La crítica de Los Extraños. Un hilo en el Focoforo y una estupenda reseña en Miradas de Cine del crítico revelación de verdad, Diego Salgado off course, me han hecho reflexionar un tanto. También la recomendación continuada de que viera Ils. La responsabilidad del crítico es la misma que la del autor: conocer sus precedentes. Y no hay sentido del humor en la primera película de Bryan Bertino, más bien, apuntaba Tones, malicia. Malicia porque la mayoría de su público, no se engañen, no ha visto ni When a Stranger Calls (1979, Fred Walton) ni Last House on the Left (1972, Wes Craven) y a duras penas recordara alguna reposición de Halloween o La Matanza de Texas.
Acabo de ver Ils. Y he revisado la cinta de Walton. Les debo una disculpa. Me gustaría, por lo tanto, hablarles del cine de terror a propósito de Ils, este deslumbrante debut de David Moreau y Xavier Palud. El cine de terror no debe dar miedo. Hay que derribar ese tópico. Sentir miedo viendo una película es una transferencia emocional. Claro que se puede hablar de la creación de atmosferas y suspenses usando el lenguaje. Pero no existe como virtud el "pasar miedo". Digo esto por cualquiera de las críticas norteamericanas al debut de Bertino. Es labor de la crítica hacerlo. El cine de terror representa el miedo. Eso es muy distinto. Esto nos lleva a la Mitología, a la Estética (hace poco, José Luis Molinuevo se remitía a Schiller para hablar del nuevo Joker) y a la tradición fílmica. De eso habló John Tones en la Interzona a propósito del slasher en las viñetas y la evolución de la representación del horror:
Eliminan la tragedia gótica de tintes abstractos y deconstruyen el pathos del monstruo con multitud de pecados semicapitales completamente humanos: los celos, la envidia, el odio más rastrero se convierten en leit-motiv para la resurrección de la carne.
Hay más, por supuesto, y casi todo él está condensado en la primera parte de pOp control de Mike Ibáñez. No es Los extraños una propuesta desdeñable, pero su representación es peor de lo que creía: un conjunto de samplers, sin intención posmoderna ni condición de honesto homenaje, tan eficaz como en el fondo traicionera. La película de Bertino tiene una de las peores limitaciones que existen en el cine: la del alumno aplicado. En este caso, alguien que ha visto y ha usado todos los recursos del cine de antaño para disimular las carencias. En este caso para su representación del Mal.
Les dejó arriba el inicio de When a stranger calls. Atarán cabos. Pero desde aquí una disculpa: la crítica debe ejercerse en libertad, pero también desde la responsabilidad. Obviar Ils para hablar de Los extraños es una irresponsabilidad. No pensar que una película es poco más que la suma (efectiva) de sus partes (sampleadas) es, directamente, inadmisible.
6 comentarios:
Es usted un santo cabrón, me disponía ahora mismo a aportar mi grano de arena al affaire 'The Strangers' y ha articulado prácticamente cada pieza de mi discurso.
Es usted malo, Alvy.
Obviar "Ils" para hablar de "Los extraños" no es una irresponsabilidad, es hablar de "Los extraños" obviando "Ils", es decir, otra opción de reflexión que debe ser tenida en cuenta como cualquier otra, y ser pensada como cualquier otra . Es como cuando Hilario J. Rodríguez habla sobre una película de terror: todos sabemos que es un campo que no domina y que le faltan referentes, pero le leo precisamente por eso.
Saludos
PD: No he visto "Los extraños", pero "Ils" está muy bien, y también debería verse para hablar sobre "El rey de la montaña".
Ese Diego Salgado tiene una Mirada envidiable. Y The strangers también me ha parecido un artificio de pura memoria técnica bien llevada, sin más. Y es que el inicio ya me advirtió: aparte de la voz en off, esos planos de las residencias separados por el fundido en negro y la típica musiquilla acompañando.
"Obviar "Ils" para hablar de "Los extraños" no es una irresponsabilidad, es hablar de "Los extraños" obviando "Ils", es decir, otra opción de reflexión que debe ser tenida en cuenta como cualquier otra"
Me quedo con las dos posibilidades. Pero de ahí a la parálisis por las genealogías y los referente, no sé. Se podría intentar con referentes no fílmicos, con Taichi Yamada, o con el manga Golem. Y como choque y fuente de reflexiones valdría la pena, casi seguro. Si está bien, está bien, copia, plagio o no. Por muy deconstructiva a ras de claqueta, ¿es mejor el Psycho de Van Sant que esta los Extraños? Disculpas, Alvy, por la extensión, pero no creo que sea para tanto. Estaría bien, cuando tengas tiempo, un texto sobre el metacine de acción-referencial que ya nos envuelve los ojos. Gracias y hasta otra.
"(no)pensar que una película es poco más que la suma (efectiva) de sus partes (sampleadas) es, directamente, (in)admisible."
Porque, qué pasa cuando vemos una película a las 4:30AM y no sabemos, nada, pero nada de ella; ¿nos quedamos mirando esperando reconocer un actor y buscarlo con el iPhone -quien lo tenga- o un PC en IMDB lo más deprisa posible?
Nada más, vale, eso es ser espectador, que no crítico, pero aún así... Supongo que se trata de proximidad al objeto de visionado/información, más abstracto cuanto más amplio el asunto a tratar, pero sólo adivino. Un saludo.
No estoy del todo de acuerdo con la afirmación final. No creo que para criticar algo haya que conocer necesariamente sus referentes. Otra cosa es que si se critica algo, se hace referencia a sus antecesores, pero no se conocen éstos, entonces se puede errar mucho.
Me refiero a que una película debe funcionar por sí misma, al margen de sus referencias. Otra cosa es que se cometa el error de atribuirle todo el mérito a su director si éste ha sableado un trabajo previo o si, simplemente, es una persona curtida a base de varios referentes de la peli.
A mí una película me gusta o no me gusta por sí misma, me emociona o no en base al uso del lenguaje de su director, a las interpretaciones de los actores, etc. No en base a sus referentes. Por tanto para criticar dicha peli (como peli simplemente, no un análisis más profundo del director o del género que si requeriría de esas referencias) basta con verla como un simple espectador, y a partir de ahí tratar de hacer un análisis más profundo, porque es para los espectadores para quien se hacen las pelis (o eso creo que debería ser).
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