sábado, septiembre 16, 2006

DOS LECTURAS PLANIANAS

Image Hosted by ImageShack.us
Estos días abandono temporalmente la ficción para centrarme en el magnífico libro de Arcadi Espada Contra Catalunya (lo edita Flor del Viento), una cróncia del stablishment pujolista, y todo el teje-maneje nacionalista y lo sano que nos ha ido a todos los ciudadanos durante este mandato. Analizando la corrupción, la cultura, los paisajes, con una prosa claramente deudora de su maestro (Josep Pla) y algunas ironías que harían reír mucho al mismo nos encontramos ante un trabajo periodístico de primera clase y un libro imprescindible para cualquiera que quiera saber algo de los gobiernos de CiU alejado de los sectores más ramplones del periodismo practicado en algunos periódicos editados en Cataluña y que rara vez criticaron a Pujol (a excepción de los estatales y el periódico claro).

“Ha dado algunos individuos de mérito: el señor Jordi Palanasdemunt [….], que fue consejero de Economía dela Generalitat de Cataluña, y que falsificó pagarés y que fue a la cárcel. El señor Josep Maria Cullell, que solo quería ayudar a su cuñado:llamó a un alcalde, le sugirió que recalificara unos terrenos i así se hizo ; espera que lo rehabiliten, lo exige, ningún tribunal lo condenó. El señor Macià Alavedra, que concedió un crédito al señor Javier dela Rosa para que levantara Tibigardens y el señor DeLa Rosa hizo caso omiso del destino, pero no del dinero: Alavedra […..] es un cadáver aún muy fuerte: y hay cadáveres que desprenden un humo venenoso [….] El señor Lluís Prenafeta y Garrusta – traducía a Pirandello: me lo dijo una noche fuera de España y me ilusioné, pero se lo decía a todas, fuera de España, de hecho era lo primero que decía - , que lo descubrieron haciendo negocios negocios en un reservado de su reservado despacho de secretario. Y Jaume Roma, ¿alguien se acuerda de quién fue Jaume Roma? Muy efímero: llegó del departamento de Obras Publicas precedido de un gran rumor de voces. Era un joven de unos treinta años que concitaba muchas esperanzas. Era la renovación, quizás el delfinado. Se acabó todo cuando vieron que se había hecho un chalet con dinero público. Se lo había hecho mientras era subordinado de Xavier Trías, que hoy brilla entre los primogénitos.”

Image Hosted by ImageShack.us
Como Espada despierta sana nostalgia de Pla, leo una de sus páginas selectas. Relatos del Mar son tres crónicas: “el naufragio del Cala Galiota”, “el coral y los coraleros”; y “Pan y uvas”. Lo leo claro en su idioma original catalán y pienso realmente que quien no ha leído a Pla (¡a estas alturas!) se pierde a uno de los mejores prosistas españoles de todos los tiempos y uno de los mejores del siglo XX. Pan y uvas es un claro prólogo o apéndice a como nació Contrabando, esa novela de encargo, esa ficción por compromiso que nadie necesitaba, ni siquiera los más acérrimos seguidores (ah...¡las presiones editoriales!). Pla no necesita la ficción: a él el periodismo ya le basta para cultivar un estilo en apariencia sencillo pero cargado de sabiduría. Con una viva inteligencia y una fuerza descriptiva de los paisajes impresionante, estos relatos del mar es una lectura profundamente mediterránea, y claro, supongo que se juega con ventaja el haber paseado varias veces por Palafurgell, Cadaqués, L’Escala, y todas esas playas de la Costa Brava, que según cuenta Pla la bautizó Ferran Agulló en una comida para asegurar una victoria electoral. Y qué razón tiene: nadie la llama The Wild Coast ni siquiera la Cote Brave. El sabio y bon vivant cronista Pla describe con una inteligencia agudísima un gran paisaje, que es como todos los paisajes (según dice él) con sus días, sus momentos, y sus lugares.

1 comentario:

Francisco Ortiz dijo...

Menos mal que la historia no siempre la escriben los lacayos.