viernes, diciembre 19, 2008

Oskar, el niño del tambor


Extremely Loud & Incredibly Close Jonathan Safrar Foer

Ed. Penguin, 2006

Había leído la segunda novela de Safran Foer en castellano, en su edición respetuosa de Lumen. Le doy una segunda oportunidad en su lengua original para juzgar con más calma: Safran Foer, que debutó con Everything's Illuminated, es capaz de condensar en su prosa lo mejor o lo peor. Generalmente su táctica es convertir al nnarador en alguien conmovedor, con problemas lingüísticos (en su primera novela era un guía), para deslizar una situación en la que también hay un alter ego, el suyo y una cierta e interesante concepción de la memoria. En sus peores momentos, y son frecuentes, atisba sobre su obra un sentimentalismo perfectamente en la agenda de The New Republic y una cierta reutilización de una estética experimental como catarsis emotiva. El libro va dedicado a su esposa (mi idea de lo precioso).

La curiosidad por las palabras del protagonista, Oskar un remedo empaquetado del protagonista del Tambor de Hojalata, es evidente:
What about a Teakettle?

Sigue preguntando Oskar, y también nosotros. Hace referencia a su tambor, se llama Oskar. ¿Cuál es el objetivo de Foer? Dejemos que intente explicarse este Oskar y luego pasaremos a Grass (las negritas son mías, naturalmente).


What if the spout opened and closed when the steam came out, so it would become a mouth, and it could whistle pretty melodies, or do Shakespeare, or just crack up with me?


Este detalle, por ejemplo, es perfectamente intraducible: las dos rimas (came out / mouth / Shakespeare / me y también podríamos añadir melodies como rima asonante). El problema es el bardo inglés que aparece dónde no debería, quizá para señalar que estamos ante un niño especial.

I could invent a teakettle that reads in Dad's voice, so I could fall asleep, or maybe a set of kettles that sings the chorus "Yellow Submarine", which is a song by the Beatles, who I love, because entomology is one my raisons d'être, which is a French expression that I know.

Segundo error, a la mención a Shakespeare le añadimos la originalidad del Yellow Submarine y, atención, una expresión francesa que está evidentemente hilada por los whichs destinados a reproducir el pensamiento del muchacho. Pero a un narrador como Safran Foer, obsesionado con la emotividad, deja que ésta se imponga incluso a su personaje y le proporciona una serie de extravaganzias que nunca se exploran como es debido.

En la página 11 vuelve a caer Safran Foer en el mismo error


The first letter I wrote was to Stephen Hawking. I used to stamp of Alexander Graham Bell.


El proyecto de Foer tiene como base el coleccionismo, la recopilación de las memorias. ¿Pero acaso no sería más honesto un narrador así de detallista mayor que el Oskar Schell niño?

Cuando explica el origen de la lectura de Hawking, antes del fragmento de la página 11 aclara que es su libro favorito y no la ha terminado aún (las matemáticas son difíciles, asegura) en la página 86 Safran Foer contrataaca de nuevo con A brief history of Time.

I read the first chapter of A brief History of Time when Dad was still alive, and I got incredibly heavy boots about how relatively insignificant life is, and how, compared to the universe and compared to time, it didn't even matter if I existed all

Damos por sentado que Oskar es especial, pero no damos por sentado que Safran Foer usará una táctica tan rastrera para acentuarlo: Oskar funciona en el recuerdo de su padre, no sólo como ser humano, sino metafísicamente.

La pretenciosidad de Safran Foer con Shakespeare y Hawking crece según la novela avanza y se revela absolutamente artificiosa. La metáfora de las botas pesadas aparece tachada y el episodio se llama Heavier Boots (botas más pesadas)

Twelve weekens later was the first performance of Hamlet, although was actually an abbreviated modern version, because the real Hamlet is too long and confusing, and most of the kids in my class have ADD. For example, the famouse "To be or not to be" speech, wich I know about from the Collected Shakespeare set Grandma bough me, was cut down that it was just, "To be or not to be, that's the question".

La honestidad del narrador, de un niño, no tiene nada que ver con su perfección. Safran Foer vuelve a hacer trampas ¿Cómo sabe que el verdadero Hamlet es muy largo? ¿Por qué ese regalo de su abuela, tan culto y tan deliberado? ¿Cuál es el sentido de la metáfora (las botas en relación a los detalles - Shakespeare, Hawking- ) más que el de ser descaradamente lírico, obvio y… especial?

Este es el problema del narrador de Extremely Loud & Incredibly Close: someter al personaje a una rigidez que le condena a ser falso, algo que nunca son los niños y menos los inteligentes y bondadosos (otra cosa son los diabólicos, exquisito especimen también). Bien, volvamos ahora a Grass. El tambor de Hojalata empezaba así:

"Granted: I am an inmate of a mental hospital" ("Pues sí: soy huésped de un sanatorio")

La sinceridad se articual doblemente: Grass no justifica sus siguientes fechorías, mucho menores, sino que el personaje empieza siendo todo lo honesto que puede ser un huésped de un sanatorio (se evita el Loco).

Y aquí llega la diferencia esencial con Safran Foer, la de Grass que además es propenso a unas nada temerosas y bellas descripciones:

Well, then, it was in the form of two sixty-watt bulbs that I first saw the light of this world. That is why the words of the Bible, "Let there be light and there was light," still strike me as an excellent publicity slogan for Osram light bulbs.

(Vi pues la luz del mundo en forma de dos bombillas de sesenta vatios. De ahí que, aun hoy en día, ese texto bíblico que dice: «Que la luz sea, y la luz fue», se me antoje como el lema publicitario más acertado de la casa Osram. Excepto por el obligado desgarramiento del perineo, mi nacimiento estuvo muy bien.)


El narrador se aleja de Oskar, como está alejado del tiempo y se permite licencias poéticas. Pero ya no es un niño y Grass no es tramposo no por la edad que se supone, sino por el misterio que presupone el lector. ¿Quién es ahora, Oskar, ese hombre que recuerda su nacimiento? Grass cuestiona la memoria y Foer parece reafirmarla con detalles. Son posturas muy distintas, pese al intento del segundo de acercarse al primero mediante el homenaje.

De los siguientes que aparecen, debido a sus desporporcionadas ambiciones (narrativas, sociales) hablaremos con más calma en los siguientes posts.

2 comentarios:

Luna Miguel dijo...

Porom pom pom

Jim J. Sloan dijo...

Si no lo he entendido al, básicamente, el señor Foer ha devenido, o devino en su día, en un escritor comercial más. Un pretensioso que busca el best-seller, la fama, el dinero y las orgías en casa de los más refutados escritores ingleses (por decir algunos). No he tenido el placer de leer ninguno de los libros que citas, supongo que jamás tendré oportunidad de hacerlo (ya sea por no recordar los títulos o por otros azares de la vida), pero la comparación que haces me incita a echarle un ojo a Grass. Aunque solo sea para situar el magnífico fragmento del nacimiento en un contexto.

No sé si lo habrás leído, pero creo que hay una obra que deberías revisar: "El fin de Alice" de A.M.Homes (edita Anagrama). Es un libro que me gustaria comentar contigo, y con quién se lo quiera leer, por supuesto.