jueves, mayo 03, 2007
Don't criticize too soon
Recientemente El Cultural elaboró un interesante reportaje sobre la crítica en nuestro país. Me gustaron bastante Echevarría y Luis Mora. Su opinión puede ser útil en el tema de tener o no referentes. La mayor virtud que puede adornar a un crítico es el olfato para lo nuevo, y no sólo para “lo bueno”; su mayor hazaña será la construcción de un lenguaje de acogida para la recepción de aquello que, por dilatar el campo de la sensibilidad establecida, carece todavía de un registro público dice Echevarría.
Mauricio Salvador comentaba el ensayo de Cynthia Ozick de forma muy avispada también. Al final Mauricio concluía que lo que necesitamos es hacer una pausa y buscar los elementos orgánicos que subyacen bajo toda la literatura, la conectividad de Wood y no la desconexión de la crítica que elabora las listas de los mejores. Aligerando el paso, y poniendo en duda nuestras concepciones básicas, será posible crear y alimentar esa "infraestructura crítica."
No sólo a la literatura deberían referirse estas reflexiones que indican ya la profecía o ganas de rehacer un maltrecho sector de la crítica cultural. A la de cine, por supuesto, y a la nueva crítica de videojuegos. En la ya penúltima Xtreme se va un paso más allá con el especial ultraviolencia: la estereotipada y mercantilista crítica de videojuegos alcanza su mayoría de edad, al fin, redescubriendo al casual y al hardplayer aspectos de los juegos que a bien seguro que se le escaparon antes, además de dar un pasito más allá desde la corriente general de medios en incorporar términos sanos y pareados cool (violencia-poligonal preside todos ellos)
Toby Dammit es el mejor crítico de cine que hay y el mejor (a secas) de la última hornada bloguera. Su nuevo blog Spezzandossi nel colore giallo es lo que necesitaban los neoblogs dedicados a los lugares comunes del cine fantástico: una patada en los huevos. Sin pretenderlo, o quizá sí, también es una puesta en evidencia a los miles de Amo a Fulci que saldrán gracias al estreno de Grindhouse: un tratamiento profundo y con conocimiento de causa del mejor spaghetti horror que viene a recoger el testigo de muchos de sus maestros (pensar en Palacios, Lardín, Migoya) con una prosa jevimetalera abre nuevos caminos a los escribidores de fantastique encasquillados en el replay referencial y la cita molona.
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7 comentarios:
Eh, eh, buen rollo! Jajajaja! Tiene usted un gusto exquisito y una inteligencia poderosa. A mi lista de mentores añada también a P. Berruezo, M. Valencia, P. Calleja, S. Sánchez y A. Zinéfilo, todos ellos me han influido, y me influyen, muy mucho, y con trato directo, además.
Berruezo, ¿eh? Vaya elemento.
A ver qué le parece el nuevo Xtreme, alvy. Que hay quien dice que no, y a mí me parece que sí, pero no sé yo...
No estaba al tanto de ese número de El cultural, así que voy a darle un vistazo.
Buenas recomendaciones, por otra parte. Me acabo de suscribir.
Inteligente, muy inteligente, Alvy. Cada vez que vengo aquí, salgo reforzado. Un abrazo.
Pongame un mail a hijotonto(arroba)gmail(punto)com.
Tengo algo para usted.
La crítica literaria de los suplementos anda algo perdida, como si añorase tiempos mejores.
Siempre es un placer pasar por aquí y encontrarse con sus inteligentes recomendaciones, Sr. Alvy. Me voy a echar un vistazo a Toby Dammit.
Le mando un cordial saludo.
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