Los futuros ciudadanos del mañana son gente preocupada: entre sus máximas está la de difamar contra sus animes y videojuegos de la niñez alterados en adaptaciones a la gran apntalla. 2009 será su año, ese en que veamos que clase de futuro y de inteligencia nos espera. La última campaña es Street Fighter: The Legend of Chun Li, exquisita y novísima película cuyo trailer ofrece otra gustosa forma de entender las cosas: Kristin Kreuk pegando patadas. Así que vean como hablan las criaturitas del mañana. El mismo hecho que consideren relativamente fácil darle historia a un beatem'up (algo que sólo tiene sentido como videojuego y nunca como película, más aún con su estética basada en el manga y de delirantes colores chillones y espectaculares patadas). ¿Se imaginan a los integristas de Faulkner, Stevenson, Fitzgerald o incluso Proust enfadados por sus adaptaciones más o menos oficiosas? No, imposible, casi nunca estas adaptaciones reciben crédito alguno por sus lectores, apenas son recordadas más allá de la reposición televisiva o del mes posterior al estreno. Noel recordaba que los fans de Thunderbirds nunca montaron en colera por su traslación, ni tampoco los de Perdidos en el Espacio (y motivos tenían). Más allá de los fundacionales Trekkies, la cuestión es que comparten parcela y miseria los amantes de Street Fighter
y Dragon Ball. Significativo y desesperanzador, como el aplauso general a Watchmen. El contraste es signifcativo: las obras de Toriyama, Capcom y Moore funcionan perfectamente en su medio y son, cada una a su manera, una cierta cumbre, sobretodo el videojuego y el tebeo (siempre preferiré la anárquica y mucho más caótica y hasta reflexiva Dr. Slump antes que su crítica cultural Dragon Ball, con muchísimos capítulos de relleno, un desnortamiento que se revela primero audaz y luego agotador, y una envejecidísima animación para según que combates). El arte es, según estos muchachos, la reproducción más o menos fiel e impecable de una transferencia emocional.
Mejor terminar citando al maestro:
Estoy bastante harto del rollito "retro" en todo. Lo que de verdad me interesa es la época que vivimos por sí misma, que es asombrosa, pero no sus mediocres subproductos artísticos, caracterizados por el miedo al futuro, la nostalgia, el sentimentalismo, la baja autoestima, la falta de sentido del humor, características propias de la cultura del narcisismo que define esta época de transición que estamos viviendo.
6 comentarios:
Sí, el próximo año se presenta duro para el fanboy, no tanto para el de Street Fighter (El reciente Turbo HD Remix y la Cuarta entrega saciarán todas las ansias habidas y por haber), sino para el de Dragon Ball.
Personalmente, visto el trailer de la nueva de Street Fighter, tengo que decir que me gusta, y mucho. Como bien has comentado, la esencia de un beat'm up sólo se puede trasladar al cine de una forma: vía mamporros. Y creo que esto fue lo que muchos no entendieron con SF: La última Batalla, película injustamente criticada que supo captar bastante bien la disparatada y ridícula historia de la mejor saga de lucha de todos los tiempos.
Ahora bien, todos estaremos de acuerdo con que lo de Blanka era de juzgado de guardia.
Saludos!
Lo que no entiendo es al bloguero que critica al fanboy que critica la adaptación que no le gusta. Éste, al menos, tiene cierta justificación. El otro, a veces me parece, sólo cierto aire de superioridad.
No sé, es como iniciar un post sobre Bergman no hablando de Bergman, sino haciendo de menos a determinados seguidores de Bergman.
¿Cierta justificación? ¿O sea que para halagar, para la mamada amistosa, las opiniones de los demás, todos contentos, pero para cuestionarlas no hay "Justificación". ¿El fan justificado? No, el fan no es un propietario de la obra, de su integridad. Esta pertenece sólo a ella misma, si acaso a sus autores y editores en segun que medios. El post de Bergman era para derrocar dogmas para abordarle, que al fin distancian al lector y al espectador de la obra, y también del propio director. ¿Acaso Hitchcock hubiera sido un genio de no ser por su reivindicación francesa? Sería de una inocencia increíble pensar que que no tenemos que tomar en cuenta las opiniones anteriores, y también un error profundo.
Las opiniones se miden en los argumentos y las que se expresen públicamente, incluida la mia señor Anónimo, estan sujetas a críticas. De no estar sujetas a estas, lo que nos queda la censura.
Me explico. No digo que el fanboy "posea" la obra, sino que su admiración obcecada le exculpa y, sí, le resta validez a su discurso. ¿Un crítico musical ofendido por las afirmaciones de jovencitas seguidoras de El canto del Loco? ¿Merece la pena? ¿No estás en cierta manera siendo tú el que los justificas al dedicarles un post indignado? ¿No pasas a ser el fanboy que se pretende digno y que, en lugar de hablar sobre las obras, quiere mostrar a los otros fanboys el buen camino?
Respecto a lo de de Bergman, lo siento, pero cada vez noto más la tendencia a conversar sobre un autor (casi siempre cinematográfico) partiendo de la descalificación de sus seguidores o detractores. No a partir de su consideración crítica analizando los argumentos y desmontándolos, sino parodiando la actitud de las personas que defienden una postura. El deslizamiento hacia la argumentación "ad hominem" tiende a molestarme, porque no me dice nada.Ocurre con mucho artículos sobre Lynch, que dedican más espacio a describir la cortedad de miras de sus detractores que a describir las virtudes de su cine.
Y soy anónimo por pereza, no por sibilinas inclinaciones. La mamada obligatoria: en general, tu blog me parece muy interesante.
Una observación brillante (como ves, de los besos, abrazos y fellatios no nos libramos), pero es que los fanboys están recibiendo mayor caso del que debería hacerse, es lo que me preocupa. Además estan dando nyestras de regresiones nostálgicas terribles: hay fans de grupos musicales que se giran en contra, pero los de esta película no parecen agente que entienda el producto.
Y no hablo de una minoría, sino de que la mayoría de amantes de Dragon Ball son ese tuoi de fans de ella.
En cuanto a Bergman, nos vamos a una revista de referencia (letras libres): Ana Nuño, que tiene artículos recomendables a propósito de Beauvoir.
"Bergman detalló una gramática del deseo de trascendencia que nos impulsa a los humanos, no a buscar a Dios, sino a buscarnos y perdernos en y con los otros. Su cine no habla de otra cosa –qué hacemos los unos con los otros, los unos de los otros– porque no es concebible que la vida ni la muerte tengan sentido, abstracción hecha de todo lo que nos reúne y separa, nos acerca y aleja."
http://www.letraslibres.com/index.php?art=12443
¿Sabe Ana Nuño que el cine es, esencialmente, un lenguaje? En sus necrológicas hay mucho tema, mucho deseo, pero esto en realidad dice poco sobre el cine de Bergman. Sobre su validez.
http://www.elpais.com/fotogaleria/geek/dominan/cine/6073-1/elpgal/
Por cierto, anónimo ;)
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