lunes, agosto 27, 2007

Deconstructing Quentin: 1997-2007

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Resulta más casual que cósmico que Death Proof se estrene diez años después de Deconstructing Harry. Lo interesante, también, es que Death Proof se estrena en un año en que la expresión ejercicio de estilo queda inmediatamente caducada: ¿Cómo calificar a los retos suicidas estilistas de David Lynch, David Fincher y Quentin Tarantino? Mucho me temo que su reto, tanto como los de antaño fueron los de Brian DePalma, pueden quedar sepultados tras esta expresión y el gesto decepcionado de un fandom que nunca parece estar entendiendo a Tarantino, justo cuando todos creíamos que lo tenían clarísimo.

Death Proof , para empezar, tiene un hype más que justificado: el resultado me encanta, pero no creo que sea una película defendible más allá del crimen que es VERLA DOBLADA, sobretodo teniendo en cuenta que Tarantino, again, ha logrado uno de sus guiones más melódicos y armoniosos: todas esas bromas y juegos de palabras están pensadas y escritas en inglés. Doblajes aparte, creo que la película se situa en la línea de piruetas kamikaze como Lady in the Water (o incluso una improbable versión completa de Storytelling de Solondz) estas películas exhiben orgullosamente su condición y la incomprensión general no debe ser motivo de gesto de hastío y depresión general. Siempre, absolutamente siempre parecen lanzadas al necesario estrelle público y al posterior rescate, reconvertidas en señal de culto. En tiempos del interneteo, Death Proof ya tiene su merecida cool-cultmovie place en su lugar, así que por eso tampoco cabe preocuparse.

Inland Empire también parece haber nacido para llevar al límite al hiperbolizador de Lynch más paicente: nada más adecuada para definir una película (poscine, aparte) basada en llevar hasta el límite todo los modos anteriores a modo de autoconfesión: ya había mucho de eso en Mullholland Drive pero Lynch ha convertido su nueva y excepcional película en otra suerte de Deconstructing Lynch ¿Hasta qué punto se sostiene su cine? Sus excesos no son, para nada, gratuitos: la labor de Lynch de hinchar hasta lo fascinante sus elementos no es muy consciente de ser un punto y aparte.

Lady in the Water también es un tour por todo Shyamalan pero también mulitplica sus superhéroes en “recipientes”: el cineasta indio se cuestiona asimismo pero dejando fuera a los generadores de prejuicios (la figura del crítico, que no (todos) los críticos de cine, puede que sólo la mayoría) y explora a modo de summum todos esos temas: el resultado es espectacular pero porqué el espectador siente que no sólo hay búsqueda por parte del aritsta, se siente parte activa de la búsqueda (y puede que ahí resida su principal diferencia junto a todo al Godard de los ochenta, cuyo experimentalismo tenía un inmediatez efímera y plúmbea).

Deconstructing Harry es una autoconfesión revestida, una metarreflexión sobre las relaciones del artista y su obra que es incapaz de violar los parametros más básicos de su obra: el guión repleto de gags y la imaginación como arma infinita. De hecho para contar un tema tan aparotoso y pretencioso, de fondo, todo el aparato formal son una serie de gags que se multiplican y no parecen tener fin. A ese nivel catártico y reflexivo respecto a todo lo demás funciona Death Proof: Tarantino pone a prueba a sus conocedores para que entiendan hasta dónde puede llegar. El resultado es que QT todavía no ha tocado techo y muy posiblemente Inglorious Bastards (como también The Happening de Shyamalan) sea el inicio de este algo que ya se germinó aquí.

Recuerdo que tras Deconstructing Harry vino Celebrity: una de las obras más subestimadas de toda la obra Alleniana pero también la más pura, ácida, divertida y radical. Una suerte de versión desesperada de Manhattan que conectaba todo el imaginario alleniano a terrenos no muy explorados: el alter ego ya no era simpático, no neceseriamente era ÉL y la infelicidad no neceseriamente era la escasa gloria con la que Isaac Davis se despedía de su trabajo.

