Resulta muy signifcativo que, de esto se habló antes en el Focoforo, los guionistas del futuro ya estén aquí: Paul Haggis, Jonathan Nolan y William Monahan. Vienen, aparenetemente, de terrenos vedados de la industria: el primero de la televisión, el segundo de cómplice original de Memento y Monahan del periodismo más cultural, con algunas inclinaciones ya puramente cinematográficas. Comparten todos esa intención de ir más allá: Haggis se sueña Altman con una dramaturgia más bien ramplona y Nolan y Monahan toman géneros de aventuras (superhéroes, cruzados) para lanzar mensajes bien claritos al público de hoy en día (¡DILEMAS MORALES! ¡ACEPTAR LA DERROTA! ¡COMPRENDER AL OTRO!) en forma de chuscas analogías.
Ninguno de ellos está brillando en sus proyectos más personales: todos encuentran su lugar perfecto, comodín, en los blockbusters de Hollywood. Y hete aquí la gran metáfora: el gran escritor de guiones de hoy funciona cuando su presunto talento indie está al servicio del sistema, sustituyéndose por algo más amplificado y brutal. ¿Está mejorando el blockbuster a un grupo de guionistas francamente mediocres? ¿Es ese su contexto ideal de libertad?
El año que viene llegan dos respuestas a este fenómeno que tiene mucho que ver con esa desaparición del cine indie que señaa este mes la revista Fotogramas: Terminator Salvation y Edge of Darkness.
3 comentarios:
Querido Alvy:
¿Has visto ya la ultima de Charlie Kaufman? ¿Sería posible que Charlie acabe revisando guiones de Superman? ¿Y que me dices de Chabon escribiendo para Spidy?
¿No empezó todo esto ya con Billy Faulkner?
¿Qué voy a hacer con mi vida Alvy?
El guión de Chabon fue ampliamente corregido y Spidey 2 es sólo una versión liviana de lo que fue su borrador. Aún así, los mejores detalles de la película según parece vienen de él.
¿Charlie Kaufmann en el centro de Hollywood? Todavía está alabado como gurú gracias a sus dos éxitos como guionista, aunque ya veremos que pasa finalmente con Synecdoche que no se está estrenando en ninguna parte.
Hombre, pero Faulkner y Chandler escribieron para Hollywood siendo maravillosos escritores, aunque la aportación más notable de Faulkner (the big sleep) tiene más autoría del genial Leigh Brackett. Y Chandler también acabó a hostias con Hitchock cuando adaptaron los Extraños en un tren de la Dama Patricia. Nolan, Haggis y Monahan son más impostores, en el sentido de su obra personal es asombrosamente tediosa y me sorprende que brillen más en distancias cortas. A lo sumo, Monahan tiene algun prólogo salvable y divertido.
No me veo capaz de menospreciar a guionistas sin los quales Memento, The Prestige, Crash, En El Valle de Elah o Million Dollar Baby no hubieran sido posibles.
Es usted muy valiente.
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