Una historia de violencia.
(A history of violence, 2004).
D.: David Cronenberg.
G.: Josh Olson sobre la novela gráfica de Vince Locke y John Wagner.
I.: Viggo Mortensen, Maria Bello, Ashton Holmes, Ed Harris, William Hurt, Peter MacNeill.
Duración.: 96 minutos. Color.
- CON SPOILERS -
Teniendo reciente una obra maestra tan clásica y noir como es la magnífica Retorno al Pasado de Torneur, me ha servido de ayuda excelente, para desentrañar la última y prodigiosa narración de David Cronenberg, que ha sido recibida con merecídisimos aplausos por allí donde pasó. El caso es que, la sorpresa ha sido mayúscula, y aunque sigue siendo en esencia, David Cronenberg, la forma que propone, quizás la convierte en el film que de todos realizados por éste canadiense, prefiera.
Primero hay que realizar varias aclaraciones. Una historia de violencia como todo film arriesgado, no es apta para todos los estomagos, y no va a ser valorado por todas las sensibilidades. Cronenberg es un cineasta sutil, y del público pocos sabran valorar su magistral narración, y se anclaran en un ritmo lento, y un final que en inicio desconcertante, se revela genial.
La historia narra como Tom Stall, hombre de familia ejemplar, mata a dos asesinos que asaltan su tienda. Pronto su oscuro pasado regresa de la mano de Carl Fogarty, gangster....
El film empieza con un excelente prólogo donde los dos asesinos (que trabajan para Fogarty) hablan de temas banales, ocultandose dentro un horrible escena de violencia. A continuación Cronenberg, con un estilo muy similar al de Lynch de Terciopelo Azul muestra un pueblecito americano de ensueño, (Milbrook) que poco a poco va convirtiendóse en pesadilla. Así lo muestran las dos escenas de sexo, la primera lírica y la segunda ya contaminada por el virus de la violencia.
La dirección de Cronenberg es maravillosa, y sus actores realizan notables composiciones. Desde un contenido Viggo Mortensen, hasta unos cómicos William Hurt y Ed Harris.
La diferencia formal de Cronenberg respecto a sus otros films es lo que destaca. Tomando codigos génericos propios del western y del cine negro, Cronenberg construye su film basandóse en Ford ;; Lang (no podemos escapar de nuestro destno ) ; Hitchock (Tom parece un falso culpable) y obviamente Peckimpah (con la violencia que destruye al mas racional de los hombres, aunque aquí sea una apariencia, me ha recordado mucho a Perros de Paja).
Utiliza este cambio formal, para radiografiar perfectamente una sociedad americana que glorifica al héroe cuando da uso de la violencia y está aparentemente justificado; y que lo estigmatiza cuando esta deja de tener explicaciones. Reinventa el superhéroe, con este Tom/ Joey , y ademas realiza una estupenda vision de la ambiguedad existente entre el Bien y el Mal. El Mal representado por Fogarty, Richie y los dos matones, resulta caricaturesco, todos estos personajes pecan de una banalidad increíble. El Bien aparentemente representado por Tom Stall es mucho mas inquietante. Porque en su interior yace Joey, un antiguo maton de la mafia, que no duda en salir a la luz cuando las cosas se complican. La dualidad del ser humano inquieta mucho mas, el Bien es mas ambiguo que el Mal para Cronenberg.
El hijo de Tom, tambien lleva esa violencia, en la brutal escena en la que planta cara al matón del instituto tras ver el cambio de su padre. O sea que Cronenberg ve a la violencia como algo encima presente en los genes. Sin embargo, si el Mal es caricaturesco para Cronenberg, la violencia la retrata de una forma nada heroica, como algo cruel, salvaje, animal.... pero propio para sobrevivir. La escena en que Tom "salva" su bar, muestra una violencia horrible, un instinto animal de proteccion y supervivencia. Magnífico y brutal el retrato que hace de ella Cronenberg.
Tambien se repite, el tema tipicamente cronenbergiano de la busqueda de identidad. Tom Stall busca su identidad, y esta dispuesto a ser Tom Stall, y para ello debe "matar" a su alter-ego Joey. ¿Como lo hace? Eliminando, a Richie su hermano, Joey queda enterrado en el pasado. Así el que regresa a casa, en el brutal final, es Tom Stall, y su familia, asume, de una vez, que esta violencia es inherente a la condición humana (en este caso la de su padre), y que el pasado queda enterrado ¿para siempre? Tom así reposa, en paz consigo mismo.
Y así, se cierra, con un magnífico plano de miradas cruzadas, esta magistral película solo apta para gente que este dispuesta a quitarse muchos prejuicios de la mente.
Puntuación.: 9,5.
1 comentario:
Coincidimos en puntaciones.
Curioso.
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