Sea como sea queda en nuestra mente una película capaz de re-recrear un estado mental a través de canciones (concretamente el del director en nosotros), y cuyos diálogos nos siguen resultando igual de alucinantes que Zoe Bell. Resulta, pues, injusto basar en detalles superficiales una critica negativa a un cine cuyos detalles multiplican las posibilidades de su engranaje narrativo.

26 comentarios:

Balaguera dijo...

Si, hemos visto la misma película. En vo en mi caso.

Esta claro que esta película es puro Quentin, como seguramente asegurará cualquier web en el random-rama, pero en este caso solo supone un coñazo tremendo que ni las secuencias finales consiguen arreglar.

Un amigo me contó que lo que Tarantino necesita es una película de encargo para que adquiera un nuevo punto de vista.

Esperemos que Inglorious Bastards no siga la senda de esta película.

Anónimo dijo...

Yo no vi dead proof, que poco me interesa y que, de todas maneras, no se estrenó cerca de mi casa (del otro lado del océano, digamos, y cerquita del polo sur).

Pero rescato un tema tangencial. ¿Cómo hacen uds para ver películas dobladas teniendo más de 7 años y cierto sentido estético? Es muy extraño, no que se doblen las películas sino que sea una cosa tan natural verlas así. Acá sólo podés ver las películas para chicos dobladas (que suelen pasarse de todos modos en idioma original en algún horario) y las que pasan por canales de aire.

De todos modos, asumo que nosotros somos otros extremistas, y que hay cosas que está bueno verlas dobladas (al menos después de verlas en idioma original). Godard es un buen ejemplo. Panfletario, inmerso en muchísima informacioón y muy compleja, sin un trabajo estético de sonido demasiado complejo, es ideal. O Guy Débord. O las películas de Greenaway, por ejemplo (aunque éstas dps de verlas en original sí o sí), que tienen planos tan increíbles que me pierdo los diálogos porque dejan de importarme, de repente, y prefiero leer la imagen antes que los subtítulos.

Sacando entonces esas desventajas, digamos, creo que, aunque más difícil, es más digno ver los filmes subtitulados. Por qué tanto doblaje por ahí??! Además es más caro!

Bueno, esperando que alguien me explique esta obsesión de los españoles, retírome a mis aposentos.

Saludos!
dul.

Diego Coluccio dijo...

Dul,

Como argentino amante del cine que vive en España me chocó mucho comprobar que la forma de ver cine aquí es doblado al castellano.

El tema se remonta a la época de Franco que por cuestiones nacionalistas/fascistas decidió que las películas debían proyectarse dobladas (creo que en Italia y Alemania sucede lo mismo)

Esta metodología de ver pelis quedó tan arraigada que ahora la gente prefiere verlas de esta manera. Igualmente hay salas, poquísimas, que pasan las películas en VOSE.

Saludos,

Diego

Libertino dijo...

Absolutamente delirante, con unos diálogos geniales (a pesar de algún tipo serio que alega intrascendencia, solo según se mire), y sobre todo, la mejor persecución de coches vista en años en una sala de cine, y eso que se trata de una secuencia “clásica y analógica”, como se rodaban las persecuciones hace treinta años, algo de lo que deberían aprender los Wachowski, por ejemplo.

Death Proof supone el debut de Tarantino como director de fotografía, y lo único que puedo decir es que se nota que el de Knoxville ha trabajado con tipos como Robert Richardson (Kill Bill, El aviador, JFK…) y que ha visto un montón, probablemente todos, los slasher y giallos habidos y por haber.

Otro punto (muy) importante recae, como en toda su filmografía (¿para qué iba a ser menos?) en la música que acompaña a las imágenes, y Death Proof arranca con un tema de Jack Nietzsche titulado The Last Race, ahí es nada. Luego ya digo, el mejor DJ de Hollywood se recrea como no lo hacía desde Pulp Fiction, tanto en lo musical como en las imágenes.

Ah, por cierto, antes de terminar me gustaría recalcar que el mejor y más macarra destrozo automovilístico con vidas humanas de por medio, cinematográficamente hablando, de los últimos tiempos, está en Death Proof. Y el final es, simplemente, inolvidable y antológico.

