martes, febrero 05, 2008

Un garbeo por Cloverfield

Fuentes:
El deseo y la bestia
Cloverfield por VLM
A propósito
de Cloverfield
El apocalipsis en tu móvil

Algo está pasando: en Lunar Park, Bret Easton Ellis tuvo que vestirse de Bret Easton Ellis para poder hablar de si mismo de la forma más metáforica y terrorífica posible. En Rant, Chuck Palahniuk recurre a las biografías orales de George Plimpton para recontar dos cosas: A sangre fría y la crónica del psycho killer más surrealista de todos los tiempos. Pero no olvidemos una cosa: Capote tuvo que partir de los hechos para escribir la ficción. Ahora es a la inversa.


Cloverfield evidencia que el cine es ahora quien necesita a la realidad. A diferencia de War of the Worlds (2005), la cinta de Matt Reeves va mucho más allá: la crónica de Spielberg (al pie del cañón, con los supervivientes y el desespero, el desconcierto) no tenía la reflexión sobre las relaciones entre el individuo con la Historia. En una bella metáfora: no es que Nueva York se derrumbe, es que ese derrumbamiento está tan ligado a los asuntos privados del sujeto. Esa interrupción súbita de los Hechos es lo que genera prácticamente toda Cloverfield como una película de monstruos fuera de lo normal, la primera norteamericana que se deja ver, sorprender y aturdir tras Jurassic Park de Steven Spielberg. Comparte con la ácida (y magistral) The Host, esa relación confusa, que en la cinta de Boong Jon-Ho deviene perplejidad (característica primordial de su cine), entre monstruos y humanos, pero igual que la cinta asiática, se encomienda a referentes que no podían ser más clásicos: desde los clásicos de Eugene Lourié hasta Them! Además ¿qué es sino el punto de partida, sino una aplicación teórica de aquella frase de Casablanca que rezaba el mundo se derrumba y nostros nos enamoramos?

8 comentarios:

Sergi Bellver dijo...

Y a veces incluso la realidad es fagocitada por el cine, cuando invita al cuco a entrar en el nido. Y acabamos tomando por válidos para lo real los mecanismos que se han formulado desde la pantalla. Los neoyorquinos tuvieron un derrumbe de torres interiores e invisibles más grave que el del propio WTC, en efecto, el 11-S colapsó más aún su seguridad emocional, ese hechizo de grandeza propio de la metrópolis que de repente se vió en entredicho, en juego.

Como "película" de monstruos, eso sí, sin la talla XXL, se me ocurren cintas bastante buenas, como The thing (incluso la segunda versión), y no hablemos ya del genial primer Alien. Como monstruo en película que se deja ver, sinceramente, la revisión de King Kong de Peter Jackson no está nada mal y soporta mejor ciertas etiquetas (me gustaría saber tu opinión al respecto de ese título, Alvy). Cintas como Cloverfield (al final la he visto, para poder opinar, tenía puntos acumulados en la "Cinesa card", menos mal que me ha salido gratis) me recuerdan más al otro "alien", al "versus predator". Nada que ver con la sugerencia y la potencia de lo no dicho del primero. Cloverfield bebe más de los videojuegos y los "reality". Para algunos eso será hasta interesante, estar a la última. Sólo es otra opción más en la estética, por suerte.

El rascacielos ha sido desde los primeros años del siglo XX el símbolo de la potencia americana (imitado por los aspirantes de otras latitudes, cuando la riqueza se desafora). El gran simio, desde las primeras versiones "post-crack del 29" tenía que amenazar con el caos (moral y económico) desde lo alto del Empire State Building. Al Qaeda sabía que decapitar las Twin Towers (ya lo había intentado antes desde la base, pero era mucho más cinematográfica una puesta en escena que garantizara sacarlo en directo en la CNN, haría más "taquilla", más pupa, usar el mismo lenguaje del enemigo) era amputar el orgullo americano a la altura de las rodillas. Los símiles, las metáforas, son viejas ya. Pero siguen funcionando. Por eso la imagen de la libertad decapitada, para convocar de entrada el miedo en los occidentales (neoyorquinos globalizados que aún a miles de kilómetros tienen al puente de Brooklyn más a mano en su bagaje cultural)... pero luego todo queda en poco más que eso, fórmulas de dosificación de la información, lo más viejo de lo viejo entre las novelas, tener al lector/espectador a la espera, justificar la inversión.

Eres la hostia, Alvy, me gusta mucho tu capacidad de relacionar influencias, anudarlas en una red que me parece solvente. Un gran crítico -y pocos hay- convierte algo resueltamente y a priori en lo que tiene dentro, así como un buen escritor tiene en su mirada la mejor baza. Por eso no hay motivo malo para nadie, si sabe darle las vueltas necesarias.

