En medio de ese panorma está Blame! de Tsutomu Nihei. Descubrí al autor con Lobezno: Snikt, excelente revisión del personaje de la Marvel Cómics, ahora convertido en un héroe mutante en un nuevo sentido, el que da su autor a sus personajes siempre ligados al arma. En este sentido no se sabe apreciar en un primer contacto hasta qué punto supo Nihei no sólo escoger a su personaje, sino también hacerlo perversamente familiar.
No llega el creador al radicalismo de Katsuhiro Otomo, que desafió el formato del manga y también sus limitaciones industriales, pero si que diseña la historia frente a detalladas imágenes del apocalipsis que contrastan con las líneas cinéticas de las agresivas (y escasas, pero precisamente por eso destacadas) secuencias de acción.
Hay en Nihei algunas de las ideas más atractivas que he visto en mucho tiempo en el cyberpunk, como esa pistola que permite subir de niveles de asesinato, idea tan metafísica como perfecta para el violento imaginario de las máquinas en el que se mueve su autor. También es cierto que la concepción del horror de su autor siempre ha sido casi lovecraftiana: ahí está esa ciudad desolada, presentada sólo en interiores y sin nombre., igual que los otros espacios (La Red o La Megaestructura) siempre infinitos, complejos y de concepción casi primitiva, incidiendo en el lado metafísico de la historia. La historia luego se magnifica, se alarga y empieza a volverse casi entrópica en su guerra interminable entre humanos, cyborgs y terribles Corporaciones.
Violento, oscuro y visceral, Nihei es un autor capaz de sugerir y hallar en el cyberpunk una cuna de horror contemporáneo y estremecedor, de llevar esa visión de futuro imaginaria ideada por William Gibson a una nueva dimensión, tan japonesa, muchísimo más terrible porque se acerca a los claroscuros del alma y usa su adscripción como auténtico vehículo poético.
4 comentarios:
Suena estupendamente, casi como un Kuyoshi Kurosawa del anime. Voy a echarle un ojo. Gracias!
Sobra decir que es uno de mis mangas favoritos. Con que pocos elementos se maneja y toda la angustia que provoca.
yo empecé por Blame!, y me sorprendió gratamente ese Lobezno, la verdad. Saber llevarse a su terreno a un personaje de esa forma tan salvaje es para ponerse a los pies del sr. Nihei.
En cambio, al ver las primeras imágenes de Ergo Proxy, pensé que irían por ahí los tiros y me tuve que tragar mis esperanzas (y no, la serie de animación de Blame! no acaba de convencerme)
Gracias por los comentarios!
Kuroi, lo del anime es una pena porque en Snikt! el propio Nihei demuestra tener mucho jugo y genio para el uso del color, que es algo que está siempre muy presente en el más bello anime.
Shangri-La, sigo vuestra revista y cada més me sorprendéis más.
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