La única nota negativa será la incógnita de los fake trailers, porque sería una lástima perdérselos.

Libertino dijo...

Por supuesto versión original subtitulada.

Kelzor dijo...

Completamente de acuerdo con Inland Empire, Harry y la infravaloradisima Celebrity, la última pelicula de Woody Allen era todo un testamento. (última, sí).

Pero Lady in the water por favor, no. Vale que los motivos del indio no pueden ser más honestos, pero las pinceladas son tan gruesas que tapan cualquier acierto.

De todas formas, 2007 será recordado como el año en el que el cine se preguntó a si mismo quien era, hacia donde iba y que camino escoger, para muestra: Inland Empire, Zodiac, Ratatouille, El Ultimatum de Bourne, en la ciudad de Sylvia, La soledad, Yo, Paprika... demasiada confluencia.

Anónimo dijo...

Con todos mis respetos, si algún calificativo le casa al proyecto Gridhouse es el de "infantil".

Tanto Planet terror como Death proof no dejan de ser películas juguete, incapaces de contrarrestar cualquier análisis al que sean sometidas con otro argumento que no sea:

-son un homenaje al cine costroso (ergo, son deliberadamente costrosas)

-sólo pretenden entretener (ergo, y aquí viene la falacia, son inocentemente entretenidas)

El proyecto en sí mismo no es más que un chiste innecesario y redundante (¿para qué producir dos películas nuevas si éstas no toman la distancia suficiente para ser paródicas? ¿no hubiera bastado con reestrenar alguno de aquellos productos en los que se inspiran?) al servicio de un propósito de regresión infantil: recuperar el cine que veíamos (Roberto y yo) en la infancia.

Esta idea encaja a la perfección en una sociedad en la que el aliento a valores juveniles conduce a pasos de gigante a una puerilización de la sociedad alarmante: playstation, adultos viendo cine Disney, moda juvenil y películas-juguete como éstas cuyo único propósito es entretener, ya que la mayor ignominia que puede asolar a un niño es... el aburrimiento.

No deja de sorprenderme (aunque encaja), que se traiga a colación no sólo Lady in the water. Y es que no sólo es la película más infantil de su director (que ya es decir), sino que el tratamiento que en ella recibe el crítico sólo puede calificarse de un modo: pueril.

Anónimo dijo...

Arturo Belano, con todos mis respetos: lo ha entendido usted todo al revés.

Explíqueme, por favor, lo de adultos viendo películas Disney. Por más vueltas que le doy, no entiendo a dónde quiere llegar.

Libertino dijo...

joder arturo...
¿y que reestrenarías?
¿Torso?
¿Zombi3?
Yo prefiero lo que han hecho, que más que infantil me ha parecido gamberra, y gamberradas las hece Quentin, las hace Haneke y las hizo Hitchcock.

Portnoy dijo...

Me parece Alvy que en tu análisis te olvidas al director capaz de fagocitar a todos los directores que nombras (Lynch, Allen, Tarantino... ) y reconvertirlos en algo muy personal y francamente extraño. No es raro que Miike y Tarantino colaboren próximamente (o lo hayan hecho ya)
La cuestión es si se debe "deconstruir" como parecen hacerlo Tarantino o Allen, o "recrear" desde la certeza de que todo está filmado y asumido por el público, como Lynch y Miike.
En fin, quizás no aya cuestión alguna.
Un saludo

Kelzor dijo...

Amigo Arturo: si considera pueril la Playstation no me extraña que no haya entendido el objetivo de "Grindhouse".

Anónimo dijo...

¡Qué ganas! ¡Qué ganas!

Anónimo dijo...

Noel, que nuestra sociedad está culturalmente infantilizada (¿quién la desinfantilizará?) es un hecho poco discutible. La juventud es no un valor primordial sino EL VALOR. Constantemente se nos invita a no envejecer no sólo físicamente sino también actitudinalmente. ¿Qué es lo mejor que se puede decir de un anciano? Que se mantiene joven. Los valores juveniles lo impregnan todo: la diversión, la frescura, la imediatez, la intensidad.

