jueves, diciembre 28, 2006

LA MAMÁ CADÁVER (TERRORINFO)

LA MAMA CADÁVER
Eloy Fernández Porta
(Publicado originariamente en Quimera nº 272, sección Terrorinfo)

DeVolver (Una aventura de CSI: Puertollano)

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Director: Pedro Almoneda. Intérpretes: Penélope Cruise, Carmen Maula, el espíritu de Anna Mañana, unas paisanas de Puertollano y la chiquilla esta rizosa que no caigo ahora cómo se llama y que no abre boca en toda la peli, sí hombre, la que hace así con el pelo y qué aires se da la niña, se cree que tiene más clase que Chus Lampreave, ¿sabes cuál te digo? Sinopsis: Nuestro manchego más universal vuelve a deleitarnos con otra sublime lección de puro cine, sabia condensación de melodrama clásico, neorrealismo itálico, posfeminismo de rebequita, comadreo rijosillo y playback llorón. Una línea de diálogo: "Te has enterao qué escándalo (¡cuenta, cuenta!) y es que el marido de la Puri violaba a su hija el malandrín (¡ah!) y la pobre tuvo una hija a la que también estupraba su padre adoptivo (¡uh!), o bueno, en realidad no, porque ella lo mató antes (¡bravo!), y entonces la madre metió el cadáver en el frigo (¿con la merluza?) no, con los embutidos, pero cuando entierra al marido va su madre (la de ella) y vuelve de entre los muertos, y allavonses..." "¡No digas más! ¡Este es un caso para los chicos de CSI!" Por qué hay que verla: Por el inmenso talento del cineasta para la dirección de actrices coral, logrando que en una misma escena una se pede, otra se mee, otra moquee y otra reviente de puro vieja mientras la de más allá va repitiendo qué vista esta -doce veces, sin pisarse con las demás. Una escena para el recuerdo: Los detectives de CSI analizan las colillas del canuto de una paisana: "¡Oyes, nada mal esta maría! ¡Tráete otra muestra que compare!" Aluego examinan la orina de Pe: "¡Entonces era cierto! ¡No es Chanel: es colonia de Perfumerías Fernández! ¡Sigue fiel a sus raíces españolas!" Por fin, la comida típica que prepara Carmen Maula: pisto de potaje relleno de chistorra con molleja en sangrecilla en su punto de salazón. "¡Le falta ajo! ¡Nos vamos acercando a la Verdad, compañeros!" "¡Jefejefe, ¿puedo examinar lefas?" "Mejor examina las flatulencias de Maula. Aquí no hay lefas, becario: este pueblo pertenece a las mujeres poque ellas son la tierra nutricia, ellas son el pisto y el pan, y donde esté una madre que se quite tó y... y..." Te gustará si te gusta... el glamour del INSERSO, los anuncios de Fabadas Litoral, las letras de Michael Bolton, el popper. La mejor réplica: "¿Por qué llora, jefe? ¿Porque la mujer enferma de cáncer morirá sin saber qué fue de su madre?" "¿Porque la ancianita solitaria no tiene quien la cuide?" No, lloro de ver a Pe haciendo karioke en un restorán!" El punto débil: No salen toreras en coma ni monjas con sida. El happy end: "¿A ver esa lágrima... ¡pero jefe! ¡Los datos indican que su lágrima copntiene un treinta por ciento de novela rosa, otro treinta de bolerazos a lo Luis Miguel y varias partes de nostalgia de la Movida, efectismo de saldo y suspirillos lorquianos!" "¡Eh, colegas! ¡Caso resuelto! ¡El jefe es un modosito de aúpa!" La crítica norteamericana ha dicho: "Una vibrante alegoría de la democracia y del mus en un país de mierda con molinos pintorescos, dirigida por el hijo latino de Douglas Sirk".

martes, diciembre 26, 2006

EN RESUMIDAS CUENTAS.... (CINE 2006)

Lo mejor del año, sin más dilaciones.
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1. Hijos de los hombres.
Alfonso Cuarón toma otra vía para estos tiempos posmodernos en los que los años setenta regresan con fuerza. Es decir: el revival conceptual. Pensar en Soylent Green no es nada gratuito porqué ambas propuestas crean su apocalipsis con una estética de pasadomañana y con los problemas de aquí y ahora. Por lo que reflejan más que ninguna otra cosa un estado de las cosas. Secuencias brillantemente hiperrealistas (la entrada al ghetto) y poéticas más cuaronianas (la salida del mismo) para un cine que quita el aliento.
2. Palíndromos.
Nunca van a ver a Todd Solondz cometer la desfachatez de la redundancia. Su camino es muy paralelo al de su comparsa comiquero Daniel Clowes: lejos de reproducir con cierto brío sus aciertos, se proponen retos distintos para seguir esa senda llamada obra. Palíndromos es el grito afónico y muy posiblemente redondo del One of us! que sabíamos que terminaría llegando (sooner or later) y que no deberíasorprende más allá de la llegada de su bendito estreno.
3. La joven del agua.
La gente se pregunta si Shyamalan ha hecho su mejor película inconscientemente (detractores) o si ha bordado una preciosa fábula (algunos admiradores). Puede responder a necesidades de ambos porqué la cinta parte de una dualidad maravillosa que impide a cualquier espectador que se quiera acercar verdaderamente a ella el reduccionismo.
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4. Munich.
¿Se acuerdan de aquellos alemanes rodados de forma hiperrealista pero retratados como los otros alemanes de Indiana Jones en Salvar al Soldado Ryan? Aquella gran película tenía una serie de problemas políticos o morales que se podían discutir, pero se vislumbraba en Spielberg una intención de madurar. ¿Se acuerdan del patético sionismo que rodeaba toda La lista de Schindler, un producto ejemplar en esto de convertir la tragedia en servicio a una causa política? En Munich, aquél mismo realizador demuestra que puede tener una visión sólida de las cosas y mejorar completamente el cine de Costa-Gavras con toda su inmejorable capacidad para crear climas de suspense que tanto ha dominado desde siempre.
5. Borat.
Cumple a rajatabla las dos condiciones básicas de la comedia en una acepción muy clásica: es divertida hasta el flato molesto e incomodante. Su personaje central pasa a formar parte de nuestra imaginería popular y representa muy bien a la sociedad. También es una comedia con un contenido moral y reflexivo a la altura de Moliére, y eso que en muchas ocasiones no deja de ser un capítulo alargado del concepto televisivo.

6. Monster House (¡actualización!).
Impresionante peliculón que revive con puro corazón el espíritu Amblin de los años 80 y es toda la summa con la que se sueña. Ambientada en los preciosos suburbios spielbergianos (produce el Rye Midas) que parecen salidos de ET o Poltergeist, con ecos ciertametne burtonianos y un continuo gusto por la aventura más pulp es un viaje a la pubertad bellísimo y grandioso. Gil Kenan se suma a la línea de Brad Bird apostando por una animación digital distinta y con un sello personalísimo.
7. De latir mi corazón no ha parado.
Como si fuese una promesa, un juramento lleno de aire y esperanza, se anuncia ya con carácter propio y sin anecdotario la posibilidad del remake europeo de cine norteamericano de los 70. Esta cinta presenta la elegancia formal, la tristeza innata del mejor noir (con un antihéroe de claro protagonista) y toda la fuerza y sutilidad de cualquier concierto de Bach.
8. Caché.
Michael Haneke traslada su mirada a una sociedad que se escuda y se forma en el miedo. Es miedo lo que puede rodear a sus personajes y es en general negrura lo que desprende su último trabajo, una suerte de confirmación de anteriores propuestas suyas y también el más que válido diagnóstico social de un tema rabiosamente actual.
9. Slither (La Plaga).
James Gunn quizá consciente de los peligros del revival facilón y nostálgico que bien podría ser traducido en covers en la bso, o en vulgares temas descartados para Donnie Darko, construye el cine de terror del pasado más recordado (Cronenberg, Carpenter) y del más subestimado (Troma, Fred Dekker) para asimismo incorporar una mordaz recreación de las relaciones humanas que nunca se riñe con el divertimento y carisma de sus poderosos protagonistas.
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10. Brick.
Esta es la clase de cinta de culto que podrá gustar más o menos pero ante la que uno si cae, lo hace con la misma inexorabilidad que cualquier detective con gabardina espiritual perece ante las garras de la más bella femme fatale. Es el debut de Rian Johnson una suerte de atmósfera casual (o no, el tiempo lo dirá) que reúne angst teen post-Donnie Darko, Dashiell Hammet y ecos de un lugar llamado Lynchlandia.
11. Domino.
Orgulloso de su condición Tony Scott lleva más allá algunos de los elementos de Man On Fire hasta el abismo. Un abismo que es como el ojo del huracán de la filmografía de un realizador que ha hecho de la velocidad y el canibalismo un sello tan válido y apreciable como el que más. Una cinta que por inclasificable, irreverente y contemporánea se gana el aprecio de cualquiera.
12. Hostel.
Es lo más cercano que ha estado un realizador norteamericano a hacer una cinta y un tributo al cine de Lucio Fulci en un sentido conceptual. Y es también la confirmación de Eli Roth como un valor talentoso y joven en el nuevo fantaterror. Hay tras la película un mensaje tan políticamente malévolo como era de esperar, y sin señas de prefabricación, y una forma tan salvaje como no se veía desde hace mucho tiempo. Si, al fin y al cabo ¿no es el ser humano sexo y sangre?
13. Syriana.
En Syriana Stephen Gaghan mejora sustancialmente su guión para Traffic convirtiendo la película en una entropía narrativa admirable. Recuperando astutamente ese clima también de incomprensión que transpiran obras del italoamericano y situando al espectador como parte activa de una telaraña narrativa que va más allá de la participación y consigue transmitir con una sutilidad encomiable un mensaje nada maniqueo.
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14. 007: Casino Royale.
Es la llegada del Ultimate James Bond como ya dijo Nacho Vigalondo. Ya tocaba. Daniel Craig es el que mejor se acerca a la elegancia y frialdad del inicial Sean Connery por otros medios: su carisma y personalidad no le convierten en un simple Brandon Routh al uso. Esta es la película bondiana con la que más he disfrutado desde hace tanto es una cinta que no sólo bebe de la influencia Bourne y del sign’o’the’times , sino también de la muy dramática y europea tragedia espía decadente que rodó el sr. DePalma bajo códigos hitchockianos en 1996.
15. Los 3 entierros de Melquiades Estrada.
Guillermo Arriaga es un interesantísimo guionista que ha visto su mejor película lejos de su sempiterno González Iñárritu. Tommy Lee Jones, supongo que el cuidador del rancho Peckimpah, trae polvo, pasiones, venganzas y muertes bajo el abrasador peso del destino.