A mí no me interesa este tipo de cine, o debo ser simple y no le veo las vueltas, como sí se las veo a Bergman o Herzog. Me encantaría que un director hiciera de Truman Capote, pero no para filmar un juego de EA o hacer un remake camuflado de Godzilla. Me encantaría que echara al pájaro cuco del nido y masticara realidad con una película sobre Guantánamo, por ejemplo.

Pero qué diablos, al fin y al cabo, that's entertainment.

Un abrazo.

El Miope Muñoz dijo...

Querido Sergi, con comentarios con el suyo que mezclan tanto amor por lo que se escribe y una disidencia tan inteligente, tan bien argumentada, da gusto leerle.

King Kong me parece una película a todas luces insuficiente y sí, aburrida. Se mostraba incapaz de contar lo mismo que la original, en tres horas, y haciéndolo sin duda de una forma peor (más redundante, y con unos subrayados para idiotas, ese momento Conrad) con momentos que no hubiera preferido ver nunca (el baile en el hielo) de un kitsch serio, díficil de soportar sino es con carcajadas. Más allá de eso, la original sigue preservando una historia más brutal y más ambigua. Por cierto ya que cito la original ¿se ha fijado que el King Kong bien podría ser ese gran crack bolsario del 29, igual que esta Cloverfield es ese otro crack del 2001? No dudo de la capacidad de amar de Peter Jackson, pero en su respeto a la obra hay una grandilocuencia (la división en tres actos, la enfatización) que me parece previsible, sobretodo cuando estamos recoloreando una historia a todas luces mejor. Más allá de las comparaciones King Kong tiene un aliento más épico que trágico, y no por casualidad Jackson rescata motivos de sus anteriores tres películas.

The Thing.... Adoro la película de Hawks, pero creo que la de Carpenter es una forma modélica de remake: respetuoso sólo desde la distancia pero en el fondo hinchado, irreverente, explícito y superior En todos los años ochenta está esa idea de mostrar lo que en los años cuarenta era elipsis, y por supuesto La Cosa no es otra cosa que una traslación glaciar del esquema Hawksiano de Rio Bravo (el esquema del que parte toda la obra de Carpenter desde Asalto a la comisaría del distrito 13) de gente atrapada. Es decir La Cosa es mejor que la de Hawks (y Nyby) porque es muchísimo más Hawksiana. ¿Irónico eh? Y además el trabajo de Rob Bottin y el final nada complaciente ayudan a darle al conjunto un aire hermético, misterioso y fascinante.

Y sobre Alien. No puedo añadir nada que no se haya escrito sobre esa obra maestra. Sería mediocre e injusto. Pero si citaré algunas cosas leídas por resumirlo un poco: su imaginería lovecraftiana en el diseño de su monstruo (NV dixit), su mezcla indiscriminada de talentos (Dan O'Bannon, HR Giger, Jerry Goldsmith y el mejor y más eficaz Ridley Scott) que fue fruto de una serie de casualidades nada cósmicas y su fascinante condición de bastarda mezcla entre terror y ciencia ficción.... partiendo todo ello del esquema del noir, el clásico “detection film”. Es una película insuperable y naturalmente que al mirar el monstruo de Cloverfield, una simpática colleja digital a Ray Harryhausen sin todo su talento, uno debe situarse más cerca de películas como Behemoth (o las citadas ahí arriba) que de la imaginación desbordada de Giger.

Cloverfield es una película entretenida, emocionante y con algunas consideraciones a tener en cuenta. Por supuesto que The Host sigue siendo la monster movie que todos deberíamos ver, pero Cloverfield no desmerece porque a nivel técnico su narrativa es una proposición indirecta del plano secuencia, que es algo que ya da una plasticidad y una imaginación en las soluciones de ciertas escenas que en las producciones mainstream no teníamos. Es decir, que para usar bien ese recurso técnico hay que tener una forma de rodar , como poco, inteligente. Acerca de la imagen de la estatua de la libertad, contarte la anécdota:

En su entrevista JJ Abrams, el productor y cerebro de todo esto, aseguraba que a él la idea le vino por la supervivencia de Godzilla como un icono vigente en Japón, en las tiendas de juguetes y demás, pero también había bastante del clima del 11S. Creo que más allá de lo que diga, sea relevante o no, hay dos cosas significativas: el icono pop y el fondo trágico. La idea de la estatua decapitada está sacada, lo admitieron los responsables de Cloverfield, de un clásico subversivo de la SF del mismo Carpenter, con esto cierro el comentario ya: 1997, rescate en NY. ¿Recuerdas el cartel?http://tinyurl.com/yqgo9v

Esto ya tiene un significado, más allá de la referencia o ya sea por la película en sí, una sátira despiadada. Buscando en el youtube REAL UFO encontramos este video http://tinyurl.com/3xrwmn .