En consonancia, en el terreno cultural, la puerilización avanza igualmente. Los espectadores adultos de cine Disney (y análogos) no se limitan (ni mucho menos) a los adultos que acompañan a sus niños. ¿Cuántos treintañeros compran tebeos de los 4F, Spiderman y compañía? ¿A quién sorprende ver a hombretones (y mujeronas) matando marcianos con la playstation y derivados?

Todo ello se comprende mejor una vez que se ha normalizado la idea de que nuestro gran cometido en la vida, aquello a lo que debemos dirigir nuestros esfuerzos, es el goce, el entretenimiento, el disfrute. Como los niños, que no deben aburrirse y hasta estudiar tiene que ser díver para ellos. Y detrás de esa idea tan generalizada hoy lo que hay es básicamente una intención de aprovechamiento comercial del hedonismo.

y en esa línea se encuentra el asunto Grindhouse. No hay en él una revisión de contenidos (mucho menos una crítica) del cine en que se basa, sino una celebración de sus "valores". Por eso no hay parodia, sino mímesis. Cine ingenioso, si quieren, arte ingenioso, pero devaluador y estéril porque una vez que está hecho no da más de sí. ¿Tendría sentido (aparte del comercial) que QT y RR (o cualquier otro) siguieran esta senda en sus siguientes películas? No. Ya han hecho su chiste. Una vez que se mete una cafetera en un museo se terminó la historia, no tiene sentido seguir con una báscula, una grapadora o un destornillador.

Libertino, ¿qué diferencia hay entre éstas y aquellas? Y claro que son películas gamberras. ¿Quién sino los niños hacen gamberradas?

Y amigo Henrique, creo haber entendido a la perfección el propósito de estas películas, cuestión distinta es que le dé algún valor a dicho propósito. En cuanto a la playstation, ya me dirá usted qué tiene de adulto (a no ser que entienda por "adultos" contenidos violentos, sexuales y demás, esto es, lo clásicamente adolescente).

El Miope Muñoz dijo...

Puedo admitir que Planet Terror le parezca un chiste, pero ni así: nace de un homenaje puro y duro. Lo de gamberrada yo no lo creo para nada.

Y Death Proof es, usted tan adulto y la sociedad tan adolescente, un cine de guión: me sorprende que este tan tranquilo soltando disparates de Tarantino cuando Pulp Fiction se parece más a Vivre sa vie y Kiss Me Deadly que a otra cosa. Me parece que no hay nadie que haga un comentario más crítico que QT ya que selecciona muy bien sus referentes: hace referencia a cosas muy concretas de peliculas, tambien, muy concretas, algunas ya "reconocidas" y otras no. ASÍ DE SENCILLO.

Anónimo dijo...

Planet Terror es un homenaje puro y duro, correcto. Tarantino hace referencia a cosas muy concretas de peliculas, tambien, muy concretas, de acuerdo. Y de lo uno y lo otro hacemos dos películas a favor de un mismo proyecto. Ninguna de ambas ha sido concebida para ser enfrentada directamente, sino a través de ese diálogo subterráneo con el espectador: esto aquí, esto allá ¿lo pillas?, ¿ves por donde voy? Es decir, un juego referencial (he dicho juego), acompañado de una dosis de realidad irreal (trailers que no son, roturas de cinta que no son) en el que lo que importa son los guiños y las intenciones (del director, del espectador) pero no la película, cuyo contenido no sólo es insalvable sino perfectamente intercambiable con el de aquellas en que se inspira.

Por lo demás, si lee con atención mis textos previos verá que en ningún momento hablo de Pulp fiction ni generalizo acerca del cine de Tarantino. Que si hay que hacerlo, se hace, pero desde luego no lo he hecho. Así que si “Pulp Fiction se parece más a Vivre sa vie y Kiss Me Deadly que a otra cosa”, pues por mí perfecto pero usted sabrá a qué viene. Así de sencillo.

Anónimo dijo...