16. Grizzly Man.
El cine siempre ha sido un desafío para Werner Herzog. Cuando, mueto Klaus Kinski, es imposible encontrar otro personaje al limite, el realizador alemán lo encuentra en Timothy Treadwell, y resuelve con una inteligencia demoledora el tópico del documental dedicado al "amante de los animales".

¡No las he visto (aún)! Cars, El Laberinto del Fauno, Pasado de vueltas, The Devil & Daniel Johnston.


sábado, diciembre 23, 2006

EL CUENTO DE NAVIDAD DE AUGGIE WREN


Sin duda alguna es el Paul Auster que más me gusta (junto con Leviatán), y también que el que mejor resume sus virtudes. Feliz navidad a todos señores/as.

Le oí este cuento a Auggie Wren.Dado que Auggie no queda demasiado bien en él, por lo menos no todo lo bien que a él le habría gustado, me pidió que no utilizara su verdadero nombre.Aparte de eso, toda la historia de la cartera perdida, la anciana ciega y la comida de Navidad es exactamente como él me la contó.

Auggie y yo nos conocemos desde hace casi once años.Él trabaja detrás del mostrador de un estanco en la calle Court, en el centro de Brooklyn, y como es el único estanco que tiene los puritos holandeses que a mí me gusta fumar, entro allí bastante a menudo.Durante mucho tiempo apenas pensé en Auggie Wren.Era el extraño hombrecito que llevaba una sudadera azul con capucha y me vendía puros y revistas, el personaje pícaro y chistoso que siempre tenía algo gracioso que decir acerca del tiempo, de los Mets o de los políticos de Washington, y nada más.

Continue leyendo El cuento de navidad de Auggie Wren.

viernes, diciembre 22, 2006

BIG PIGS

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Nota urgente.: Un terriblemente chorra pero considerablemente denso examen escrito de lengua española oral (sumado al absurdo de realizar una serie de irracionales trabajos de asignaturas con la preposición de) ha frustrado mi regalito navideño: no se quejen van a tener dos entregas la semana que viene y la otra de holmesfania, ya les iré dejando mis apuntes.

¿Harto de importarte sofisticadas revistas literarias por navidad? ¿Harto de suscribirte para poder leer eso que llaman essays?

El número 10 de Hermano Cerdo es un remedio que da gusto oye. El ensayo de Ruth Franklin es, sabio Mauricio, todo lo contrario al de Heidi Julavits al del número pasado y así ponen al lector en ese santo estado neuronal que es la reflexión. Y por si fuera poco la mejor respuesta al wikipedista case: Habedero, el folletín.

¿Qué no les llama la atención? Ustedes mismos. Pero el ensayo estrella de este mes es bicéfalo. El primero es el comentario que lanza Mauricio con tino sobre los pasos en el camino de los ensayistas mexicanos del nuevo siglo , y el segundo es, el rey de las portadas, Philip K. Dick. Cómo construir un universo no se derrumbe en dos días. Y no hay que añadir más.

De ficción vamos bien servidos por las stories in crescendo de Monfort y ese delicatessen que es el Deyakuasonás.

miércoles, diciembre 20, 2006

SONGS FOR DISTINGUÉ LOVERS

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Hay mucha buena música en este 2006 (y mucha decepción) pero el disco del año en este blog es......

HALF THE PERFECT WORLD de Madeleine Peyroux.

mp3 del disco (click y sigan las instrucciones).:
Madeleine Peyroux - I'm all right
Madeleine Peyroux - Blue Alert

Voy a empezar a pensar que soy un tipo con suerte con esto de las damas del jazz. El pasado año descubrí Careless love uno de los mejores discos jamás hechos del jazz vocal de este siglo XXI. Y como me gusta llamar a esta bellísima dama, Madeleine Peyroux, como la Billie Holiday posmoderna. Porqué es que lo es. Y también ese milagro por el que estuvimos esperando, equivocados a veces, cuando escuchábamos a la anterior reina ahora sumida en la decadencia más elegante (ai, Diana Krall ¿Cómo es que Elvis Costello no te sienta nada bien?).

Porqué amigos, seamos sinceros, Billie Holiday se hizo grande por su voz, por la forma en que hacía suya cada una de aquellas canciones, que importara Gerswhin o Porter o quien fuese. Ahí esta la grandeza de la dama, la mejor. Madeleine Peyroux sabe, con su voz, revivir aquellos momentos, aquél tempo tan especial y cautivador que tenia la Holiday sin caer en la burda imitación clónica y además sabe asumir una nueva y maravillosa senda al jazz que efectivamente, está en un jazz que debe asumir gran parte de los logros de la música pop.

Y de todo esto iba Careless Love: un disco impresionante que convertía en puro y vivo jazz canciones ya maravillosas de nacimiento de Elliott Smith, Leonard Cohen o Bob Dylan. Pero no las pasaba por unos ajustitos a piano (Krall, again, lo sé) y arreglaos. Ni siquiera por la jugada suicida del a capella (es una pirueta más propia de una trapecista intimista como Cassandra Wilson), simplemente las transformaba y hacía que todo el feeling de la hijita de Georgia transpirase por el ambiente. Por eso ante un disco tan redondo mis peores augurios se habían lanzado: ¿qué cabía esperar después de un discazo otra cosa sino que el batacazo por la juguetona tentación de adaptarse al mainstream pero para el aficionado de antes fingir que se sigue una senda? Nada de eso: Half the perfect world es una maravilla que sigue con esa idea de ir convirtiendo en suyos granes maravillas de los dos mundos para crear todo un universo musical.

El blues que destila la holidayana voz de Peyroux no conoce límites: su bellísimo cover del Summer Wind es un éxito, puesto que revisitar el clásico crooner por excelencia aportando algo nuevo es para mí algo más que valioso. Si a eso le añadimos su habitualmente exitosa mixtura con las letras de Cohen o una maravillosa versión, respetando el francés original, de La Javanaise del mítico (y gran provocador de síndromes de melomanía aguda) Serge Gainsbourg el resultado es el que es para mí mejor disco del presente 2006.


Hay muchos que creen ver decepción dónde sólo hay éxito, perfección y coherencia, allá ellos, lo que verdaderamente importa es que Madeleine Peyroux tiene una trayectoria imprescindible, perfecta, y un futuro dónde ya puedo aventurarme a decir que va a entregar con toda seguridad su propio Songs for distingué lovers: esto es, el disco perfecto, aquellas canciones y el momento idoneo.

Quizá me equivoque: si es así es que ya ha entregado dos y yo sin enterarme.

Otros grandes discos del año.:
Modern Times de Bob Dylan.

martes, diciembre 19, 2006

CANCIÓN PARA BILLIE HOLIDAY - PERE GIMFERRER

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Y la muerte
nadie la oía
pero hablaba muy cerca del micrófono

Con careta antigás daba un beso a los niños

Lady Day las gaviotas heridas vuelven a la luz del puerto
Extraña fruta en el aire el crepúsculo se ausenta
Con una espada con un guante con una bola de cristal
la pecera magnética la cueva del pasado el submarino
[bajo las mareas que fulgen
Lady Day cuánto amor en una juventud cuántos errores
cuantas tardes hablando qué deseo qué electricos
[jazmines
cuántos cow-boys muertos como trovadores la sonrisa
[en los sabios que se tiñen de sangre
los gritos en las calles las manifestaciones disueltas bajo
el arco voltaico del poniente y los lóbregos edificios
[irreales
Lady Day el amor como una libélula
cazador de libélulas

Lady Day qué despacio nos viene la experiencia todo co-
bra un sentido que se ordena como el paisaje en los ojos
[cuando recién despiertos corremos las persianas
o intentamos ordenar las palabras de un poema
Lady Day
qué desea esta voz en el viento de otoño un lebrel o su
[presa disueltos en la fría oscuridad del tiempo
escamoteados como naipes en una baraja los años de
[nuestra juventud
Con dos vueltas de llave cerraron la cocina
No nos dan mermelada ni pastel de cereza
ni el amor ni la muerte extraña fruta que deja un sabor
[ácido

Pere Gimferrer, Extraña fruta y otros poemas

lunes, diciembre 18, 2006

CORINNE BAILEY RAE: PUT YOUR POP JAZZ ON

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La importancia de un disco tan normalito como Come away with me ha sido, con el paso del tiempo, más importante de lo que yo creía, y eso que el primer álbum que tuve (comprado) de Norah Jones fue su por mi muy esperado segundo disco, una primera decepción que desembocó en la comprensión de lo que verdaderamente trataba este nuevo postjazz para una generación que no parecía lista para las piano bar covers de Diana Krall.

La llamada respuesta británica a Norah Jones parte con esa atractiva campaña de publicidad que llama a los que buscan un pop más relajado y bello y a algunos jazzeros que encuentran en su sonido una relajación bastante bella y superior a la media habitual. Los puristas se ponen las manos en la cabeza temiéndose el fin del buen jazz vocal, considerando esto pura impostura para adolescentes sensibleros.

