La Caja Lista, Concepción Cascajosa Virino (Ed.)
Uno de los hechos incuestionables de Elitevisión es su condición de proyecto insensato al que los tiempos modernos le ayudan a funcionar completamente (veremos si los avances genéticos, también) por lo que enfrentarse a un libro que pretende abordar la televisión norteamericana actual requiere cierto valor, por parte de los autores, maxime que es imposible abordar todos los episodios, de no ser por libros dedicados únicamente a cada serie.
Concepción Cascajosa Virino ya sorprendió gratamente con Prime Time (Calamar Ediciones) un estimable libro que abordaba a la televisión en su reciente edad de oro y ahora es la encargada de coordinar La caja lista, un ensayo necesario que consigue aportar visiones más que interesantes gracias a su uso de los estudios culturales (algo necesario) como perspectiva analítica (incluso se atreve a rescatar Doctor En Alaska del olvido con un interesante artículo acerca de sus motivos).
Los estudios narrativos acerca de Buffy (el más complejo por ser la serie la que más beba de otros medios y tome muchas referencias culturales, y ya como exponente de ello la carrera actual de Whedon con los tebeos) son necesarios, igual que los de 24 y su tiempo real. Muchísimo más díficil el de Lost, no por su enfoque, sino por ese giro flashforwardiano de la temporada 3 que nos hace pensar que La caja lista debe tener una secuela ya de por sí obligatoria (si a eso le sumamos la película de Sexo en Nueva York y 24).
El clímax del libro está en el diálogo sobre una de las series más comentadas: Los Soprano. Pero a Virino la acompaña Fernando de Felipe y el diálogo podrá ser cualquier cosa, menos obvio. Los interesados en las respuestas del éxito de ciertas series y en porque la televisión lleva hoy la delantera del público, no deberían pasar sin leerlo.
2 comentarios:
Soy uno de esos fanáticos que babean con Lost, y aún no se bien porqué. Me recuerda a Verne y la Isla Misteriosa, integra un misterio bastante misterioso con un gran y alambicado trabajo en las tramas (o no tan complicado, si partimos de la premisa que casi todo el mundo tiene relación con más personajes, es cuestión de sentarse y dejar que los propios personajes se junten).
Viendo los primeros episodios de la cuarta temporada me llamó la atención que, de alguna manera, los supervivientes del Oceanic 815 son ya otra clase de habitantes de la isla (los "aquellos"!), como se pudo comprobar la semana pasada con la llegada a la isla de los supuestos rescatadores. Hará falta ver el punto de vista de estos en los próximos episodios, y parece que no va a hacerse esperar.
Aún no me cabe en la cabeza que la serie vaya a llegar a 2010... me hago un nudo en el cerebro intentando imaginar qué van a explicar en 48 episodios (o sea, casi dos temporadas de las antiguas, estiradas ahora en tres temporadas de 16 episodios). Me temo, que como casi todo lo que se acaba "revelando" en la vida, sea decepcionante.
De todas formas, la serie ha tenido momentos realmente buenos, para mi, los primeros minutos de la segunda temporada son totalmente míticos... no superados hasta ahora por nada.
Ma alegro de que te haya gustado el libro. Muchas gracias por el comentario tan positivo. Un saludo,
Conchi
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