Una reproducción excelente del efecto sorprendente de las películas de los años 50, del “you believe!” Pero es otra cosa. Justo esa es la relación que mantiene Cloverfield con los monstruos del pasado.

elpablo dijo...

bueno, bueno, qué ambientito!
ayer desía que me cabrearía si no enseñaban al mostro. pues macho, ahora estoy cabreao porque lo han enseñao demasiao, mira tú! vamos, que no me ha gustao el diseño del bicho un pimiento. la peli, mu bien. pero con algún pero, no? hasían falta los bichicos pequeñitos? hombre, para que se desatara el pánico en el túnel, pues sí, claro... pero yastá bien de bichos pequeñicos hostia! que paresía aquello pitch black!

Sergi Bellver dijo...

Tantas cosas a la vez...

Aunque tienes parte de razón, y alguna licencia le sobra a la película, disiento casi frontalmente con tu apreciación del King Kong de Jackson (a lo peor soy idiota, que todo puede ser) y "mesesaltan" las lágrimas de emoción al comprobar que alguien que ha nacido en otro marco cultural (pop-post-trans-after-lo que sea) posterior (aunque correlativo) al mío (joder, en mi época hubiera hecho filigranas con Internet, y hasta puede que me hubiera decidido por la animación 3D como carrera y le hubiera ahorrado al mundo otro juntaletras, en fin, muchos temas), tenga ESA visión de La cosa (coño, una traducción como está mandado...) de Carpenter. Recuerdo que la vi en el Jurásico, en el programa de La Clave de Balbín, y el debate posterior fue magnífico. Ojalá hubiera programas como ese ahora, aunque fuera en la radio (si un día monto uno, te llamo de crítico de cine fijo, Alvy).

Y sí, me acuerdo de esa otra peli en la que salía Kurt Russell en plan tuerto (¿estamos hablando de la misma, o me falla la RAM?)

Básicamente no tengo mucho tiempo ahora, y no te mereces una contestación con prisa (sí, lo flipas, este es Bellver con prisa... el día que tenga ADSL en casa dominaré el mundo...), pero básicamente creo que estamos de acuerdo en la mayoría de cosas, salvo en ciertos matices del gusto (argumentado o no -eso siempre y ante todo- al final todo esto es cuestión de gusto personal).

Y creo que TODAVÍA no se ha hecho la película post-11-S. Diapositivas, seriales, homenajes, pero aún no se ha catalizado todo en el crisol adecuado, uno que hable más del adentro-horizontal que de lo vertical-exterior. Cloverfield no me lo parece, no sé qué le ven para todo este debate. Pero vamos, lo dicho, tú coges una peli de Paco Martínez Soria y le haces un análisis de la leche, fijo. El tema es que Cloverfield me pareció un producto de consumo y no una obra de arte, aunque el arte sea a menudo consumible, y hasta desechable.

You're the boss, man...

A huge hug for you.
.

pd: una pregunta que me corroe desde El octavo pasajero... ¿dónde narices tiene los ojos el bicho? La boca la tiene calcada a Marilyn Manson, pero ¿los ojos?

re-pd: me viene por culpa del mismo alien y parece que no viene a cuento pero sí, ¿conoces la obra del pintor-ilustrador-fotógrafo polaco Zdzislaw Beksinski? Sería genial que le encargaran el diseño de los monstruos de las próximas películas. Lástima que se le ocurriera morirse hace pocos años..

Oscar Sáenz dijo...

(NO PUBLIQUES ESTO) No sé si lo del apunte a comentarios disidentes con poco amor por lo escrito va por mí. Supongo y si no lo va, ya denoto mis debilidades, jeje. En ningún momento mi comentario pretendía desmerecer a ti ni a nadie, siento si ha sido esa la sensacion en el blog de Vicente Luis Mora. Un saludo cordial y te añado a favoritos.

El Miope Muñoz dijo...

Querido OSC, el comentario iba dirigido a Bellver, su opinión es tan válida como la mía, ab initio, y es, como mínimo, respetable.

Anónimo dijo...

¿Es aquí donde reside el POSMONIÑO?

Anónimo dijo...

Bueno, impresionado me quedo de la cantidad de conocimientos que hay por aquí.

Sobre Cloverfield, estoy bastante deacuerdo. En "Imágenes y palabras" llevamos un tiempo intentando comprender esto del cine. Recomiendo echarle un ojo.

Saludos cordiales.