Y mi posición es un intento de formalizar el buen escéptico. Corinne Bailey Rae y su disco homónimo no son ni de lejos un buen disco de pop jazz pero si que van a tener cierta importancia en esto de las tendencias: si los críticos mas benévolos nos la venden como más soul, no deja de ser un acierto para enfocar un proyecto bicéfalo como es Rae-Jones (recuerden, Not Too Late ya sale en el primer trimestre del 2007).


Precisamente a la Jones se le encaraba por la poca energía de su música, el pretendido carácter soul puede dar a la Rae más puntos a su favor, todo ello en apariencia. El toque soul de la Rae es tan insulso e insustancial como cabría esperar y como en Norah Jones tienen baladas monas, lo que ocurre es que la Jones de momento la gana en cantidad (Rumble Me; Turn Me On) con dos muy buenos exponentes de este género almíbar. Desde la muy pegadiza Put Your Records On a Like a star lo que hay aquí es pura panfilia adolescente revestida de una forma muy elegante y con una voz que es convencionalmente bella y melódica.

Conviene mantenerse atentos a las piezas más disfrutables y no dejarse engatusar por el sello calité que se le imprime a estas nuevas cantantes por el sólo hecho de pretender un toque más elegante y relajado, lo que no deja de ser una visión del jazz tremendamente estereotipada. Quizá esa sea la idea.


Las comparaciones con Lauryn Hill, o hasta Alicia Keys siguen siendo más publicidad-debate que realidad. Corinne Bailey Rae es, si se quiere, un pequeño spin off amable y algo más jazzy de Zero 7 con todo lo que ello conlleva (y por lo que a mi respecta es un flemático pues vale). Curiosamente la única pieza que entronca con la vena más soul de Erykah Badu, Hill o Keys no está incluida en su álbum: su nombre es Young & Foolish.

domingo, diciembre 17, 2006

TOO MUCH COOL

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Lo sé, sé que tocaba Madeleine Peyroux y su nuevo (y maravilloso) álbum, pero déjenme antes de que me de por reincidir en los múltiples pareados de adjetivos superlativos, hablarles de la más clara decepción del vocalese jazzístico. Y espero no darlo por perdido.

Rara vez la fecha de salida de un disco me ha importado: pero es que el último álbum de Rebekka Bakken no sólo se lanza a la previsibilidad más absoluta sino que se ha convertido en una estafa sin preaviso, como si Diana Krall no avisara en sus álbumes que se trata de una reinterpretación más (y por tanto prescindible) del songbook navideño.


El verdadero problema es que esta chica tiene dos buenos álbumes en su haber que la alejaron de Norah Jones ha realizado con este nuevo álbum I keep my cool un (no)giro (de cierto paralelismo norahjonesiano) decepcionante.: no sólo ha perdido ese sonido envolvente de balada intimista heredero de la mejor Joni Mitchell (pero con personalidad, oye) y merecedor de las consabidas comparaciones y futurible esperanza del maltrecho y clicheico popjazz para caer en este álbum en lo peor que se puede esperar de un título así: fusiones con el funk de lo más convencionales, sonido facilón y nada envolvente (una esperable repetición de aciertos que no es tal porqué la pereza parece notarse), y carencia de fuerza en sus proposiciones baladísticas como si se tratara de otra Rickie Lee Jones al uso (buaf!).

El clímax de canciones como Innocence en su trabajo anterior se pierden por propuestas tan fáciles y poco atractivas como Any pretty girl (uno de sus temas más machaconamente rickiellesjoniano), fáciles buscadas de clímax como Everything can change y pequeños destellos intermitentes en Bring me new stars. El insulso tono de ballad esperanzada empaña una propuesta por parte de una vocalista que carece del verdadero feeling para cantar un blues como era Hard to be a loser, todos ellos parecen muy buenas repeticiones de lo mejor de sus dos álbumes (pero aumentadas en un sentido emotivo casi inexplicable).

I keep my cool es un album que acaricia los oídos con una enorme indiferencia, su resultado es tan prescindible como cualquier otro disco de la última etapa de Krall, y cae en la autocomplaciencia de no explorar más que los caminos ya permitidos por el puro mainstream y en la maldición fashionable de su muy evocador palabro que redondea su título. Revestir de elegancia un sonido tan puro como los blues siempre fue algo si quieren muy sophisticated pero carente de todo el corazón y sudor que ello conlleva. De hecho en la portada, la bellísima Bakken resume su interior: pura pose arrebatadoramente bella pero efímera y sin verdadero calado más allá de lo estético del blanco y negro.

Espero que la Bakken no se confunda y recupere el pulso en sus próximos trabajos: tiene un impresionante debut y una continuación a la altura, que no es poco, que la acreditan para estar en mi lista de mis más admiradas, capaz de hacer canciones tan poderosas como su mirada glacua.

sábado, diciembre 16, 2006

WHEN A REMAKE COMES

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En 1974 Bob Clark rodaba Navidades Negras estupendo film de culto que muy de vez en cuando recupera alguna autonómica o la siempre enciclopédica mula. A partir de ese pequeño (por desconocido, por reivindicable y por valioso) clásico surgieron muchas películas: la fundamental y fundacional Halloween de John Carpenter (que inicialmente era una secuela del film de Clark) y Llama un extraño, el debut de Fred Walton de la que la cinta de Simon West estrenada hace unos meses es un remake.

Scream en los años 90 con su inicio que nos remitía tanto a Clark y, sobretodo, a la media hora inicial del film de Walton mostraba una voluntad de deconstruir todos los elementos definitorios del slash adolescente (y el cine de horror, por extensión) para crear asimismo una cinta posmoderna y autoconsciente, realizada por (y para) aquellos espectadores que crecieron viendo esos clásicos de los años 70 y 80, de los que, no en vano, Wes Craven (director de la cinta de los noventa) es en gran medida autor.

Y ahora llevamos varios años observando con cierta perplejidad lo extraño de la tendencia de estos remakes de algunas delicias setenteras. Y bien puede ser por la total ausencia de renovación argumental (Las colinas tienen ojos; La profecía) y hasta por lo, digamos, suavizado de la propuesta (La profecía, otra vez). La necesidad de revisión de los fundamentales años setenta para el horror no parece que se está aprovechando en una milésima parte: por cada disparo pleno de Nispel, Snyder o el maestro Zombie debemos observar la caída libre de un Hollywood que más que no tener ideas nuevas, se conforma con la reedición y nunca explora lo que se descuidaron con anterioridad. Ocurre algo muy similar al defecto de la descafeinada época anterior del género, o sea la época de esos horribles subproductos clónicos que sucedieron a Scream, que se limitaban a ser pálidos slasher teens sin más, desaprovechando toda la cantidad de posibilidades que abría y exploraba la película-madre. Algo parecido se observa con estos remakes: ignoran completamente en este caso al film madre que tan bueno fue. En este caso podríamos hablar tanto de La casa de los 1.000 cadáveres como de La matanza de Texas de Marcus Nispel (tanto la siguiente película de Rob Zombie como la revisión romeriana de Snyder son excepciones).

La matanza de Texas.: El comienzo partía con una atractiva campaña de lanzamiento pero la película termina siendo una mecánica reproducción de algunos parámetros del original, una repetición industrial, paso por paso, sin excesiva atención a todos aquellos detalles que hicieron grande el mismo remake (como es el conocimiento de causa) y mucha más preocupación por crear una saga rentable en las taquillas que de que el espectador quiera la saga. Parecida estrategia se intuye en la venidera Las colinas tienen ojos 2 con su divertidísimo teaser.

Cuando llama un extraño adapta la media hora inicial del citado film de Walton con un extrañamiento por parte del espectador por lo familiar de la situación. ¿Es posible partir de cero, sin chistes, tras el túrmix de Scream? La respuesta sigue siendo un quizá en otra ocasión. Cuando llama un extraño confirma la un tanto deprimente tendencia de los amantes del cine de terror a confirmar con un suspiro tranquilizador cada film mínimamente entretenido que encuentran y pensar un podría haber sido peor.

La dramaturgia que sostiene a sus personajes termina por no funcionar pero la cinta de West no deja de tener elementos de indudable atractivo que también exploraba de una forma no tan lograda la también muy entretenida action movie de resaca ochentera Hostage.

Lo magnífico de la película se concentra en el prólogo y en la presentación que ocupa los primeros cuarenta y siete minutos. En el prólogo encontramos una revisitación más del canon, pero además ecos de Impacto Súbito con esos contrastes de gritos / felicidad en la feria y que prometen ciertamente un producto a la altura.

Toda la atmosfera y la buena actuación de Camilla Belle ofrecen sugerentes posibilidades: la mansión de los muy ricos como fruto del terror de una clase media general, los espacios cerrados y la incomunicación adolescente, la madurez a base de la pérdida (en este caso de los niños). Todo queda en brainstorming visible pero sin avanzar: el problema principal de la cinta original de Walton era cierta tendencia al melodrama pero que compensaba sabiamente con su redonda media hora original y su final que no olvidaban el suspense.

