lunes, junio 16, 2008

Algunas observaciones sobre el cine de superhéroes



Hancock apesta. Dame a Garth Ennis. Es un buen punto de partida para entender que pasa con el cine de superhéroes o mejor dicho que nos pasa con la variante cinematográfica de estos supertipos. ¿Cuántas adaptaciones a imagen real han molado con todas las de la ley? Citaré algunas: Superman 2, el díptico de Fantastic Four y gran parte del díptico inicial de X-Men tiene sus cosas. El Superman de Richard Donner buscó su alma en ese número de Action Comics que se abría y de hecho tenía un origen bien bello, con momentos geniales (la carrera de Superman con el tren y los suspiros de Lana Lang, o Christopher Reeve). Pero, como en el caso de Batman, fue llegar Paul Dini y Bruce Timm y se acabó. El caso de Spider-Man también es similar. Ocurría algo: ni las películas eran excesivamente fieles al imaginario trasladado (como saben algo menor cuando el resultado es interesante) ni conseguían capturar ese merecido sense of wonder que se le asocia a la Edad de Plata, dando por supuesto que la irrepetible Edad de Oro es, ciertamente, eso. Kingdom Comes y Marvels, ambas ilustradas por el pretencioso Alex Ross hablan de exactamente lo mismo: la edad de plata en términos de memoria, y su relación con los mitos y la misma lógica y dinámica de la aventura.

Resulta molesto que el cine de superhéroes no haya llegado a la edad de plata. A lo sumo, a los peores momentos de Ross, como Superman Returns. O a ser un tebeo de Jim Starlin, como señalaba Henrique Lage, pero absolutamente serio. No hay otra forma de entender, de momento, la aportación de Nolan a este género con su aproximación al murciélago. También resulta díficil confundir muchas veces el razonador con el conocedor, sobretodo porque lo que conviene al cine de superhéroes es lo mismo que impulsó a la Edad de Plata o hasta la posterior deconstrucción: ideas sacadas de la ciencia ficción, autoconsciencia y reflexividad. Pero a poder ser en orden y sin happy endings. No se trata de fidelidad, sino pues de calidad y de madurez. Pero para eso, también es cierto que tenemos a los tebeos, dirán algunos.

O no. Si Matrix es una heterodoxa cinta de superhéroes es posiblemente la aproximación más interesante. Pero al margen del ciclón Wachowski, tres de las mejores películas superheroicas son estrictamente cinematográficas: Darkman, Los Increíbles y El Protegido. No me parece nada casual que todas sean obra de tres genios estrictamente cinemáticos, preocupados por depurar y afinar su lenguaje. Por eso conviene analizar como inteligente y hasta aceptable la estrategia de la refundada Marvel Studios: ofrecer como base conectiva un obligatorio dramatis personae (y hasta universo) con estrellas y sin demasiadas preocupaciones que las de ofrecer un espectáculo depsreocupado de superhéroes. No es poco. También Guillermo Del Toro ha convertido al lacónico Hellboy en un chulesco action hero que en nada se parece al melancólico y solitario demonio que deambula encontrandose con criaturas del tebeo de Mike Mignola, una obra con una sensibilidad más cercana a El Laberinto del Fauno que a la propia Hellboy. Pero no importa: Del Toro añade a sus criaturas una dosis de acción, aventura y oneliners bienvenidos. Pero ¿podrán llegar los superhéroes del nuevo medio, en estos años de renacida popularidad, a ofrecer más momentos equiparables al impertinente sentido del ritmo de la dupla Stan Lee-Jack Kirby, el genio último modelo Mark Millar o la irreverencia, a caballo entre la tradición y el futuro, de Grant Morrison?

4 comentarios:

Joseóscar dijo...

Que el cine no esté aún preparado para Kirby dice de su grandeza. Si se atreviesen con Morrison me temo que harían marcianadas similares a las de "El almuerzo desnudo" de Cronenberg.

A tu nómina de pelis -incontestable- yo añadiría Batman 2, con ese tono navideño-kitsch desquiciado en el que veo al mejor Burton, con un Bruce Wayne autoparodiado y un guión repleto de referencias crísticas y chistes rimados y descacharrantes... ¿Es grave lo mío, doctor?

"Con cinta adhesiva y un poco de paciencia... ¡Véase la diferencia!".

Libertino dijo...

yo ahora estoy con los tochacos de Hitman.
Impagables (bueno, a 25 leuros)
Una vez hablé con Del Toro durante un rato de la imposibilidad de rodar Preacher en USA
Vaya trilogía, JARRRRLLLL!!!

El Miope Muñoz dijo...

Tropovski estoy de acuerdo con que Batman 2 es muy interesante (y estupenda porque cada día me gusta más) pero no tiene nada de superhéroes. Tiene una escena, el baile de disfraces, que es muy significativa al respecto. Que está muy bien, pero la radicalidad de Burton llegó a un punto, interesantísimo, en el que la cosa era un relato social de freaks en la línea Eduardo. Pero nada alegórico. Las cuatro tortas de Batman me parece testimonial, tan efímeras como lo son los prólogos. Es directamente la colleja de Burton a la industria, cuando este aún podía permitirse lanzar collejas.

El Miope Muñoz dijo...

Y en todo caso, gracias por sus comentarios, siempre muy interesantes.