En The Monsters Are due To Maple Street, excelente episodio de la fundacional The Twilight Zone escrito por Rod Serling himself, un extraño meteorito, que causaba fallos en el funcionamiento de los sistemas eléctricos y todo tipo de líneas telefónicas, hacía que unos vecinos de una calle típicamente suburbial se preguntaran si estaban siendo invadidos por unos alienígenas, tras la alerta lanzada por un muchacho que lo ha leído todo en tebeos. Las sospechas que tienen unos sobre otros derivan en una sangrienta batalla final. Al final descubrimos que esa era la táctica de los extraterrestres: el terror y la sospecha hacen que los humanos se maten entre ellos y ahorren el trabajo. Pueden ver el episodio aquí.
The Burbs es la revisión posmoderna que hace el fiel y fanzineroso Joe Dante, posiblemente el fan mejor crecido de las historias de Serling, de ese mítico episodio, presentando así todas las virtudes y las limitaciones de la posmodernidad cinematográfica de los Ochenta. Un ejemplo es su magnífico opening:
Fijaos como Joe Dante convierte el logo corporativo en el verdadero principio de la película, deconstruyendo así las normas corporativas de los créditos iniciales y jugando a destacar el universo deliberado en que se traslada la acción.
Por ejemplo, en su primera parte hay alguna que otra cita literal a Rear Window. Y después están las diferencias frente a su modelo anterior: si en el capítulo quedaba más o menos patente una cierta amistad entre Steve y Charlie, en la película todo queda sobre explicado. Las rondas de vigilancia, que proporcionan descacharrantes gags, la obsesión paranoide viene dada por unas vacaciones y un exceso de tiempo libre, el veterano de Vietnam. Y además rechaza Dante la posibilidad de la invasión espacial, decidiéndose por hacer una heteredoxa revisitación del American Gothic, siendo la família sospechosa, además de asesina, de costumbres especiales y extrañas.
Y aquí llega la máxima diferencia: los paranoicos en el episodio de Twilight Zone están equivocados en lo esencial (sospechar de que hay un infiltrado) y con ello conceden su victoria. La rutina alterada es la que provoca la paranoia y el miedo. En The Burbs, el protagonista está en lo cierto, pero Dante advierte, entonces, de los peligros de la vida cotidiana inalterada: Hanks descubre las anomalías hastiado de no hacer absolutamente, mientras que en Maple Street esas extravagancias se usan sólo cuando la desesperación llega al máximo.
Hay un momento perfecto en el que Dante, además, con el maravilloso gag del hueso (¡este es Walter!) alarga hasta el exceso el close in típico del cine de horror cuando uno de los protagonistas descubre algo impactante.
Esa es la vuelta de tuerca posmoderna y Dantesca a la Dimensión Desconocida: replantear una historia a través de la complejidad y el barroquismo (el giro en Maple Street es como conclusión inquietante y Dante usa los plot twists como recarga desmadrada a su mixtura genérica), siendo, eso sí, siempre mucho menos inquietantes(la serie de Serling busca siempre en la inquietud, mientras que sus discípulos prefieren jugar ) y más irónicos, aparentemente felices (en el viaje el personaje de Ray se ha visto, literalmente, disuelto por lo que es su modo de vida) que sus predecesores.
3 comentarios:
Increíble post, Alvy. Me trajíste varios recuerdos que tenía por ahí desperdigados.
Querido Alvy:
Muy bueno! Esta serie es una fuente inagotable de emociones fuertes para el cuarto de estar. Hay algunos capitulos tan malos que casi son los mejores.
También intento recuperar de vez en cuando algún capitulo de Colombo.
¿Qué opinión te merecen las historias para no dormir (ahora recuerdo la del Asfalto, no es puro Kafka?) y la de Masters Of Horror? La de Masters no está mal, tiene sus capitulos, claro, pero en mi opinión los años le han sentado muy bien a las historias para no dormir.
Un saludo
Y si me permite la tontada Alvy, a mi me encanta ese plano del platillo volante del original qe muestra en el tutubo porque recicla literalmente el plao final de planeta prohibido solo que en blanco y negro y cabezabajo.
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