Simon West ha optado por el camino, también difícil, de los claroscuros, los sonidos, y la atmósfera, pero la jugada no le sale bien: no maneja en sus manos un villano lo suficientemente temible para el espectador y eso es un elemento ya imprescindible. La fuerza icónica del villano, en este caso disfrazado bajo un manto de oscuridad y misterio, tiene que ser infalible para que el espectador experimente en el clímax el terror/atracción de lo que se cuenta. Lástima.
El remake termina por resultar una de esas películas de terror entretenidísimas con una descompensada estructura dramática a la que no se sabe estar a la altura. Simon West olvida lo bien que combinaba humor/acción para hacernos olvidar un corpus dramático en su película más célebre: Con Air. El fallo del film radica en una cierta ingenuidad ya uqe a estas alturas matar a la criada nos parece poco, pero se agradece a Simon West que use de una manera tan resultona (coherente, al fin) dos elementos anti-hitchockcianos.: el ya típico gato negro y sobretodo unos niños que ni son super-inteligentes, o extraordinarios… cuando el malvado acecha corren y lloran sin ser chavales-prodigio merecedores de la pena capital.

jueves, diciembre 14, 2006

TODOS NOSOTROS: CARVER-MURAKAMI

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EL PROYECTIL
A Haruki Murakami


Tomábamos té. Especulábamos educadamente
sobre las posibilidades de éxito
de éxito de mis libros en tu país. Pasamos
a hablar del dolor y de la humillación
que encuentras una y otra vez
en mis relatos. Y ese elemento
de pura suerte. Cómo se traduce todo eso
en términos de ventas.
Miré hacia una esquina de la habitación
y por un momento tuve de nuevo 16 años,
dando tumbos por la nieve
en un Dodge Sedán del 50 con cinco o seis
colegas. Enseñándoles el índice
a otros tíos, que gritaban y bombardeaban
el coche con bolas de nieva, gravilla y ramas
viejas. Dimos la vuelta acelerando a tope, girando.
Y pensábamos dejarlo ahí.
Pero mi ventanilla estaba bajada diez centímetros.
Sólo diez centrímetros. Les ladré
la última obscenidad. Y vi a aquel tipo
preparado para lanzar . Desde esta perspectiva,
hoy, imagino que le veo venir. Que la veo
acelerando por el aire mientras la miro,
como aquellos soldados de principios
de siglo veían nubes de metralla
volar hacia ellos,
petrificados, incapaces de moverse,
fascinados por el pánico.
Pero no la vi. Ya me había dado la vuelta
para reírme con mis colegas
cuando algo me golpeó de perfil,
tan fuerte que me rompió el tímpano y cayó
en mi regazo, intacto. Una bola de hielo y nieve
bien presionada. El dolor fue inmenso.
Y la humillación.
Fue horrible cuando empecé a llorar ante aquellos tipos duro que
me decían a voces, Mala suerte. Algo insólito.
¡Una de un millón!

El tío que la lanzó tenía que estar encantado
y orgulloso de si mismo mientras le aclamaban
dándole palmas en la espalda.
Debe de haberse secado las manos en los pantalones.
Seguro que anduvo un rato más por ahí
antes de ir a cenar a casa. Creció,
tuvo su ración de reveses y se perdió
en su propia vida, como yo en la mía.
Nunca volvió a pensar
en aquella tarde. ¿Por qué iba a hacerlo?
Siempre hay demasiadas cosas en que pensar.
¿Por qué se iba a acordar de aquel estúpido coche que,
[patinando
calle abajo, giró en la esquina
y despareció?
Levantamos educadamente las tazas en la habitación.
Una habitación en la que durante un instante hubo algo
más.


Raymond Carver, Todos nosotros (Edición bilingüe)

martes, diciembre 12, 2006

AIN'T THAT A SHAME

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El pasado jueves asistí conmovido al brillante final, titulado igual que este post e igual que una inolvidable canción, de la cuarta temporada de The Shield, posiblemente uno de los seriales policíacos más brillantes de todo el nuevo milenio y que se supera a cada temporada. Y posiblemente esta, mientras allá en los USA esperan la sexta temporada (a ver si la emiten ya), sea hasta ahora la mejor por explotar muy sabiamente la naturaleza trágica del noir sin olvidar que Vic Mackey (el inmenso Michael Chiklis) siempre va a tener una de sus frases a mano.
Antwon Mitchell (Anthony Anderson) es con mucho, el mejor villano al que nos podemos enfrentar si lo comparamos con los anteriores. ¿Por qué? Porqué podría ser cualquiera de nosotros: Antwon Mitchell al final no pierde su poder ni tampoco su aura, está construido sobre una base (prisionero reformado) basada en la mentira y el miedo. El otro personaje enorme es la capitana Rawling (Glenn Close) una mujer policía aguerrida y con un fuerte instinto protector para los críos. Si a eso le suman que al bueno de Aceveda (Benito Martínez) le pasaran factura eso que le ocurrió en la temporada anterior de una forma magnífica con el espíritu: va a tener consecuencias inimaginables e hilvanadas de una forma impagable.

El capítulo final es genial por un motivo: toda la trama ha estado llenísima de clímax emocionales brutales (el mejor: el cara a cara entre Mitchell y Rawling en el interrogatorio) como para intentar terminar con un subidón. Además la temporada subsiguiente va estar marcada por la muerte de uno de mis personajes favoritos (cosa que me jode enormísimamente) y la incorporación del teniente Kavanaugh (Forest Whitaker). Por supuesto la quinta temporada que se avecina (sea por tdt o por emule) es consciente de algo: esta cuarta es lo mejor que le ha pasado a la serie y un villano tan invencible como Antwon Mitchell tiene que seguir dando guerra.

The Shield parece escrita por un Sófocles crecido en Los Ángeles y si a eso le suman todo el adrenalítico (y hijito de sus tiempos) nervio visual que ha envuelto a la serie vean esta cuarta temporada: desintegrado “El Equipo” (para resurgir a su manera) toca la sucesión más hiperbólica de traiciones, amores, venganzas, fantasmas, y pasiones desbocadas jamás vistas en la serie.

Ah: como todo buen noir también es un relato moral y social. El final de esta temporada es desoladoramente bueno: ganan en principio una gran batalla, pero eso requiere un sacrificio aún peor (el plano de Rawling llorando desconsolada en su casa, memorable). ¿Es eso la victoria?
Una gozada, señores.

lunes, diciembre 11, 2006

SEA VD. POETO

SEA VD. POETO. Y haga bonitas poesías con el Kit Terrorinfo
Eloy Fernández Porta

Originalmente publicado en Quimera, nº 274 (Septiembre 2006), Sección Terrorinfo

¿Cree Vd. que los poetas son un hatajo de puretillas sectarios y que la única manera de entrar en el Parnaso es comer rabos ilustrados? ¡Mentira! ¡Todo mentira! Triunfar en poesía es cuestión de método, rigor: ¡inspiración laboriosa elevada hasta su punto de granazón! Para probarlo, Terrorinfo le ofrece en exclusiva un repertorio completo de MODALIDADES EXPRESIVAS y RECURSOS LITERARIOS con el que usted podrá escribir sobre los TEMAS INMORTALES de la lírica a partir de tres patrones estéticos a escoger: a) Poesía de la diferencia y el chitón. b) Poesía de la experiencia y el arrobamiento sociata. c) Poesía de la indignación moral y el cuelgue de espídbol.Escoja su bando y vea cómo se dicen las cosas normales en cada uno de estos tres refinados idiomas:

1) LUGARES: a) El centro del aire. b) Un adosado en la Sierra. c) Una casa helada en la cola del paro. 2) AMORES: a) El hueco cóncavo de tu ausencia. b) La muchacha del viernes festivo. c) La celadora más linda de la narcosala. 3) FÍSICA: a) Cuerpos que nunca llegarán al mar. b) Hermoso michelín el tuyo. c) La belleza tumefacta del síndrome de abstinencia. 4) QUÍMICA: a) El metileno ascendió a mi lengua. b) Mi canuto eres tú, amor. c) Un piko de matarratas. 5) LUZ: a) La luz -¡sea el sol!- es una disciplina. b) Poesía es cambiar esta bombilla. c) Voy tó siego de horror y culpa. 6) ANIMALES: a) El ave visible de lo invisible pía el silencio en el intersticio. b) Poesía es abrir un paquete de Whiskas para Kity. c) El cerdo neoliberal tendrá su sanmartín en el intersticio. 7) CITA PARA EMPEZAR UN POEMA: a) “Cima de simas: / sol / Enramado son / Chimpón” (Hu-TwangLin, maestro sufí, s.VI aC). b) “Triste el que por amor no ha perdido una casa / y medio sueldo / y el buga” (Anónimo, Chiste de la Barbie Divorciada). C) “Me dicen que sea amable / Me dicen que sea formal / Los que llevan corbata me dicen cosas / Toda clase de cosas / Y yo voy y digo…” (Charles Bukowski). 8) VERSO PARA TERMINAR UN POEMA: a) “Abismado anhelo, ahí, ¡ensalzáranos!” b) “That’s all, Folks!” c) “Y yo voy y digo…” 9) SI TÚ ME DICES “VEN”… a) “… llegaré con la mies y el somormujo / Innumerable ya: / sólo seré del aire.” b) “… yo pillo un tásis.” c) “¡Ven tú, copón, / quéres más perra / quel Rintintín!” 10) NOTA DE SOLAPA: a) “El centro germinativo del Ser-Ahí viene preñado de sentido en la austera dicción esencial del único verso de esta plaquette, bastante más corto que esta frase, por cierto.” b) “Versos para vosotros, oh gente normal.” c) “Esta mierda va para vosotros, ¡panda de anormales!” 11) LA TRADICIÓN LITERARIA ES... a) El Espíritu de la Historia encarnado en el Verbo, ¡avemaríapurísima! b) Como un sarao en lo de Chema el de la Consejería, con todos los autores palmeándose la chepa y picando cocletas. c) El Espíritu de Sid Vicious encarnado en Robe Iniesta, ¡aguanchuzrífór! 12) ¡PROBLEMÓN! CÓMO ESCRIBIR DESPUÉS DE… a) Auschwitz. b) La victoria del PP y el cambio en el Ministerio de Cultura. c) El cierre de la Seat. 13) EL FUTURO DE LA LITERATURA SERÁ... a) Un escolio de Ánite de Tegea reinterpretado a la luz de Jean Bollack... ¿o era al revés? b) Mi becario de la Resi, ¡qué rico él! ¡Escribe en verso libre y da la patita! c) Noufiúcharforyú. 14) TÍTULO PARA VOLUMEN DE OBRAS COMPLETAS: a) Cantor sobre un canto extremo (Lápidas y piedros, 1917-2003) b) Pequeñas victorias íntimas (1982 González - 2004 Zapatero) c) Debo un pufo a mi camello (Pero sólo hace dos meses... ¿o ya son tres?...¡ahivadiós!... hay que ver cómo pasa el tiempo, ¿no, tú?)

