jueves, agosto 02, 2007
After you've gone
Hombre, Una historia de Brooklyn viene por fin a destruir todas esas otras historias de Brooklyn que no me gustan. La memoria épica de Lethem por excesiva y porqué Lethem tiene talento, diantres. Y (casi) todas las novelas de Paul Auster, el residente de Park Slope. Y la basura de Nicole Krauss del amor. Nada, que el hijo de un novelista atípico (Jonathan Baumbach, halagado en su último libro de relatos por titanes como Robert Coover) llamado Noah, coguionista de la obra maestra Life Aquatic, nos ofrece un debut tan incómodo como poco conformista en un happy ending casi pedido a gritos y que, fíjense, tampoco desencajaría al público medio. Prefiero éste, el de la memoir gris, al revestimiento cinematográfico (convencional).
Para mí, el doblaje en español tiene un sentido: el de destrucción de todas las historias de redención y palmaditas en la espalda, en forma de realismo mágico, anteriores. Noah Baumbach le da un cameo a su padre, lo que visto como lo retrata bajo los poros de un Jeff Daniels que supera el hecho de que su papel-era-para-Bill (Murray) con sus (otros) registros y está tan bien (como en casi toda su carrera, vaya). El guión de la película tiene dos bazas maravillosas: que la historia ya empezó antes y que su humor es gustoso. The squid and the whale logra en su mayoria de veces un sentido del humor tan gloriosamente alejado de cualquier indiemovie al uso como también una sensibilidad personal. Tiene un par de gags visuales reverentes a Wes y un final muy woodyalleniano: la redención de la derrota (final).
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Brooklyn,
Noah Baumbach,
The squid and the whale,
Wes Anderson
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1 comentario:
Mejor peli 06 en Libertinaje
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