United 93 es, de momento, la más inteligente propuesta que se ha podido rodar sobre el 11S (de forma literal) y no por su condición de modélico y angustiante nonfiction film con perfectos actores desconocidos y documentalismo desnudo como puesta en escena con una frialdad que evita jugar de forma bastante redundante con la emoción del espectador. Sin embargo hay un significativo (aunque apenas se perciba) cambio respecto al Greengrass de Bloody Sunday: lo que antes fue una denuncia de unos hechos, de lo que aquí se trata es de la crónica de un suceso de antes-de-ayer. De hecho pese al detalle del terrorista mirando las torres gemelas (si se observa narrado con inteligencia, como un destello) y el extraño juego icónico que supone verlos con un pañuelo hereje del coronel John Rambo, el autor no cede ante las tentativas de una venganza heroica y genuinamente de sabor patriotero: más bien al contrario, relata con una espectacular fotografía de Barry Ackroyd un gris y desesperado relato de humanos al límite de sus vidas (y Greengrass opta por incluir en humanos a todos y cada uno de los personajes que suben a ese avión, sin excepciones).
El espectador perdona algunos errores de rigor (esos teléfonos móviles post-el atentado) y queda inmerso ante algunas de las virtudes en el planteamiento de Greengrass: el atentado en el World Trade Center es visto, como de verdad lo vimos: por la CNN (nuestros respectivos telediarios), en directo (la narrativa es en tiempo real) y sin entender demasiado de lo que ocurría a nuestro alrededor. Si a eso le suman cada uno de los compases de John Powell como sones del Apocalipsis tenemos una de las más desasosegante películas catastróficas de todos los tiempos, no obstante el sello nos lo proporcionó antes la realidad.
El espectador perdona algunos errores de rigor (esos teléfonos móviles post-el atentado) y queda inmerso ante algunas de las virtudes en el planteamiento de Greengrass: el atentado en el World Trade Center es visto, como de verdad lo vimos: por la CNN (nuestros respectivos telediarios), en directo (la narrativa es en tiempo real) y sin entender demasiado de lo que ocurría a nuestro alrededor. Si a eso le suman cada uno de los compases de John Powell como sones del Apocalipsis tenemos una de las más desasosegante películas catastróficas de todos los tiempos, no obstante el sello nos lo proporcionó antes la realidad.
Autobombo: Tormenta de verdad.
5 comentarios:
No he visto la película. Con tu reseña, la añado a mi lista de pendientes cinéfilos.
Saludos
A mí me moló mucho, pero hubiera sido una absoluta obra maestra si Greengrass no nos hubiera sacado del avión. Nada de controladores aéros ni militares: sólo los pasajeros del vuelo 93 y nosotros. Vale, no sería la gran película del 11-S, pero sería un ejercicio impresionante de cine de terror extremo.
Después de la coincidencia de nuestros respectivos post, y tras decirle que estoy de acuerdo con todo lo que dice, y ante los problemas sufridos por el correo, le cuento que he intentado escribir el enlace en este comentario, pero me lo rechaza. Me dice que mi HTML no es aceptable. Así que he intentado mandar un nuevo correo, pero me encuentro con el siguiente mensaje:
El programa de filtrado de servidores del destinatario rechazó el mensaje.
Éste es el motivo del rechazo:
Correo desactivado, el destino no acepta mensajes
¿Qué hacemos?
¿Tiene otra cuenta? A ser posible que no sea hotmail.
Sin ideas.
En cualquier caso te diré que se trata de un enlace más a la dirección:
http://translate.google.com/translate
Y supongo que allí encontrará instrucciones.
Un saludo. Y lo siento.
Peliculón. El dinero mejor gastado en mucho tiempo. Salí helado de la sala. No sé por qué, pero me da que la de "World Trade Center" no va a superarla.
Yo iba con miedo tras la oleada de documentales del 11S que me tragué en la tele, pero me cautivó la película y logra meterte de lleno en la escena.
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