Con estos mimbres y un poco de imaginación (no es indispensable) ya está Vd. listo para convertirse en un as de la lírica contemporánea en lengua hispánica o dialecto, según. Combine a voluntad las tres series de variantes. Si el poema resultante quiere decir algo, reordene los versos hasta que adquiera una “enfática ambigüedad”. Si desea Vd. ser escritor ortodoxo, aténgase religiosamente a una sola serie. Si, por el contrario, quiere indicar que se encuentra en una etapa de evolución y apertura, combine su serie favorita con una secundaria, en una proporción de 9 versos a 1. Y para los poetos jóvenes, aquí va un consejo gratix: si quieres ser antologado por Louis Anthony of Villano en calidad de “autor innovador que integra y supera las estéticas anteriores”, usa las tres series a la vez y en alternancia y añádele alguna referencia a la cultura de consumo; de esa manera serás elogiado como “autor pop” por críticos que lo más pop que han visto en su vida es María Ostiz. Ejemplo: “La muchacha del viernes festivo / Nunca llegará al mar / De matarratas, oh / Invisible pía / Cuando haya cambiado esta bombilla / Ya sólo seré del aire / Al volante de mi Seat / Pal Macdónals voy / Y aluego a un concierto de MARÍA OSTIZ.” Hale, a triunfar.

Plus.: Mientras termino mi detestable peregrinaje a Beta Blogger les recomiendo un blog ya imprescindible.: el diario de lecturas de Vicente Luis Mora. Él mismo escribe el que hasta ahora es el más sabio diagnóstico ejecutado sobre la Next-Gen, más allá del análisis inmediato. Y mucho ojo a Fernández Porta: lleva demasiado tiempo siendo uno de los mejores escritores ocultos de nuestra literatura y quizá una puerta de salida, un pequeño manual de escape a los lugares comunes.

viernes, diciembre 08, 2006

TEEN GOD

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Mark Millar, ese objeto de polémica, escribió entre Ultimates uno de los mejores cómics que he leído de él: Chosen que funciona atípicamente muy bien a niveles no exactamente propios de Millar pero también estupendamente al nivel millariano de toda la vida.

La excusa argumental es muy jugosa: ¿qué pasaría si un muchachote de doce años de un pueblo de Illinois se revelara Dios? Nada más y nada menos que una fantástica aventura ambientada en los 80 y que cumple con la pretensión/intención de aquel cine fantástico. Este tono es lo que hace valer y destacar al tebeo de la media: los diálogos cómplices y divertidos no son más que un adorno para un Millar que parece ser consciente de todos los juegos icónicos (“ha estado leyendo tebeos de X-Men” dice uno de los personajes)que proporciona esta idea: el giro final, no obstante debe irse más allá de chiste molón, contiene además un cierto aire de oscura continuidad de lo más sabroso. Sin duda alguna una secuela sería muy necesaria para que Millar ahondase en una narrativa ya mucho más asentada en la reedición de la batalla divina en campo humano.

El elegido funciona como una fábula inusual con múltiples lecturas, sobre la tragedia de saberse mayor que tampoco propicia a Tommy grandes placeres más allá de la sorpresa inicial.: lo gracioso es ver como Millar introduce en su cura al único personaje carente de fe y recrea con mucha ironía episodios bíblicos en marcos cotidianos. Esto tiene más de chiste de que de declaración religiosa: lo que le interesa a Millar es lo divino y lo humano, y lo bíblico como material incesante de ideas que siguen funcionando a muy buenos niveles todavía, no el sermón y eso encaja perfectamente con su tono.

Por eso, por su atmósfera descaradamente Amblin no debe confundirse este graciosísimo ejemplar como un panfleto/sátira: se aleja conscientemente de esta intencionalidad para centrarse exclusivamente en una revisión de carácter irónico tan entretenida como funcional.

miércoles, diciembre 06, 2006

CONTAR HISTORIAS

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Come writers and critics
Who prophesize with your pen
And keep your eyes wide
The chance won't come again
And don't speak too soon
Bob Dylan, The times they are a changin’


Hacía tiempo, mucho tiempo que no me conmovía tanto con una película. Y me empezaba a preocupar: ya me daba por pensar que cuando yo veía cliché fácil (bonito, entretenido pero fácil sin alma) en Big Fish era por mal humor no porqué realmente aquello no fuera más que una versión condensada de lo que debería haber sido un viaje autoindagatorio. Pero es que M. Night Shyamalan me ha vuelto a dejar tan fascinado como cuando vi su estupenda y antes preferida (de su filmografía) El Protegido.

El Bosque hablaba de una sociedad fanática y llena de miedo, de una comunidad represora que temía a lo distinto, que necesitaba y tenía en su motivo el miedo como único punto de unión, el miedo a lo distinto, el miedo al cambio. La joven del agua es la necesaria otra cara de la moneda: un cuento de hadas que habla de la solidaridad como un posible vínculo de unión entre seres humanos que se sienten desesperadamente solos en el mundo. Es también desde ya una de mis películas favoritas y por supuesto, hasta el momento, la que me parece más arriesgada y radical de toda la carrera del realizador del Sexto Sentido.

Me contaba un amigo cosas muy positivas sobre esta incomprendida película: me gustó mucho – aseguraba – parece que Shyamalan hace una autoparodia de sí mismo. Y es cierto: Shyamalan hace lo que Allen en Recuerdos (que, oh sorpresa, también fue uno de sus films más vapuleados), lo que Fellini en 8 y ½: reflexiona sobre sus elementos pasados, sobre el lenguaje mismo de las ficciones (por ende de sus ficciones) para abrir nuevos caminos e innovar a cada paso. El personaje del crítico es una parodia profética e inteligentísima de la gran mayoría de reacciones cinéfilas posteriores: Shyamalan pasa de academicismos, de dogmas narrativos, para hacer su película y los que están con él, salen ganando.

Un cuento de hadas moderno que, como el libro de Ran en el futuro de esta historia, nos da oxígeno en un mundo oscuro. Shyamalan realiza un auténtico tour de force que no me parece exagerado ni almibarado: en 95 minutos uno tiene dos sensaciones gratificantes, la primera de estar asistiendo a una emocionante fábula sobre el tiempo en que vivimos, y la segunda es la de visionar a un realizador que se ha arriesgado sin miedo a que le reprochen los más retrógados cosas como su (falsamente) típico giro final o la ausencia de “miedo” en sus películas (a la que someten implacablemente). En definitiva: un tributo auténtico a los soñadores, a la solidaridad, y al arte de contar historias para comprender un poco mejor la, casi siempre, oscura realidad que nos envuelve. Inmejorable.

Otras reviews.: Max Renn / Roberto A. Oti / Red Stovall / Noel Ceballos / Jordi Costa / Ramón Monedero / Jaime Lorite

Deposite su link a su crítica en los comentarios si lo desea. Gracias.

martes, diciembre 05, 2006

PAPER BREAK

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Estos días andaba pensando yo (¡!) en el tema este de las relaciones entre blogs y periodismo, en concreto como los blogs pueden pasar de ser una alternativa a una oportunidad. Y también pensaba, frecuentemente, en lo que ha costado en la época pre-blogs lanzarse a decir que no nos gusta este modelo de revista cultural que tenemos (sea cine, libros, videojuegos…) como si una vulgar respuesta de pues hazlo tú nos convirtiera en afónicos quejicas sin argumentos.
Toca pues pronunciarse sobre una revista redonda y perfecta en si misma: Xtreme se estrena este mes a un eurito y con titular grande, no sólo como el triunfo definitivo del 2.0 sobre el tradicional Superjuegos + Extreme sino también como un punto de partida para caminos que espero que las otras empiecen a seguir.


Pero cuidado: creer que Xtreme es grande porqué hay columnas de Nacho Vigalondo y Marta Peirano (tótem-bloggers) tiene más de ingenuidad superficial que de verdadera observación. Que los nombres de las columnas cambian, se reinventan: lo que hace grande a Xtreme es su descarada condición de evolución caníbal y mutante de lo que supuso para muchos Mondo Pixel (apunten esto a la lista de grandes finales de la historia de las columnitas: “que estamos hablando de niños” [¡
he usado comillas!]).
En resumidas cuentas lo mejor que pueden hacer no es comprar la revista por su precio pero cabe decir que pocos meses van a encontrar una justicia cometida deliberadamente a la inversa: esta vez es el lector el que gana tanto por muy poco.
No van a encontrar una revista que reformule tan bien las bases de cualquier buena revistita de hoy (con su diario de redacción) pero tampoco van a encontrar otra que, sí, se pronuncie tan claramente sobre el retro ni tenga una sección que se llame “juegos que nunca existieron”

Terminando
1€, varias generaciones, y la gozosa sensación de que estamos ante un volumen apócrifo de plegarias atendidas en muchos aspectos. Porqué, joder, los que queremos leer buena prensa de videojuegos también queremos esto: no milimétricas máquinas-en-escena para tal-cual compañía (que los truhanes son simpáticos pero los lectores también son).
Tones’ Music: El retro […] trata de juegos endiabladamente díficiles, rotundamente abstractos, de colores chillones, de inocencia ininterrumpible, fuente de anécdotas jugosas y, sobretodo una forma perfecta de saber qué es lo que nos queda por ver.
Kind of blue: ¿Por qué no se asume la manipulación de la portada de un videojuego como algo natural? (NV, again)


De las revistas digitales todavía no hablamos: pero está claro que hay esperanza. ¿Por qué? Todos salivamos cada mes con Hermano Cerdo. Pero diantres, por fin los blogs pueden romper (sic) la cárcel del papel.

