domingo, agosto 28, 2005

ANTES DEL ATARDECER.: Ayer paseé por Paris

Antes del atardecer.
(Before Sunset, 2004).
D.: Richard Linklater.
G.: Richard Linklater, Ethan Hawke y Julie Delpy.
I.: Ethan Hawke, Julie Delpy.
Duración.: 77 minutos. Color.

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Cuando uno vaga por las calles de Paris descubre ideología, mezcla étnica, swing inexplicable y una cantidad de historias para ser contadas. Al margen de que se trate uno de los parajes europeos más bellos, no quiero resultar estereotipado, pero aún asi París es el lugar para volver, y estar de vuelta de todo, y es cierto que es un lugar ídilico para hacer florecer las mas tiernas historias de amor. También lo es para reflexionar, y para reencontrarse con uno mismo. Sigue siendo la ciudad de la luz, un lugar lleno de un encanto que va más allá de la fascinación urbanística. Sin ánimo de compararla con Nueva York, al pasear por esas 2 urbes uno presencia un fenómeno similar en lugares completamente antagónicos.

Han pasado nueve años, y estos nueve años le han sentado de fábula a Linklater. Por primera vez en la historia del cine, Eric Rohmer parece tener un pupilo y encima un alumno prácticamente aventajado. El otro acontecimiento, ya no tan "único" pero si extraordinario es presenciar una secuela (en realidad otra parcela de vida en la relación de Celine y Jese) superior a la película original en todos los sentidos.

Esta vez la sencillez es solo una definición a nivel formal. Por una vez en la vida, el poder del cine late, de una forma más pura y emotiva. Con tan sólo dos actores, un guión extraordinario y una dirección muy sabia han logrado una obra maestra en todos los aspectos. No se trata ya de ver el reencuentro entre Jesse y Celine, sino en presenciar como el pequeño paso del tiempo (nueve años, se notan y de la juventud a la temprana madurez de la treintena va mucho tiempo) ha hecho mella. También habla, y como lo hace , del poder de los recuerdos.

A simple vista, la película puede parecer una repetición estructural de la primera parte, aunque estas similitudes son tan sólo superficiales. En la primera entrega, de características similares, adolecía de la profundidad y solemnidad con la que se apunta Linklater a la hora de retratar con una pericia pocas veces vista una relación sentimental. El guión es mucho más complejo, y aunque ellos sigan dando su opinión sobre algunos mismos temas, su punto de vista ha madurado y ya tiñen con otro sabor la visión de la vida. Celine es mas pesimista, y Jesse en cambio, parece estar seguro de tener su sitio en el mundo. Vemos además cómo afectó ese encuentro a sus vidas, y todo ello visto en tiempo real, lo qual augmenta el naturalismo.

La narración evita el "paisajismo". Vemos un París bello, pero es un París real, el que vemos al pasear, no el "París de postal" que llevan vendiendo tantos años las clásicas comedias románticas. De hecho, Antes del atardecer no es una comedia romántica, es tan sólo una historia de amor basada en el paso del tiempo. En cuanto a Linklater, opta por los planos-secuencia bastante largos, sobrepasando los quince minutos, algo que sin duda sorprende. La serenidad con la que estructura el film es magnífica.

Sortea con gracia todos los tópicos, para llegar al mejor punto. El final, que a lo mejor es "el que todos esperamos" o es "abierto" para muchos, pero es un final acorde con lo que hemos visto. Es producto de una evolución interna de unos personajes que resultan muy humanos y que además no paran de hablar durante todo el film. Es una conversación continua completamente alejada de cualquier cliché o convencion.

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La sencillez viene a ser formal, porque la complejidad que esconde el film es bastante alabable. Por un lado evita los minutos gratuitos. Son 77 minutos de cine del bueno. Evita alargarse, o dilatarse. Todo está calculado y asi lo consigue. Del que ya no se ve, en definitiva y de unas raíces marcadamente rohmerianas. Un americano dirigiendo cine europeo, es un shock bastante gracioso. Hay tension, hay amor, hay humor, hay química, es en definitiva una parcela de vida de una gente muy similar a nostros. No cae en registros dramáticos, la perfección de Linklater a la hora de poner en marcha una puesta en escena y unos personajes es magnífica, parece de veras real. No cae en ningún registro. Es un film realmente inclasificable, aunque podríamos decir que es romántico. Las canciones un detalle muy importante, igual que en el primer film, estan escogidas y colocadas en su lugar. Linklater ya sabe como insertar adecuadamente una canción en un film ( y sabe escoger muy bien esas canciones, la BSO de ésta es excelente ) , su film precedente es School Of Rock y ya de paso, se permite una autoreferencia a éste mismo film. Julie Delpy hace un juego de manos para "mandar al garete" a Ethan Hawke muy similar al de Jack Black en la escuela rockera, obvia autoconsciencia de un cineasta que ha alcanzado su más plena lucidez. Dentro de otros nueve años, veremos que ha sido esta vez de Jesse y Celine, y bien seguro que lo que veremos seran similudes vagamente estructurales, pero el realismo ahondara en la escena siempre jugando con el poder de la cinematografía. Otro juego magnifico de Linklater, hace un film de corte naturalista pero que es el primero en jugar con los elementos mas puramente cinematográficos. Ah, cuanta grandeza hay en este director y es que el tiempo también ha pasado para él. Y para mejor, como bien vamos viendo.

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Si tuviése que definir esta maravillosa película, diría que Eric Rohmer y Woody Allen charlaron en un encantador café de París y como resultado, está entre estos dos genios, el talento innato de Richard Linklater. Sin olvidarnos de la naturalidad expresiva propia de Ethan Hawke y Julie Delpy, tanto a nivel de guión como de actuación, los dos perfectos cómplices de esta obra maestra de principio a fin.

Puntuación.: 10.

2 comentarios:

Alberto Cuervo-Arango Rodero dijo...

Gran peli, sí señor

David B dijo...

Ya lo siento pero 'pas d´accord'.

Qué se le va a hacer.

Antes del amanecer, sí. Pero esta segunda parte desbarra (y de lo lindo, además).Más que sentimientos despliega ideas (preoncebidas) de sentimientos. Así como la primera parte reunía de verdad emociones anteriores al amanecer, la segunda parte merece titularse, más bien, Antes de fallecer (de estereotipamiento, cursilería y lugar común). Reconózcame que ese escritorzuelo sobrado que viaja de promoción a la actual Shakespeare & Co está pidiendo a gritos ser arrojado al Sena con una piedra al cuello. Ahora, para gustos, los colores.

En todo caso, alabo su personal visión de París, que comparto absolutamente.
La Ciudad de las ciudades.