más q ver una peli como "La hora del lobo" para comprobarlo, creo.

Me encanta Alfredito y me encanta Ingmar, ambos dos, es decir: me encanta el cine.

Anónimo dijo...

Bergman es un poco como Antonioni. No resulta transparente, menos a una mente contemporanea y o bien se le clasifica de profundo o bien de bodrio.
Prueba de ello es lo poco que se ha dicho que "Mulholland Drive" es practicamente un remake de "Persona".
Bergman, estoy de acuerdo, quiere conseguir con el cine la elaborarcion que no es siquiera una pelicula, sino una acumulacion de conceptos y de visiones que, solo por casualidad, se hilan en torno a unas personas o un argumento.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo del todo contigo (sería largo y aburrido de argumentar), pero el post es espléndido.

O de FLANEURETTE dijo...

curioson...comparto tu opinion, deberia volver a ver speedcosis(tambien el homenaje vansantino..)
de bergman "la hora del lobo" sobre todo por como luego lynch la saquea si si si.
byers.

Anónimo dijo...

Pues tal como dice drzito, también creo que Mulholland es un remake de Persona, y Carretera perdida de Vértigo.
Curioso.

Sergio dijo...

Por favor, ?podrías enumerarme, con autor y nombre del estudio o libro, los análisis que ahondan poco en los detalles técnicos de las películas de Bergman?

El Miope Muñoz dijo...

Buenas Sergio. Gracias por tu comentario, bastante legítimo. Empecemos por un artículo. ¿Qué le parece? Wild Strawberries, publicado en 1999 en The Guardian.

Libros? A vuelapluma se me ocurren pocos. Ingmar Bergman: fuentes creadoras de un cineasta sueco, que empeiza como un libro de crítica transversal, pero cuando ahonda en los aspectos cinematográficos, estableciendo una analogía con Hitchock, se concentra excesivamente en los métodos de trabajo como métodos de análisis de ese trabajo. Y ESO PUES NO.

También tenemos un hueco inusual (http://www.todocoleccion.net/ingmar-bergman-juan-miguel-company-editorial-catedra-1-edicion-1990-ilustrado~x10383824) en una colección que me parece recomendable pero bastante sujeta a lecturas críticas. Cátedra, en Signo e Imagen y el libro es Ingmar Bermgan de Juan Miguel Company.

En todo caso le responderé con un post y rescataré las anotaciones que hice.

Anónimo dijo...

Como fan de Bergman: por fin alguien pone a Bergman en su sitio. Un post cojonudo, Alvy.
Un saludo
Agustín

Pablo Rodríguez Burón dijo...

muy de acuerdo con lo que dices de Bergman (no he visto más de tres o cuatro y alguna no me ha gustado nada o mi capacidad de comprensión ha sido insuficienteme profunda), y sobretodo de Hitchcock (que me lo he visto casi todo y una y otra vez) Toda su obra o muchas de sus películas (le pasa como a Wilder)son inagotables.
un saludo

Pablo Rodríguez Burón dijo...

Aguardo críticas sobre mi veneración de Wilder, paralela a la de Hitchcock (aunque como Bergman y Wilder, cada cual es cada cual, y las comparaciones, ya se sabe...)
:-) un abrazo a todos, me parecen muy interesantes los comentarios que he leído