OTRO ENÉSIMO POST DE MP3 FRUTO DE LA PEREZA

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¡Qué bonito puente el de diciembre, en el que se perfilan los regalitos de navidad! (y se celebran con un tono muy similar a las nuevas ediciones especiales de dvds, de películas que en el fondo no nos importaron tanto, las definitivas fiestas universitarias, a las que por supuesto, hay que asistir).Mientras tanto se acerca un breve retiro espiritual: dejaré algunos posts pero creo yo que nos merecemos todos un descansito. Que podemos invertir leyendo. ¿Ejemplos de descanso? Viajes en el Caribe, ala, por aquello de llevar la contraria es lo que a mi me apetece. Eso y lecturas originales de antaño. También podemos, debemos, vamos a ir a ver Brick si no queremos ser miserables. Yo por mi parte me concentraré en sacar huellas de Baker Street que con la navidad llega un platito fuerte, y en dejarles listo para esta semana un comentario acerca de la estupenda pirueta icónica de Mark Millar llamada El elegido (¿cómic menor? ¡ja!).

Y por último, rezarle a Lord Bloomington que se fue a las montañas, es un caballero no irá a por tabaco como nosotros plebeyos (y ahora encima huérfanos), y no ha vuelto (pero a él, off course, le damos ese puente de festivo también porqué es uno de esos tipos de allí arriba, de las alturas).

Y más supongo, en fin, que en mi mp3 nunca suenan grandes descubrimientos que no hayan hecho los oídos mas finos de la blogoesphera. ¿Qué hay de lo que pueda decir al menos dos cosas? Pues jazz, la música más libre del mundo (por si a alguien se le escapa, que es que hay mucho ignorante suelto).

A) Admitir de una voz por todas que Madeleine Peyroux ha nacido para ser la Billie Holiday posmoderna: de-sa-com-ple-ja-da-men-te (y por favor que nadie me diga que es por la voz). Y les voy a decir más: I'll look around es una canción que ¡sorpresa! no puedo borrar del mp3 desde el verano y no hay en ella ninguno de esos elementos de es la canción que sonaba cuando. No. Es la canción que sonaba cuando pensaba lo mucho que me gusta esta señorita (entonces si). Venga va: mi próximo post musical irá para ella, una lady night nata.
B)Los que no lo hayan hecho ya (¡biff-baff-buff para ellos! Pero el rincón de Alvy Singer cree en las segundas oportunidades hasta cuando no son segundas): escuchar a Thelonius Monk y ponerlo en un altar. Les pongo un tema de Monk's Music. Para mi ver por primera vez esta portada supuso una verdadera definición de lo que yo entiendo por declaración de intenciones o principios o como lo llamen.
C) La cita del puente: "Que PULP es un grupo perfecto para acompañar los últimos estertores de tu juventud es algo que David y yo ya sabíamos" ( Nacho Vigalondo)
D) Click en la canción y esperen a que les diga eso del download.

Madeleine Peyroux – I’ll look around

Blink 182 – Dammit (Growing Up)

The Sonics - Don't be afraid of the dark

Pulp – Babies

Nick Drake – Place to be

Thelonius Monk – Off Minor

lunes, diciembre 04, 2006

KAFKA ON THE (SMOKING) ROOM

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Ahora que ambos se han pasado al solitario en esto de la autoría cinematográfica, su (¿única?) performance juntos queda como uno de los mejores recuerdos del mejor cine estatal realizado en muchos años. Y también como un testimonio inequívoco sobre que temas pertenecen a Wallowits o a Gual, y sirven de paso como un acertado prólogo para enfrentarse con La silla y Remake con toda la coherencia necesaria. Por ejemplo: el plano final de la máquina de Coca Cola es wallowitsiano totalmente y la secuencia final del partido de fútbol es fruto de Gual (y puede que esto sea una equivocación pero ya aparecen rastros de su cine que aquí logran mutar espléndidamente).

Smoking Room es una película excelente dónde la vocación cómica amarga de Gual, de desmitificar el ecosistema social de una empresa a través de una narración fragmentada, divida casi en pequeños gags inevitablemente tristes, de un sabor poderosamente avinagrado, coincide con la beckettiana y kafkiana visión que tiene Wallowits de los espacios y sus personajes en un entorno hostil y profundamente loco como es la ciudad (entendida como macrourbe que acentua la incomunicación).


Están también los excesos de los principiantes: Wallowits descompensa en ocasiones la ya de por sí estimulante sucesión de pequeños gags situados en el escenario de la máquina de refrescos (que podría entenderse, como toda la película, como la versión asqueada de Camera Café) suficientemente explícitos con la voz en off con alguna inesperada reflexión improbable (la ya citada sobre la locura de la ciudad). Pero eso apenas importa: ¿pueden haber películas que sepan captar el espíritu y desesperación de nuestras vidas con tan sólo guión y dirección de actores? Sí, y esta es un ejemplo claro: su austeridad evolucionada del neorrealismo y cierto cassevetianismo no es tan impostada como lo puede resultar en otras propuestas que pretenden hacer del silencio de un elemento metafórico ignorando que lo convierten en un cliche más bien facilón, accesible.

Todo el plantel sobresaliente, quedando como rey indiscutible Eduard Fernández encarnado a Ramírez (tal vez uno de los personajes más carismáticos y míticos de nuestro cine), un rebelde incomprendido, que recogiendo firmas para que se cree una sala para fumadoras recorre un tour por las neuras e histerias condensadas en espacios cerrados que ayudan asimismo a crear un perfecto clima de desconfianza, asco, insolidaridad entre personas. Pero sin moralinas autocomplacientes, sin heroísmos: la película termina con la tristeza de las llamas, con la seguridad que le propicia a la narrativa una adecuada elipsis.

sábado, diciembre 02, 2006

DOMINIO

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Antonio Trashorras sentenciaba en su crítica para la revista Fotogramas su definición de la penúltima película de Tony Scott con un sonoro y explícito cine total. No se equivocaba para nada ya que es una película en la que yo me lo pasé tan infinitamente bien como cuando vi su mucho más valorada Man On Fire, otra fábula de redención pero de un acento más puramente peckimpahiano (irresistible, por cierto).

Uno de los tópicos más dogmáticos gestados en torno a la figura de Tony Scott es su condición de cine videoclipero, etiqueta lanzada con una tranquilidad más cercana a la ignorancia que a la argumentación. Vale, Top Gun fue lo que fue: pero es de justicia sinecdótica mencionar que su supra-valorado Ridley Scott también filmó La teniente O’Neill (y-nadie-se-acuerda). La intención de Scott parte de la subversión formal para llegar a una hondura emocional: Domino es la cópula de su dirección frenética con un guión del grandioso Richard Kelly que ofrece una revisión de su genial True Romance con un acento libérrimo excepcional. Toda la película es una pirueta posmoderna enorme: un pastiche inacabable de géneros claro pero todo con la intención de que disfrutemos del cine por todos los sentidos y causar una inolvidable experiencia sensorial. Y lo consigue en plenitud.


Su juego estructural canibalizado del noir, sus antihéroes salidos del post-western peckimpahiano (again y de capitán Mickey Rourke el mejor de ellos, claro), sus múltiples personajes alucinados irresistibles (un productor de reality shows, dos actores de Sensación de Vivir caídos en desgracia, el piloto de Afganistán experto en bombas…) que reflejan una peculiar concepción del universo scottiano pasados por el tinte de la negra (ir)realidad.

Domino es una de las mejores película del año, y es un exceso milimétrico y autoconsciente en el que Scott lleva a la cima su discurso y concepción eminentemente posmoderna del cine llegando hasta la referencia a su propio cine (suena de nuevo la música de su anterior película) y jugueteando con todos los mejores recursos visuales creando un cocktail lleno de energía al que es imposible negarse si se tienen dos dedos de frente. Al final del film la esencia scottiana brilla como nunca (o como siempre): hay redención, hay salvación, hay reconciliación, pero brilla también una enorme confusión y un invariable cinismo que deja mella en el espectador más avispado que sabe disfrutar de lo que hay detrás y delante de un pirotécnico con tanta alma como velocidad (al final todos pringamos).
Otras reviews.: Refo / Noel / Javier Moreno / Jaime Lorite.
Si echa de menos su crítica y cree que no hay pluralidad de opinión deposite el link aquí abajo. Gracias por su colaboración.

ETHAN HUNT ALIAS TOM CRUISE

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Misión Imposible 3 es una película que me gustó bastante por un motivo concreto: JJ Abrams. La película es un excelente prólogo para los jóvenes audaces pre-abramsianos, que después de bien seguro que se iniciarán al culto a Lost y Alias con reverencia. La lástima es que, a pesar de JJ Abrams, el produced by Tom Cruise y Paula Wagner pesa mucho, demasiado, y lastra una película con un estúpido (por dios, vuelan por los aires todo lo letal que tenía el villano), indigesto (¿por qué tenía que parecer una parodia logradísima pero inconsciente de Urgencias?) y amargante final (por dios, parece la, por supuesto falsa, fiesta de despedida del rodaje) que no contiene eso que domina tanto el autor: el punch y la intriga hasta el último segundo.

