miércoles, octubre 17, 2007

Sleuth

La Huella es una película de Joseph L. Mankiewicz tan incomprendida como juguetona a día de hoy. La obra de Anthony Shaffer (adaptada por él mismo) era una parodia de Agatha Christie bastante hábil y no deja de resultar tan injusto como lógico que Shaffer (que escribió también cosas tan maravillosas como Frenzy o The Wicker Man durante los setenta) terminara escribiendo adaptaciones al cine de Agatha Christie, autora que precisamente superó con su obra teatral.

La Huella es una parodia del mecanismo general de las novelas de Christie que es el de reunir una serie de sospechosos y terminar delatando al culpable de la forma más inesperada posible. En este esquema Christie alcanzó la genialidad, cualquiera que haya leído El asesinato de Roger Ackroyd sabe que es imposible resistirse al grado de delirio de la autora respecto a sus mecanismos. Shaffer ejecuta una parodia al presentar dos sospechosos como protagonistas del juego: Sleuth es un intercambio constante y juguetón (infinito, tal vez) entre criminal y detective que usa sólo la inteligencia (del espectador y de sus personajes) como única herramienta del espectáculo, como hacían el Leroux del Misterio del Cuarto Amarillo o el Bioy Casares de los misterios de Isidro Parodi.

Precisamente Sleuth se llama mi nuevo juego detectivesco favorito: te creas un usuario y escoges que tipo de detective quieres ser. Con esta broma referencial Sleuth resume además las distintas fases de la novela negra con más preclaridad de la aparente: tal vez mi favorito sea el que se dedica a interrogar y a observar. Una de las virtudes más ignoradas de los videojuegos son su capacidad para sintetizar y releer géneros clásicos, y en este caso a través del guiño tejer una suerte de deconstrucción del género al poner en evidencia todos sus engranajes pero también tienen una capacidad de reinventarlos jugando desde el conocimiento de causa.

2 comentarios:

Salanova dijo...

Lo mejor de la original es -SPOILERAZO-, sin duda alguna, cuando Michael Caine juega con Laurence Olivier, es delicioso disfrutar de como Laurence Olivier que ,durante casi toda la película es un cabrón que parece tener todo controlado y juega en sus territorio(evidentemente conoce su casa mejor que nadie), es engañanado por Michael Caine( lo bueno de todo es que el personaje de Olivier es escritor de novelas de intriga!).

Yo creo que le gustará la nueva; tiene momentos geniales pero se pierde, se pierde, ya verá.

... dijo...

La verdad es que me di un susto que te cagas cuando vi, sin saber, a priori, nada de nada, el trailer de la nueva Huella. ¿Branagh? Su puta madre, odio a este cantarín sinvergüenza, odio su anti-estilo, sus irritantes y pedantes enfoques de cualquier tema que toque (se lleva la palma su versión de Frankenstein. Un crimen). Jude Law haciendo de Caine y éste haciendo de Olivier. Hostia. Lo peor de todo es que tengo un huevo de ganas de verla. De sobra es conocido que carezco de prejuicios cuando veo versiones y más versiones de clásicos literarios, teatrales o de otras pelis. Y de sobra es conocido que Branagh corre el riesgo de ser estrangulado con mis manos si la ha cagado TAN HONDO como en su Frankenstein. Algo bueno en esta nueva versión de La huella hay: Branagh no se agenció ninguno de los dos personajes principales.