miércoles, julio 30, 2008

Escape de Glasgow

Después de sorprender con The Descent (y revelarse confirmación), Neil Marshall afronta un proyecto díficil: Doomsday, homenaje total a las formas emprendidas por John Carpenter y George Miller en su narración del apocalipsis hace más de veinte años, llena de detalles, como el sintetizador que usa Tyler Bates para homenajear a Carpenter o el hecho mismo de que haya personajes con apellidos de los homenajeados, broma referencial que ya estaba en las obras originales implícita, como pequeña broma privada y luego extendida a auténtica práctica referencial.

Como Marshall es inglés impregna su revisitación de una tristeza que renuncia a la espectacularidad que emprende cualquier película norteamericana y el paisaje se mantiene siempre lacónico, y repite con protagonistas femeninas, siempre dolidas por su pasado y enfrentadas a la supervivencia.

Asume Marshall pues diversos riesgos, sobretodo cuando convierte su película en una pura fantasía medieval cafre, más cerca del Verhoeven de Los señores del hierro que de otra cosa. También es cierto que llega a ese punto no por sus maestros sino por la deuda con los subproductos italianos, como Il Nuovo Barbari, de la que hereda incluso los mismos uniformes de plata que llevan los protagonistas al principio.

Marshall resuelve gracias a su talento visual incluso la subtrama política, tediosa y postzombificada con éxito. Es incapaz, no obstante, de resolver el tira y afloja esquemático con sus dos modelos carpenterianos, sobretodo cuando vemos que es imposible mantener la misma expolisividad de fondo, aunque su final está tan logrado o más. Doomsday contiene duelos de mujeres, gore a mansalva (hombres quemados, torturas sadomasoquistas y todo tipo de mordeduras) y una de las mejores persecuciones, la del clímax final, que recuerdo haber visto en mucho tiempo, en la que el nervio de su autor se pone al servicio de la velocidad y los coches deliciosamente maqueados por bárbaros. En Marshall la emoción está amplificada por el ritmo y condensada en brevísimos tempos muertos de tristeza contenida. Tal vez por eso, por construir sobre una historia de dolor y pérdida una sinfonía referencial frenética tiene resultados tan placenteros como llenos de extrañeza.

5 comentarios:

Estrellita Mutante dijo...

Yo ví esta http://www.imdb.com/title/tt1132130/
pensando que era la de Neil Marshal. Eso si, al minuto te das cuenta de tu error. Atento al tagline: "A Modern Christian Epic in the Tradition of The Omega Code and Left Behind"

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo. El titulo me ha encantado. Tambien me gusta mucho el subtexto feminista que ya habia en Descent, un subtexto muy sutil y nada maniqueo. Rhona Mitra se encuentra a tres hombres, tres formas de poder distintas (el primer ministro, el garrulo madmaxiano y el kurtz-mcdowell), que la quieren usar cada cual a su modo

Anónimo dijo...

Neil Marshall, y no David Twohy -como yo había vaticinado, quizá erróneamente, en el pasado- podía haber sido el natural herededo de Carpenter.

No lo es, pero esta película fagocita todo su espíritu.

Yo lo seguiré reivindicando, por supuesto. Doomsday me gustó, sobremanera. Sobretodo en su segundo visionado.

Un saludo cinéfilo.

El Miope Muñoz dijo...

La película, además, crece segun avanza. Creo que hay un problema de recepción en todos nosotros y al principio pensaba que era por magnitud, carpenter y miller nada más y nada menos, pero también es por tono.

Marshall se sujeta al esquema pero añade una melancolía y furia femeninas que nunca habían estado ahí. No es un desértico y fascinante relato apocalíptico y revisitaciones de los códigos del western. Es otra cosa.

Libertino dijo...

AY, espero que Mr.Amazon sea puntual la semana que viene, que me tiene que traer esta cosica plus Frontier(s) e Inside, porque si espero a que estas goradas salgan por aquí lo tengo claro, hace casi un año que las vimos en Sitges, coño.

A ver si saben sacarme de una duda: Los blu rays tienen ZONA?