A pesar de ello es, para mí, más satisfactoria que la segunda entrega (disculpad: a mi el único John Woo norteamericano que me gusta es Blanco Humano y su capítulo para The Hire). Se inicia con un sensacional mcguffin (¡la pata de conejo!) que se todo el leit-motiv de la película y Abrams coloca a un actor sensacional (Philip Seymour Hoffman) dando vida al villano (y haciéndonos olvidar que queríamos ver a Sloan por allí pululando) con una elegancia impresionante (devorando el egotrip cruisiano con sólo un par de secuencias, y siendo más carismático que Hunt), después adapta tal y como se esperaba toda la parafernalia que hacia grande a la serie de Jennifer Garner: equipo de espías, localización internacional, saltos imposibles, nerd bonachón (un sosias de Marshall Frinkman que adquiere el resto de, ¡sí!, Simon Pegg e idéntico doblador en castellano ¿metaguiños sonoros?), conversaciones sentimentales en medio de situaciones límite y el simulation way of life.

Pesan sobre él la rídicula historia de amor (bella Michelle Monaghan, sí, pero no demasiado elaborada la trama ni su concordancia con Cruise), el infinito desaprovechamiento del personaje de Keri Russell, y el ya citado final pero es sin duda una de las mejores revisiones (consciente de sus limitaciones e imponiéndose sobre ellas) de las spy movies que he visto en mucho tiempo y que no tiene miedo a ocultar su condición de cien por cien Abramsiana, igual que Brian De Palma en la primera Misión Imposible no disimulaba su hitchockiano tributo a Encadenados.

Otras críticas.: Noel Ceballos / Max Renn / Freddy Voorhees/ Refo / Roberto A. Oti
Ya que estamos dejen por favor, si lo desean, enlaces a sus críticas del film para que pueda completar la lista. Gracias a los que lo han ido haciendo ya.

viernes, diciembre 01, 2006

CONFUSOS, DÉBILES Y FRÁGILES (II): SOBRE ELEGÍA

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"En el estudio, se identificaban unos a otros con más facilidad por sus dolencias que por su pintura. ¿Cómo estás de azúcar? ¿Qué tal la tensión arterial? ¿Qué te ha dicho el médico? ¿Te has enterado de lo de mi vecino?"

No hay que confundir la sabiduría innegable que transmite Elegía con una banalidad llegada de Philip Roth: el autor no es grande porqué nos dice que no hay vuelta atrás ante la muerte. Eso ya lo sabíamos todos nosotros. De lo que nos habla Roth y no de una forma necesariamente ambiciosa o ampulosa es del corredor de la muerte que puede ser nuestra vida. Un pasillo y nada más.

Se puede entender la novela como una versión oscura y a órgano del Pecho. En aquella novela el hombre mediocre, Dave Kepesh, se veía convertido en un gigantesco pecho para regocijo de un Roth que reflexionaba a través de la kafkiana situación, de las ambigüedades del sexo. Y hay sexo aquí pero pintado por la impotencia, por la debilidad, por el recuerdo, por la vejez. Y la mórbida mirada de Kepesh a sus enfermeras, se transforma en la certera visión del protagonista ante sus cuidadoras.


Philip Roth prefiere examinar una vida no desde un monólogo interior de su protagonista, sino a través de una prodigiosa unión entre el estado físico y el anímico. Todo ese miedo ante la desaparición está en su protagonista: sufre el pesar de la existencia en brotes descontrolados, nerviosos, frenéticos pero que se resuelve en un magnífico final en el que Roth por encima de todo se revela un brillante estudioso de la condición humana.

El libro es en cierta medida un examen moral del protagonista en el que se enlazan las relaciones con los demás. ¿Existe la moralidad en nuestras vidas? ¿El tiempo pone a cada uno en su sitio? En este sentido la relación con Phoebe es un ejemplo perfecto de lo que responde el autor de Newark a todas estas cuestiones: no hay justicia en hacerse viejo.

"Lo que veía era una piedra, el gran peso de una losa pétrea y sepulcral que dice: La muerte es solo muerte... no es más que eso"

El encuentro final con su ex esposa carece de todo tópico: ella ha envejecido, casi se diría que peor que él, y a pesar de haber sido una esposa mejor, una mujer abandonada impunemente por el egoísmo de su protagonista el tiempo ha hecho igual mella (algo que tratamos de esquivar y fingir que hay una recompensa física por una buena moral). Roth lo pinta con la preciosa escena de los relojes del padre del protagonista, perfecta metáfora del mensaje central de la novela: el tiempo pasa, sin más.


“Tómalo tal como viene. Acéptalo sin más”.


Terminará con: Seize the day + Everyman.

miércoles, noviembre 29, 2006

9 RAZONES PARA LEER LIBRA

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1) 8 de cada 10 conspiranoicos recomiendan leerla en programa doble con la película JFK de Oliver Stone, los otros dos recomiendan leer el informe Garrison… y la novela.
2) A su autor, Don DeLillo, le mola mucho Thomas Pynchon, (escribe muy bien sobre él) lo que significa que es un alumno aplicado. Pero lo es en el sentido que Martin Scorsese fue un niño que miraba por la ventana a los mafiosos: hiperactivo paranoide con una narrativa de la que chupan otros vampiros de los años 90 y prácticamente todo escritor con coniencia de novelón nacido en los USA.
3) Bret Easton Ellis (uno de los vampiros de los años 90) dice que DeLillo es el segundo gran escritor norteamericano, pisándole los pies a Philip Roth. Cuando se publicó Superviviente (de Chuck Palahniuk) Easton Ellis dijo “es posible que nuestra generación haya encontrado a nuestro Don DeLillo”. Esto significa que Libra es posiblemente el prólogo a muchos de los grandes momentos de ese otro Lee Harvey Oswald de Wall Street que fue Patrick Bateman, pero también que todo Palahniuk nace del italoamericano: su estilo narrativo de frase es extenuado y ahogado por Chuckie, pero ¡esperad! Antes estuvo él.
4) Los apuestos futuros teóricos de lo posmoderno pueden quedarse con esta sentencia pronunciada astutamente en una crítica de la revista Quimera: si Don DeLillo hubiese nacido en Francia y fuese filósofo su nombre hubiera sido Jean Baudrillard.
5) Empieza en el Bronx: “los siete segundos que partieron la columna vertebral del siglo americano”. “Se montaba en el metro por el sólo gusto de viajar. El ruido tenía una potencia y una fuerza humanas. La oscuridad llevaba un poder dentro de sí. Se plantaba en la parte delantera del primer vagón con las manos extendidas contra el cristal. La vista que contemplaba vía adelante era una forma de poder. Era un secreto y un poder. Las vigas destacaban cosas secretas. El ruido se clavaba en una furia que él situaba en su mente, una satisfactoria oleada de furia y dolor.”
6) “Aunque aún tiene que escribir una obra tan prodigiosa como El arco iris de gravedad o tan sensacional como An American Dream, Don DeLillo, con nueve novelas en su haber, ha desbancado tanto a Pynchon como a Mailer del puesto de chamán en jefe de la escuela paranoica de la ficción norteamericana. Desde sus comienzos como urdidor de fantasías, ha evolucionado furtivamente hacia el realismo sin perder por ello una visión tenebrosa, y en ocasiones profética, de conspiraciones y correspondencias misteriosas, así como de una tecnología enloquecida” Lo dijo Robert Towers en su New York Book Review, 1988, pero está claro que deben, han de llevarle la contraria.
7) Buscadores insaciables de la cultura popular: esta es su novela, su tesoro. ¡El protagonista es Lee Harvey Oswald! Y por ende el asesinato de JFK o el momento en que cambió la historia (de los USA, del mundo quizá). Su muerte puede entenderse como un corte por la mitad de la bandera de las estrellas. Si en algo es poderosa esta novela es en su fuerza icónica: empieza hablándonos de forma hiperrealista y aceleradísima de un Oswald, niño, que recibe piedras, que va de un lado a otro. La imagen, el mito, ¿el hombre? Sí, esto es ficción.
8) La pregunta del millón: ¿Qué es lo que verdareamente motivó a Oswald a disparar al presidente? Tiene una respuesta, aunque ello sean más preguntas.
9) - INFORMACIÓN CONFIDENCIAL -

lunes, noviembre 27, 2006

MONDAY STORIES

¿Harto de leer por enésima vez hablar de la novísima “promesa literaria”? No se agobie más: aquí encontrara dos relatos con garantías para el lector, y dos promesas que no hacen falta que nos prometan nada: llevan ya cosas demostradas.

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(Memphis - William Eggleston)

Érase una(s) fábula(s).
- Fábulas: Mateo / Tiro Libre, pdf -
Javier Moreno es la clase de escritor que podemos situar dentro del posmodernismo literario pero hay más, mucho más: es veloz, divertido, ágil, irónico y sobretodo muy inteligente. Una sensación indescriptible, de sonrisa permanente, de detección de inteligencia, que no tiene nada que ver con un tour de force gratuito: sus dos fábulas (Mateo / Tiro Libre) son dos ejemplos perfectos de cómo hay que ser un crack en esto de la short story sin pedir a alaridos etiquetas y valiéndose sólo de un bendito estilo que se intuye también a cada palabra que leemos. Detrás de un envoltorio sobrecargado de una poderosa distancia irónica hay también una excelente sensibilidad para hablarnos del aquí y del ahora, y claro está, la esencia pura de la fábula, de vocación y alma posmoderna.
“Antes los sueños eran distintos. Es culpa del cine. Ahora los sueños tienen historia, por ejemplo. Ahora los sueños, además tienen varias cámaras.”

Sombras, nada más.
- Brumas, pdf -
Mauricio Salvador es un antagonista de Javier Moreno en términos estilísticos, pero como aquél su lectura es más que recomendable y ofrece una sapientísima experiencia para los lectores. ¿Cómo lo hace? Transmutando, buscando, perfeccionando, y sobretodo emocionando sin dobles morales o trucajes ya gastados. .


