
The boy with no name es un tremendo candidato a mi disco-favorito-de-Travis. Hay dos motivos: New Ámsterdam una canción de un concepto peligrosísimo (o sea la nostalgia bohemia) pero que funciona gracias a la perfección que tiene una letra que usa un lenguaje-imagen pop (Paris, Texas – end of the world) que logra emocionarnos y conmovernos. El otro: Selfish Jean está llamada a convertirse en un clásico con el oído puesto en canciones como Love me till the sun shines de los Kinks. Y de hecho, puede que Something Else de los Kinks sea el disco adecuado para entender a Travis y alejarlo en apariencia de sus consecuencias (o sease: el pochopop de Snow Patrol, Coldplay and co. que ellos no cultivan ya que tienen un sonido más feliz, pero en fin). No quiero rechazar la canónica y bella Battleships ni olvidarme de la arriesgada Out in Space (una ballad completamente lennoniana de un tema inequívocamente bowiano) o la absorbente 3 Times and You Lose pero me pueden las absorbentes imágenes de una y el fantasma de Ray Davies de la otra.