lunes, agosto 11, 2008

It's a gift!

La primera película Pixar post-Brad Bird que consigue deslumbrar con la misma o hasta más fuerza es Wall*E. Si Bird hizo del diálogo con el pasado un arma arrojadiza para el futuro (ahí están la estupenda Los Increíbles o la reflexiva Ratatouille). Si hay este año una película que merezca el título de “la mejor del año” es esta. Abandonad toda esperanza respecto a superhéroes o autores: Pixar acaba de reescribir el pasado, de la primigenia fascinación por las estrellas de Lumiere, al amor por la inventiva visual inagotable de Pollard, la extraña melancolía de Keaton y la inevitable ternura digital de Chaplin, en el futuro mismo. Su película está muy por encima de cualquiera por estrenar/estrenada y su sensibilidad es tan exquisita que habrá alarmistas que renieguen de ella. Mensaje ecologista por parte de una corporación (contradicción omnipresente en la mayoría del cine actual, de forma incluso más hipócrita y amoral), sentimentalismo o previsible. No hay en ella tampoco mensajes de superación personal, de los feos también pueden. No. La película alude a una dimensión más pura y honesta, casi freudiana: love and work. Si entendemos trabajo por todo lo que nos rodea, claro. Disparates, pegas del gentío que reniega de lo que le constituye.

La película recurre orgullosa a todas las formas de humor y expresividad, como orgulloso y novísima cinta de animación que es. También alude con una franqueza al amor y a la esperanza. Las únicas formas de aludir a ellos sin banalizarlo, vista la pobreza de recursos, son muy claras: mediante la poesía. Esta es una película que no teme dibujar un deprimente futuro de hombres hinchados (literalmente) por su voragine consumista y de gadgets, pero tampoco teme mostrarnos una esperanza en forma de antigualla, ahora revelada catalizador de lo poco humano que queda. Ni a ofrecer la más honestamente bella secuencia espacial que he visto en mucho tiempo. Wall*E, digamoslo ya, es una obra maestra.

20 comentarios:

Salanova dijo...

Es casi como Tiempos Modernos en el futuro más todos los recursos e innovaciones del presente en la animación. Suena muy cursi pero...magia cinematográfica.

Por cierto..¿Qué me dice de Presto? Menuda maravilla, eh.

Libertino dijo...

Gracias a Dios, porque como ya se imagina ahora está de moda masacrarla por todo (mensaje, segunda mitad de la peli...) salvo por su animación.
Me parece encomiable TODO lo que Wall-e me quiere contar pero sobre todo, como me lo cuenta.
Y que me dice de ese corto post-Portal, ¿ein?
Todo es maravilloso.
Bueno, el anuncio de High School Musical 36 no tanto.
Por cierto, ¿son tripitidores los alumnos esos o qué?
PD: Y pensar que se van a encargar (mejor sin el prefijo, oiga) del remake de Footloose...

El Miope Muñoz dijo...

No hay mejor forma de empezar una película de ciencia ficción y de magia, como dice vd., que no sea con PRESTO.

Atención porque la próxima de Pixar también pinta a locura, esta vez crepuscular: UP!, una de aventuras con casa voladora.

El Miope Muñoz dijo...

Libertino a la gente ni caso. Ya sabe lo que pasa con el Pueblo. La, por otro lado notable, Kung Fu Panda tiene un mensaje muchísimo más tópico, pesado y marca de la casa, DreamWorks SKG, de que todos lo consiguen. Esta vez han encontrado un formato exquisito, la cinta de kung fu 100% disfrutable y bella, pero sigue siendo MUY de dreamworks ese mensaje.

Y Wall*E que apuntala a cuestiones tan universales, como dijo Noel Ceballos o Freud o Shakespeare o..., como siempre han sido el amor y la esperanza está siendo apuñalada por su ecologismo. No es que sea ecologista, si bien lo puede ser, es que se refiere de una forma más profundas como la esperanza. Y también se critica su happy ending (!) en tiempos tremendamente infantiles. Sólo un señor infantil creería que el happy ending distingue LO adulto de una película. Dicho queda.

Saludaco.

Anónimo dijo...

Creo que valoramos el todo por la parte. Esos valores universales brillan de forma eficaz en el personaje central, que es demasiado inmenso como para arrojarle una parábola ecologico-fututista tan manida y previsible. La profusión de texturas y temáticas es cosa difícil, y esa es la genialidad que aquí no existe.

No se puede hablar de obra maestra tan a la ligera, es el látigo que escuece mi pensamiento en los últimos días.

El Miope Muñoz dijo...

Imágenes y Palabras sabe que aprecio su blog mucho, pero creo que si se puede hablar de obra maestra, al menos en un caso tan excepcional como este. Puedo estar equivocado, claro, pero la valentía está en arriesgarse sin boutades.