A ver, usted, Arturo, entonces: ¿No es una revisión de contenidos porque festeja al continente en su fondo que, en este caso, es su forma?

Anónimo dijo...

Perdonen que insista: la animación es una forma quintaesencial del arte cinematográfico, por no decir la forma más pura e imaginativa de cine que jamás ha existido. Una buena película de dibujos animados supone la combinación de un gran número de talentos, capaces de dar vida a un entorno y a unos personajes a través de su pluma (o de su ordenador). Por tanto, hablar de una película de Disney como un producto exclusivamente infantil (y, por tanto, como algo poco digno de un espectador adulto) es injusto, reduccionista, tópico y denota un gran desconocimiento del tema en general.

De lo de los tebeos... En fin, que uno tenga que argumentar esto a estas alturas...

Francisco Ortiz dijo...

Directores estos a los que observar en ocasiones con un ojo abierto y con otro cerrado, pues exigen devoción a veces para no salir corriendo del cine, para no jurar no volver a ver nunca nada más de ellos. Sus análisis, Alvy, magníficos.

Balaguera dijo...

Por dios, cuanto comentario y qué poco se ha dicho...

Anónimo dijo...

Empezando por usted, CLARO está.

Es el problema de los commentarios en los blogs, sí el quue firma el primero no tiene conocimiento, el resto... pues...

Anónimo dijo...

No pensaba intervenir hoy ya, pero permítanme nada más que responda al comentario de Anónimo.

Y es que puedo suscribir casi todo lo que dice, porque en buena medida ha malinterpretado lo que yo he dicho.

Nadie niega la excelencia del trabajo de quien realiza (buenas) películas de animación; quienes desarrollan ese trabajo son evidentemente adultos además de gente talentosa, como los buenos escritores de literatura infantil o los buenos autores de cómic superheroico (insisto, superheroico; desde luego yo no sostengo que toda película de animación deba ser per se infantil.

Ahora, el cine Disney en general, sí es infantil no por la dificultad de su elaboración, sino por su contenido ideológico, por los dilemas que plantea y por cómo los resuelve. Son cosas obviamente distintas.

Digo más, la producción de cine de animación infantil y su consumo por adultos es lo que en buena medida dificulta la producción de cine de animación específica y exclusivamente para adultos (para adultos no por la cantidad de carne que enseñen sino de nuevo por su contenido).

En cuanto a "los tebeos", supongo que sin darse cuenta, ha generalizado usted cuando yo me referí exclusivamente a Spidey, los 4F y, si quiere, la familia pijamera en general. Lo cual, ciomo es obvio, deja fuera a Peeters, Delisle, Davodeau, Tomine, Burns, los Hernández, etc etc. De nuevo contenidos, no medios ni formas.

Buenos días a todos.

Anónimo dijo...

No aguanto más. Belano, usted ha llevado la ignorancia al paroxismo.


Uno. Firma con un heterónimo febril e infantil de Bolaño, lo que, de parte del mismo Bolaño, le valdría una buena colleja. No exagero, lea BIEN a Bolaño o, por lo menos, sea delicado: el pobre hombre murió, y no es plan de desacreditarlo. Aunque, si vamos al Belano de los detectives salvajes su posición, a ratos, podría ser adecuada.

Dos. Se nota que usted es de esos que creen que la cultura es sólo eso avalado por la academia, pero no se preocupe: con algo de suerte puede que descubra que los superhéroes siempre han sido algo grande. ¿O usted es de esos a los que le molaba esa mariconada de Sandman?

Oh, este tebeo es adulto y con contenido: Cita a Shakespeare y a la mitología grecolatina.

Oh, este tebeo devela los profundos entresijos del alma humana a travéz del costumbrismo. Cuan adulto, cuanto contenido abarcan sus páginas.

¿Gusta de la Satrapi, además, sr. topicazo?

