martes, marzo 03, 2009

El País informa sobre las Masas y su llegada a la Cultura, el bloguero les recuerda que la Cultura es producida por y para los Humanos

La cultura ya es de masas asegura Abel Grau en un reportaje (excelente y sintético, directo y con muy buenos referentes como el indiscutible José Antonio Millán) que generará un bello debate, espero. Sobretodo por la inclusión de Vasili Grossman y Wall-E en primera línea. La pregunta que plantea Grau es muy inteligente ¿Somos cada vez más cultos? Ofrece datos que pueden invitar tanto al optimismo como a la cautela.

Y es inteligente por una razón: la cultura elitista ya no existe. El que quiera verla es, sencillamente, un hombre de otra época. Con Internet permitiéndonos el acceso a deliciosos ensayos sobre Mozart, a grabaciones de Bach, a grandes escritores…La Biblioteca (real) ya ni siquiera sirve de argumento.

El otro día Scott Esposito dijo que concibe la cultura como intercambio de ideas. Lo es, pero recuerdo a Raúl Minchinela y a Ultraplayback. Internet nos ha demostrado que hablar está antes que escuchar. La prepotencia de escribir antes que la audacia de leer. El paradigma, masas o no, todavía no ha cambiado.

8 comentarios:

Carolink dijo...

Ay, aplaudo con entusiasmo las dos últimas frases. Un poco de repliegue del ego enardecido en estas fechas no nos vendría mal. Y sí, sí hay una cultura de elite, pero esa elite no está marcada por el poder adquisitivo sino por la curiosidad y el espíritu crítico que viene unido a ella.

Anónimo dijo...

No sería yo tan rotundo en la afirmación de que no existe una cultura de élite. Opino que existe y sigue estando marcada por el nivel económico.
Por una parte solo un ejemplo que se aprecia materialmente, la ópera. No mucha gente puede permitirse pagar los ciento y pico euros que cuesta. Es decir, el modelo clásico de cultura de élite en parte sigue ahí. Y sí, esta claro que puedes verla por internet, de la misma manera que puedes ver conciertos de la filarmónica de Londres, pero no es lo mismo. Hay quien se sienta en el palco y quien se sienta en la silla de oficina de su casa.
Por otra parte la cultura de élite con internet a tomado nuevas formas. LLamalo de momento cultura "exclusivista". Ña blogesfera está lleno de muestras, y ésta es una. No mucha gente tiene la capacidad (y por tanto tampoco el interés) de leer y comprender este blog, de disfrutarlo. Y la "curiosidad y el espíritu crítico" es algo para lo que debes de estar educado, no naces con ello. Y ahora si llamalo de élite, porque numerosos estudios (dicho así suena a mentira) demuestran que el nivel educativo está directamente relacionado con el nivel económico.
Entonces yo opino que SÍ existe la cultura de élite aunque con nuevas formas (quizás más veladas).

El Miope Muñoz dijo...

Mateo, me parece un comentario lúcido, sobretodo por lo del nivel educativo, aunque me gustaría hacer un matiz.

En el Teatro Kursaal de Manresa, una ópera accesible convendremos, la entrada cuesta 48 euros. Un partido de liga cualquiera (el de este sábado) del FC Barcelona entre 30 y 67 euros.

El Liceo Barcelonés, una ópera de prestigio convendrá conmigo, tiene las entradas de Król Roger de 25 a 186 euros (descartamos la zona más alejada, a nueve euros).

El partido de Champions del FC Barcelona contra el Olympique tiene sus entradas de 84 a 153 euros. Pero no hay que olvidar el asunto: la gente prefiere el fútbol a la ópera.

Sin embargo, el fútbol no es elitista, naturalmente, sól ohay que echar un ojo a los que escriben sobre él. Sólo caro. ;)

El Miope Muñoz dijo...

Disculpe mi redacción apresurada: "sólo hay".

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón. No conocía que existieran esos precios en ópera, creo que al menos en Valencia no los hay (no estoy 100%seguro). Y no podías estar más acertado con lo del fútbol. Has dejado K.O. lo que digo sobre que sigue existiendo materialmente una cultura de élite.

Oche Zamora dijo...

Hola a todos:
Carolink caracteriza a la nueva élite por estar marcada por curiosidad y el espíritu crítico. Mateo, más tradicional en este sentido, habla de clases sociales. Alvy Singer niega que exista ya una cultura elitista gracias, básicamente, a internet. Yo, por mi parte, quiero lanzar la siguiente cuestión, ¿no sería el tiempo libre que cada cual puede dedicar a los productos culturales lo que diferenciaría en este momento a la élite cultural? El actual sistema laboral mantiene aún en esta época a millones de personas alejadas de ciertos productos culturales, sobre todo de aquellos que necesitan del receptor (lector o del espectador) un mínimo de energia y concentración.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Lo del futbol es también mi argumento más recurrido en el debate sobre los precios de la Cultura/Espectáculos, porque es una verdad como un templo. Proporcionalmente, la mayoría de espectáculos no son caros, y normalmente vamos sobre seguro, quiero decir, nadie garantiza que un partido de futbol o tenis vaya a ser bueno, pero un concierto, salvo imprevistos, suele cumplir con un mínimo de calidad.
Yo sí veo, en cambio, el elitismo cultural-económico en otras "manifestaciones culturales", aunque yo no tengo muy claro que pueda llamarla así (tampoco las he probado, ni me interesan a priori), como son el circo gastronómico-festivo (alta cocina y mundo gourmet), y la moda y aledaños.
Por otro lado, creo que los productos culturales siguen siendo consumidos por una élite intelectual, que representa, como decía el eslogan de la 2, "una inmensa minoría".
Un éxitos como Wall-E, creo que se debe más a la excelencia de las creaciones de Pixar, que ofrecen productos de una alta calidad, sin renunciar a su aspecto más comercial. Y no voy a entrar a decir que eso también era una característica del cine clásico americano, y en especial de un grande como Hitchcock.

Anónimo dijo...

El articulo esta bastante bien aunque aun lleve puesto el corse de la dualidad alta/baja cultura. PEro supongo que seria demasiado esperar distinciones mas finas. Aun asi me pregunto si mas que un acceso mayor a "alta cultura" lo que explica los nuevos patrones de consumo son una mejores tecnicas de marketing.