domingo, septiembre 24, 2006
REGRESANDO AL MUNDO FELIZ
Sobre el regreso y fin de la crisis internacional con el desatado terrorismo islámico (que ha sido el protagonista central de la primera década del nuevo milenio) quedan dos iconos (ya pop, claro) para el recuerdo.: Bush y Bin Laden (y secundarios, claro).
Lo que importa ahora no es si Bin Laden ha muerto o no, sino que se prevee en el horizonte un trágico final electoral para Bush y una ¿muerte? de un Bin Laden que sólo existe a través de sus vídeos caseros, sino que cuando estos dos protagonistas de la función se vayan de escena hay un amargo presentimiento de que, quizá, regresemos al brave new world hasta próximo aviso apocalíptico.
Y será una pena parcial.: al arte le sienta fenomenal la crisis, de toda la vida, y sino miren la era dorada de la pintura. ¿Han visto como han espabilado la literatura y cine norteamericanos pos11S en llevar a cabo productos más arriesgados? Aunque en la literatura no ha sido exactamente así: por suerte desde los 90 con la irrupción no tan abrupta de variopintos tigres, ese relevo era una crónica anunciada.
AB: ¿Todos somos Lindo?
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3 comentarios:
Prefiero perder de vista a algunos personajes, como los dos mencionados, aunque la literatura se vuelva aburrida y poco arriesgada - el único riesgo en literarura hoy en día lo veo en abordar los géneros con vigor y armas plenamente literarias y en los rescoldos de novela social -: mejor la vida por delante, a veces.
Me gusta que recuerdes la tesis de que la crisis estimula el arte: de hecho, cuando el imperio español se desmoronaba en el siglo XVII, aquí teníamos a Cervantes, Quevedo, Velázquez o Lope de Vega; y cuando media Europa nos reventaba tras la Revolución Francesa, surgió el enorme talento de Goya.
Además, da igual si ha muerto o no Bin Laden. Si quiere, al-Qaeda continuará con su actuación. El problema es que a Bush se le acabaría la excusa.
mmmmmm, poco entendi, lo siento
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