Tres. ¿Se da cuenta de que su infinita ignorancia es inabarcable? ¿Se da cuenta que habla desde la perspectiva de un gilipollas que quiere que le den todo servido? ¿Por qué cojones no deja de llorar/patalear contra Disney y se pone a buscar usted solito? ¿Ahora me va a hablar del mercadeo? ¿Sabe por qué la producción de animación para adultos, fuera de alguna maravilla tipo South Park, por poner ejemplo, no es debidamente difundida? Por los prejuicios de gente como Usted.

Cuatro. ¿Usted usa el palabro lúdico? Ok, la próxima vez que piense usarlo hágase un favor y no lo haga. ¿O es que, de niño, no le compraron la Nintendo sus padres?

Cinco. Su Puta Madre ¿me oye? SU PUTA MADRE.

Kelzor dijo...

Arturo, sin acritud, pero alguien que generaliza los videojuegos como infantiles, no merece la pena perder el tiempo hablando con él.

Libertino dijo...

Semi Off topic:
Si alguien argumenta que Planet Terror es una basura y que está mal montada, iluminada, dirigida etc... ¿es tonto?
Yo creo que RR buscaba ESO
¿no?
Es que leo cada cosa por ahí...
¡¡¡en algunos cines advertían por medio de carteles que la peli se ve mal a posta!!!
Beeee-éééée-eeeeeeeee
Ovejos...

Pablo dijo...

Es inútil perder el tiempo con una pléyade de sectarios posmodernos como los que hay aquí, que precisamente, han adoptado una flexibilidad abrumadora para la aceptación cultural, y sin embargo, no admiten crítica negativa hacía sus preferencias. Pero no se extrañe el que disiente, estos tipos son los "grupies" de Lacan, Derrida,Lyotard o sucedáneos por el estilo. La extrapolación al arte, de esta vehemente defensa de los filósofos desnortados, son la defensa del videojuego pueril- dionisíaco, como no, monoadjetivo posmoderno- al estilo Half Life, cine basura como el de Hostel, la serie Buffy y un largo etc de causas perdidas. Pero no los juzgue por su rematado mal gusto, caería en craso error; júzguelos por deshonestos. La mayoría de estos sujetos, sostienen un discurso (de manera obtusa) a sabiendas de que es una boutade, pero, y he aquí lo importante, esa es la esencia posmoderna: la soberbia impostura, de buscar "lo alterno", ya que hay una cultura elitista (ergo repugnante) que debe ser aniquilada. Así se puede reivindicar cualquier chorrada, lo que importa no es la obra defendida, es el modo de defenderla, cual pelea de gallos. Esto no deja de ser irrisorio, ya que estos pseudocríticos, acaban modelando su propia obra de arte, cuya fuente es modificada al antojo, por el modernito de turno. Y lo más patético-jocoso de esta gente, es que, en su oposición frontal al establishment artístico-cultural-filosófico..., acaban configurando un esquema cultureta, tan elitista como el que denostan. Salvo a Alvy, del que he leído críticas suyas muy buenas (aunque tenga la inevitable tendencia posmoderna al onanismo), pero personajes como HT, son sólo la punta de este iceberg pedante: punta engrosada por los menos versados en la jerga posmoderna (y los profundamente ignorantes); la base,ha refinado su argumentario hasta el punto, de ser lo suficientemente crípticos para no entenderse ni ellos mismos -la cima del sujeto escindido-, con lo que, entran en el altar lo irrefutable, máxima aspiración de esta jauría.

Pablo dijo...

Respecto a el tema Disney:el pobre Arturo - que comete el máximo error de firmar con pseudónimo- no se equivoca en nada. El cine de la industria Disney, ha sido infantil muchos años, hasta que Pixar, modeló el engranaje. Explíquenme, "meta-personajes", por qué no son pueriles las películas Disney pre-Toy Story, porque mi nivel intelectual, es insuficiente para discernir las causas. También, residuos diletantes, diserten sobre la madurez del videojuego, narrativa obviamente predestinada, ergo inequívocamente unívoca. ¿Qué invención artística, qué ulterior código de lenguaje aprecian ahí?. Henrique, usted que merece un orbe, defienda, por qué los videjuegos no son susceptibles de generalizarse en términos pedestres. Por favor, mi libido depende de ello.