El error más común es querer ser Carver y olvidarse de la voz propia: Tobias Wolff en Vieja Escuela lo describía muy bien, cuando su protagonista convierte otra historia en la suya sólo porqué se ve reflejada en ella y esto es la síntesis más clara del cuentista principiante.
Afortunadamente no estamos ante uno de esos errores sino ante una de las historias más emotivas que podemos echarnos a la cara y con eso que justamente podemos encontrar al leer a Lorrie Moore: sinceridad. Y sin recurrir a la lágrima fácil, buscando un lirismo en la frase sencilla que me parece sensacional.
Sólo con este inicio debería ser de lectura obligatoria:

“En aquellos tiempos mi padre sentía la vida como una especie de aislamiento interplanetario, como si alguien lo hubiera metido a la fuerza en una nave espacial y lanzado hacia un lugar desconocido al que mi madre habría llegado para echarlo a perder. “

domingo, noviembre 26, 2006

¿FÓRMULA AGOTADA?

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[...] De hecho, creo que el dibujo "hiperrealista" (y no me refiero a Romita, que no lo era) es una de las razones (la otra es el tipo de guión) de por qué los SH de ahora mismo no funcionan.

Como me decía el otro día un amigo, por influencia del posmodernismo, en los SH de ahora (Ultimates es un buen modelo de ellos) TODO está expresado en la página, todo está acotado, todo significa exactamente lo que EXPLÍCITAMENTE se dice que significa, en guión y en dibujo, hasta la última coma de significado. Ni el guión ni el dibujo actual deja espacio mental alguno a la imaginación, al símbolo, al significado implícito, a pensar sobre las motivaciones del personaje -porque se explican enteramente-, a la aventura que hay "detrás" o "enmedio" de la aventura que leemos: todo está explicado.

Otro amigo (a este le conoces, Juanjo) me dijo una vez que cuando volvió a leerse de mayor, hace un par de años, los 4F de Byrne (que eran SH clásicos, género auténtico, no posmoderno), que le encantaban de pequeño, se quedó estupefacto al constatar lo "poco" que sucedía en ellos. "No lo entiendo. Yo recordaba mucho más, muchas más aventuras, como si sucediera mucho más en esos tebeos", me dijo. No creo que fuese sólo la memoria la que le traicionaba. Es que los SH clásicos funcionaban así. Se sugería mucho más de lo que se podía leer en ellos. Los personajes tenían una vida "por detrás" que nunca veíamos, pero que nos encantaba imaginar. Sus motivaciones tampoco estaban claras hasta la última coma, ni mucho menos. Eran una especie de constructos o máquinas poco inteligibles para el lector y desde luego ambiguas por defecto (por ocultación de su "vida real"), que cumplían una función en la historia sin que se nos desvelase mucho sobre su psicología o motivaciones. No se cuestionaban a sí mismos porque no eran personas realistas, sólo cumplían una función en un tipo de relato -el de SH- muy concreto.

Hace poco, Álvaro abogaba por el "cuestionamiento de las motivaciones" del SH, por el "cuestionamiento de la tarea del héroe" para hacer adulto al SH. No sé si adulto o no, lo que sé es que eso ya no es SH clásicos, sino SH posmodernos (los que van desde Moore a Ultimates), y sé porque veo donde está el género que eso es un callejón sin salida. En los SH posmodernos, al contrario que los clásicos, el espacio mental se cierra y todo significa EXACTAMENTE lo que se nos explica en la página: es un volver sobre el personaje clásico para diseccionarlo y "comprenderlo", empezando por su origen "real" y "científico" ("La lección de anatomía" de La Cosa del Pantano, el episodio de Watchmen donde se explica el origen de Manhattan/Atom, los que escribió Moore sobre Miracleman explicándolo de pe a pa; los ULTIMATES de Millar donde se explica el origen exacto y político-científico de Los Vengadores) hasta sus motivaciones psicológicas más profunda : ¿cuál es exactamente la ideología del Capitán América? Porque en el Capi de Kirby no estaba, su Capi era un constructo imparable que combatía el mal y defendía la libertad sin "cuestionarse su tarea"; pero tranquilos, que Millar ya nos explica la ideología y psicología del Capi con pelos y señales en ULTIMATES: el Capi es un carca y conservador, que no quiere ver mujeres desnudas en un espectáculo, que no entiende la vida moderna, incluso que puede llorar por un ataque de cuernos. EL CAPI TAMBIÉN PUEDE LLORAR. ¿Qué pasa con esto? Pues que la pregunta es ¿a quién le interesa de verdad saber cómo piensa alguien que lleva capucha, escudo y calzones por encima del pantalón? Como decía Kyle Baker, si quiero leer un tebeo de Superman, quiero verle volar y hacer cosas increíbles, no quiero ver a Clark Kent hablando tooodo el rato y llamando "Hal" a su amigo Linterna Verde, mientras éste le confiesa a "Clark" sus problemas sentimentales o las dudas sobre su tarea como héroe.

A mi juicio, el problema es que con el tratamiento posmoderno terminas vaciando de contenido al SH. Si lo explicas demasiado (en guión y en dibujo), y demasiado realista, no sólo no es más verosímil sino al contrario, mucho más inverosímil, sino que pierda la gracia y lo que permitía hacer funcionar al SH. Lo que hizo Moore sólo se puede hacer una vez, pero no puedes seguir repitiéndolo hasta el aburrimiento: porque lo que hizo es ya posgénero, la autopsia del género original muerto, que se disecciona hasta el absurdo para enseñarnos sus entrañas y mecanismos. ¿Quieres darle una motivación psicológica real y razonada hasta el último detalle a Batman? El resultado es BATMAN BEGINS, que no funciona desde su minuto diez.

Personalmente, estoy muy cansado del género posmoderno: ULTIMATES es aburridísimo, y eso sin entrar ahora en las asquerosas ideas políticas que su guionista "de izquierdas", Millar, cuela de rondón en sus argumentos con tal de servir a su santo patrón, el becerro de oro que para él es la Marvel americana: es impresionante lo que un escocés cateto como él puede llegar a pensar que le "gustará" políticamente al público estadounidense; según él, todos deben ser unos "patriotas" descerebrados. Estos SH que se hacen ahora (Strazynski también tiende a explicarlo TODO) no me interesan nada, es un tostonazo, y me gustaría una vuelta al género "clásico", no digo retro, pero sí género no-posmoderno, género sin autoconsciencia ni reflexiones sobre los mecanismos de su funcionamiento. Miller lo ha hecho en DK2, rehuir expresamente lo posmoderno, con esa gozosa celebración del género clásico de SH, aunque actualizado a 2002, y ya me gustaría que muchos otros autores siguieran derroteros parecidos.

Esto me ha respondido Pepo (Pérez) en un post sobre "la estética de lo inverosímil" y al final regala una muy estimable reflexión del estado actual del género de los SH. Ah, yo amo la reinvención Ultimate pero contrastar siempre es sano. Ahora es su turno señores.

viernes, noviembre 24, 2006

UNA DE TUBOS: "THESE DAYS"


A) La película me parece más redonda en cada revisión.
B) Gwyneth Paltrow, Margot, crece en el recuerdo.Luego no digan que no les avisé.
C) Todos nos sentimos Richie Tenenbaum (es la definición de manual de personaje universal) aunque sepamos que Richie Tenembaum nunca va a ser como todos nosotros.

jueves, noviembre 23, 2006

TODOS LOS HOMBRES, TODOS NOSOTROS (I): SOBRE "ELEGÍA"

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Cortesías

"¿Por qué debería desconfiar de su vida cuando era dueño y señor de ella como nunca en años? ¿Por qué se imaginaba al borde de la extinción cuando, si lo pensaba con calma y franqueza, solo podía concluir que tenía por delante muchos más años pletóricos de energía? Aun así, era lo que le sucedía todas las noches durante su paseo junto al mar bajo las estrellas. no era nada aparatoso, ni deforme, ni excesivo en ningún sentido. ¿Por qué entonces, a su edad, debían acosarle pensamientos sobre la muerte?"

Al final de El oficio: el escritor, sus colegas y sus obras (Shop Talk, 2001) Philip Roth homenajea a su maestro con un repaso preciso y exacto a la obra de Saul Bellow, sin rastro alguno de perezosa y fácil nostalgia o sentimientos por lo que ha sido y será su eterno mentor.

Y Everyman podría ser la última y definitiva palabra (ficticia) de Roth sobre la obra de Bellow. Ahora que el otro ya no está entre nosotros, Roth busca como llegar a la novela puramente bellowiana reescribiendo con atención Seize the day y empezando desde la escena misma del entierro como un pálido reflejo del desconcierto el día del entierro del premio Nobel de literatura.
La novela es con una simpleza quizá muy sorprendente para muchos en tiempos de retos estructurales, un regreso también a los temas cien por cien rothianos. A la infancia, a los recuerdos. A Patrimonio: una historia verdadera. Enlazar escenas, pintándolas, dando saltos por una vida de un hombre mediocre. Pero el hombre mediocre de Roth nunca va a ser
el homo americanus triste de Ford, por lo que no nos llevemos a la confusión: el hombre mediocre de Roth es un fracasado consciente de serlo, un hombre que sabe que tiene miedo, que adquiere una conciencia moral acerca de las cosas (la literatura norteamericana tiene mucho de geográfico: de los judíos y sus problemas de moral a los anónimos lugareños de sitios invisibles como Ohio, Wisconsin, etc..)

Desde el principio de esta novela sobre el final el lector sufre una regresión. Imaginaria o quizá adaptándola a su propia biografía, está el retorno a aquella sensación de vida extrema, de miedo extenuante ante la cercanía de la muerte. Y Roth encuentra su poética, su negritud y su clarividencia en la escena del niño en el hospital temeroso a que, ante la desaparición de su bulto, de que morirá. Un miedo primario, inherente al ser humano incapaz de aceptar su condición en más de una ocasión.


(To be continued)