La influencia del cómic o de quizá todos los medios en general se empieza a notar en los libros ¿verdad? Es una sensación de vanguardia que resulta a veces atractiva otras gratuita (va a gustos, va a autores, va a días). Otro síntoma obvio del asunto lo dio Pepo Pérez, que informaba estos días de estas portadas de dibujantes de cómic más o menos célebres realizadas para reediciones de libros también consagrados por parte de la editorial Penguin en los states.
Precisamente he visto editado con un formato bien bello Un hombre sin patria de Kurt Vonnegut, un recopilatorio de artículos críticos que me ha hecho mirar al bolsillo con cierta nostalgia. No obstante pude empezar (no terminar) una de estas novelas que me atraían/asustaban: Tan fuerte, tan cerca. Un indigesto y feo cóctel de sensibilidad poética muy ingenuista y sentimental que mezcla algo de Salinger (casi que es un decir) con Grass del Tambor de Hojalata. El caso es que Safran Foer ha compuesto una novela obvia, mediocre y muy facilona que desaprovecha la exploración no convencional de un tema tras muchas escenas originales en la estética de sus páginas.
José Ángel Barrueco explica en su magnífico Escrito en el viento que encontró un tomo llamado, en la mejor tradición pulp, Astoinishing Stories que resultó ser un volumen de relatos (esta vez de estética claramente McSweeney’s o sea que inteligencia en la puesta en escena) de gente como Jonathan Lethem, Stephen King… Quizá no sea un gran recopilatorio pero apunta maneras de delicia irresistible. Sí, a ver si Mondadori se anima.
2 comentarios:
Estimado amigo:
Gracias por la nota.
Reconozco que a mí sí me gustó el libro de Foer (y con rubor confieso que no he leído "El tambor de hojalata"), pero admito que no está a la altura de su anterior novela, "Todo está iluminado".
Las portadas, geniales.
No he leido nada de Safran, por desconfianza; me gustaría saber si algún libro merece la pena. Un saludo.
Publicar un comentario