sábado, mayo 27, 2006
EL HOMBRE QUE INVENTÓ EL UNIVERSO
En 1912, un día como hoy, 27 de Mayo, nace John Cheever y hoy precisamente tengo en mis manos sus dos tomos de relatos que ha editado tardíamente Emecé. En esta estupenda web pueden ver algunas de las reseñas más interesantes y gran parte de las anotaciones que Rodrigo Fresán está realizando en la obra del genio estadounidense, y se le sigue considerando el referente ético de la modernidad. La obra del chico que contaba historias al terminar la clase es hoy por hoy una de las reediciones más agradecidas e imprescindibles de los grandes de la literatura norteamericana del siglo XX. Aquí tienen una reseña de Falconer perpetrada por el Lector Ileso y otro artículo del autor de Jardines de Kensington que empieza así:
"Existe, claro, un Cheever Country, un territorio inequívocamente cheeveriano. En ese paisaje que se extiende desde Nueva Inglaterra (cuna y sepulcro de la familia Wapshot de sus dos primeras novelas), pasa por la Manhattan de los años trenta y cuarenta y, a partir de los cincuenta, deja la Gran Ciudad para instalarse en suburbios residenciales que pueden llamarse Shady Hill, Bullet Park o Proxmire Manor, con la escapada de rigueur a Europa; Italia en especial. El mundo según Cheever –el mundo que se alza al otro lado de las puertas para siempre cerradas del Paraíso- es el mundo de hombres y mujeres urbanos y suburbanos. Un mundo donde puede vislumbrarse– a través del lente ambarino de un vaso con whisky hasta el filo de sus bordes– ¡el horror! ¡El horror! conradiano instalado bajo la superficie aparentemente tranquila de una piscina bajo la luz de la luna. Personajes siempre en fuga-ladrones, voyeurs, alcohólicos, adictos, habitantes de la noche como una inmensa habitación vacía- pero que de algún modo se las arreglan para mantener cierta extraña pureza y una rara forma de santidad."
Siga leyendo "El Mundo según Cheever".
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