Así pues pedirle a Clerks II que sea una peripecia de videoclub o reprocharle no ser más que, un reencuentro con nuestros personajes de toda la vida indica un cierto mal regusto por el paso del tiempo o un mal perdón por las secuelas otoñales. Tienen mucha razón cuando se afirma que la jugada de Smith es muy similar al regreso de Linklater y en el caso de Smith lo necesitaba para abrirse nuevas sendas a su filmografía o para confirmar aquello con lo que verdaderamente destaco (como sus protagonistas Smith prefiere filmar soledades, tebeos y mostradores que hazañas de los X-Men, el suyo es el cine del chiste entre colegas, y en eso nadie le gana). Ahora, Randall y Dante, los héroes, han sido absorbidos por la melancólica frustración de la cadena de hamburguesas y lo que queda es lo que verdaderamente fue la idea de Clerks: comedia + paso del tiempo = comedia divertiídisima.
Todos parecemos olvidar que vimos el original no porqué fuera el clásico freak generacional que es hoy, sino porqué era una comedia divertidísima. Y esta lo es. Y claro, me voy a encontrar de nuevo con ellos dentro de diez años. Espero. Son viejos amigos. Y esta una secuela magnífica. El señor de los anillos es una película de gente andando. Y los animalitos... Sí, a la altura de la primera.
Plus.: Crítica de Noel Ceballos / Crítica de Refo / Tubos del film.
AB.: Bloggers de frente.