
Decía Portnoy que Spillane era casi ilegible. Lo entiendo. Yo, el jurado es para mí una de sus mejores obras, pero no considero a Mickey Spillane un autor “literario” en el sentido que si lo son Chandler y Hammett. Todo lo contrario. Spillane es violento o sea básicamente es primario. Es la quintaesencia del bolsilibro, de la simplicidad en sus historias. Recordemos que sus novelas se publicaron durante la caza de Brujas llevada a cabo por el senador McCarthy, una época negra y gris de culpables y traiciones, de angustia, de negrura existencial y de paranoia generalizada.
Y observen bien como empieza su novela:
Sacudí la lluvia de mi sombrero y entré en la habitación. Nadie dijo nada; pero a medida que se apartaban para abrirme paso, me hicieron sentir sus miradas fijas en mi persona.
Y así termina:
Oí caer el caer el cuerpo y me volví de nuevo. Las pupilas de Charlotte estaban contraídas por el dolor. El intenso dolor que precede a la muerte. Un dolor enore, aunque no tan grande como la perplejidad con que, balbuciendo, dijo:
-¿Cómo has podido?
Dentro de un instante sería un cadáver. Pero aún tuve tiempo de responderle.
-No me costó gran cosa.
Es la clásica mentalidad del orden, del tipo, de la justicia y la violencia siempre ligadas. Y hay en este principio y final la atmósfera irrespirable, de violencia, de justicia, de culpabilizar que inundó a los EEUU durante 1947 y 1952. Spillane no es literario ni debe de ser valorado como tal, es simplemente un novelista popular, bruto, sucio, y desbocado. Ahí su encanto. Ahí que a otros les parezca indigesto.
7 comentarios:
¿No son sensacionales las portadas?
No lo he leído, pero los extractos escogidos me han parecido muy buenos, la verdad.
Alvy: Tengo entendido que buscas cosas sobre Franzen. Aquí te dejo una modesta contribución.
Un saludo.
Recuerdo a Mickey en la adolescencia. Violencia machista, un punto morbosa la de Hammer.
Perdona, no puse el link.
http://inesmara.blogspot.com/2006/04/es-las-correcciones-la-obra-maestra.html
Tienes razón, Alvy, pero no te olvides de que la ideología imperante en los escritos de este hombre- no hay más que consultar cualquier libro dedicado a la novela negra - era la fascista o filofascista.
No lo he leído, pero recomiendo a cualquier lector que se precie la lectura del grandioso Jim Thompson, maestro absoluto de la novela negra.
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