Salman Rushdie publicó este artículo titulado
Cine y literatura, amistad peligrosas en el suplemento ABCD. Lo leí con calma el domingo, un día después de su publicación, y aún me dura la risa y la indignación. Rushdie acierta cuando describe a Slumdog Millonaire por lo que es: una película mediocre basada en un libro aún peor (no traten de leerlo entero). Como el artículo al final queire hablar de los cambios y termina resultando simpático y bienintencionado, pasaré a rebatir la insostenible tesis de Rushdie acerca de películas. Tan insostenbile es que parece un literato hablando de cine (y conozco a hombres de letras, si es que puede existir hoy esa definición, como Vicente Luis Mora o Eloy Fernández Porta de los que aprendo con sus juicios y observaciones cinematográficas):
"Vidas cruzadas traiciona la visión de Carver al ascender de categoría social a la mayoría de sus personajes, de modo que su desesperación a duras penas suprimida parece más bien falta de moderación."
Mal. ¿Qué? ¿Traicionar el qué? Una adaptación es una interpretación. Como tal debe juzgarse como película. Otra cosa es que la película se sueñe fiel y termine siendo lo opuesto (el caso de Zack Snyder). La película no traiciona nada porque no quema los libros de Carver ni los banaliza. Añade una visión del mundo, caótico e hilado a través del jazz, muy propia de Robert Altman. Y es una excelente película. La fidelidad no es un mérito, ni un demérito, debe explicarse a los fanboys y a cualquier intelectual que cae en la misma y estúpida dialéctica.
"[…]la película de los hermanos Coen No es país para viejos, que logra triunfar manteniéndose muy cerca, una escena tras otra y una línea de diálogo tras otra, de la novela de Cormac McCarthy […]"
Otro disparate. El guión no sigue al pie de la letra la novela de Cormac McCarthy (aunque la historia transcurre de modo similar, Chigurgh es todavía más fantasmagórico y no recita sus codas publicitarias) pese a que tenga momentos que parezcan idénticos. Los referentes de los hermanos Coen no son literarios. Son de lenguaje. Y en su lenguaje está Hitchcock. Los Coen interpretan con juicio a McCarthy: ven en su obra un western de vaciado, lo que es una excelente lectura. Pero no es que triunfe manteniéndose cerca. No, los Coen no están cerca de McCarthy que trabaja con otro medio y lenguajes absolutamente distintos. Esto es lo que Rushdie es incapaz de ver. Como en There will be blood, donde PT Anderson está más interesado en un referente como Stanley Kubrick que en el punto de partida (la novela de Upton Sinclair).
Después Rushdie divaga sin saber si hay buenas adaptaciones, mejores adaptaciones o malas adaptaciones. Sin más hasta llegar al final. Huston triunfó por su depuración en Dublineses, no por adaptar bien a Joyce.
2 comentarios:
No me tire de la lengua con Zack Snyder.
El libro de Rushdie sobre "El mago de Oz" es bonico del tó.
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