Para mí, por ejemplo, es mucho más inexacto puntuar las películas numéricamente ya sea del uno al diez o con estrellas. Es reducir la obra a una puntuación científica, cuando es mucho más complejo que esto. Obra maestra se usa como conclusión o como punto de partida a demostrar, con la validez de la mirada puesta en entresijo. Pero la puntuación de las estrellas condena la película al miserable aprobado o al miserable suspenso, en vez de a la palabra qeu asegure.

Wall*E constituye momentos de buen cine y ocuparse en aspectos tan superficiales como la parábola ecológica me parece sólo una parte de la película. Una parte que funciona más como motor narrativo que otra cosa, si se fija, pero vamos, también en Pale Face (1921, Buster Keaton), por poner un ejemplo, había una crítica al trato de los indios y no creo que se recuerde hoy por eso, o Tiempos Modernos. La parábola no es manida porque la expresa con unas secuencias bellísimas e invocando algo que está, ciertamente, en las estrellas. Es decir, se mueve en un lenguaje poético y también de pura y dura comedia. Si quiere usted tratados de ecología escritos con mayor espacio para la reflexión no debe buscarlos en una película que en ningún momento se pretende (formal y temáticamente) invocar que no sea algo que el humor, de forma exquisita y la emoción, mediante puro lenguaje del cine.

Salanova dijo...

Pero es que no es un happy ending tan típico: Los robots acaban de salvar la tierra.

Libertino dijo...

WALL.E es una peli intimista que no sería posible gestar fuera del campo de la animación aunque el espíritu dominante durante su metraje sea el del slapstick y la screwball comedy, mira sin han cambiado los tiempos...
Y eso era puro lengüaje del cine

Unknown dijo...

Menos entusiasta, esta reseña de Ben Crair en TNR
http://www.tnr.com/booksarts/story.html?id=7927aa33-cbee-4701-b198-bc5bd9b0d320
analiza, yo diría que de manera bastante acertada, el fallo en la crítica de Wall-E ante la ética corporativista:

A movie about the triumph of authenticity over artificiality shouldn't also be an exercise in brand identification. Apple may please the filmmakers' tastes more than Buy N Large and its box-store ancestors, but in the end, its corporate motives aren't so different. The film's problem is not that its message is too anti-business or too liberal, but that it doesn't really believe in it. WALL-E may be about a future dystopia, but it's a symptom, not a diagnosis.

Como sea, me encantó la película.

Anónimo dijo...

Pues ahí quería ir yo, "momentos de buen cine", eso es "Wall-E". Son demasiadas las películas que cada año ofrecen sus momentos, y las obras maestras son un encuentro singular que rompe cualquier posible baremo o expectativa. Sobre todo porque te anula las posibles expectativas y eleva esa degustación a una categoría nueva.


Y claro, cada uno tiene sus criterios a la hora de lanzarse a la marisma y proclamar una obra maestra. Más allá de esos "momentos" ejemplares y paradigmáticos, echo en falta una mayor originalidad y contundencia en la impresión de conjunto. La obra maestra como un conjunto exaustivo e inapelable. Por supuesto que la parábola futurista es el motor narrativo, pero, precisamente por la excelsitud de unos personajes (con sus grandes momentos) catalizadores de sentimientos, metaforas, y todo lo que podamos interpretar, pienso que no esta a la altura.


Saludos cordiales, y ante todo muy agradecido por su atención. Es usted de los pocos que sabe comentar y decir algo aprovechable.

Señor Toldo dijo...

La pega, la mota, el nular, lo que la mantiene por debajo de la deslumbrante Ratatouille (también es otro palo, este más minimal y haikunesco -Jordi Costa dixit- y la de la rata con profundidad de campo vitaminada): que los dos gordetes unplugged me JODAN el glorioso momento del baile espacial con su aparición (saludando como si fueran background en un directo en la tele, oigan); rompen y rasga tan bellísima digresión. Pero, en fín, lo demás mola tanto...

Y no me vengan con Tiempos modernos... el final busca Luces de ciudad totalmente (no conseguirán que diga que le llega, porque eso es imposible con uno de los integrantes más sólidos de mi canon de Finales de la Historia, o dos).

Kelzor dijo...

Oigan, que la nueva de Pixar, "Up!", es una adaptación DEL QUIJOTE, sí, tal y como suena.

Miren al hidalgo y a su Sancho:

http://pixarblog.blogspot.com/2008/07/up-pictures-from-comic-con.html

Sergi Bellver dijo...

Ayer mismo hablaba con nuestro amigo común, Matías, sobre la película. Para mi subjetiva opinión (valga la inevitable redundancia), hay un par de detalles que la distancian de lo que para mí es una obra maestra en cine (como arte narrativo, como arte visual lo es por completo). Pero he de decir también que hacía mucho tiempo que no disfrutaba TANTO en una sala de cine. Como ha dicho no-sé-quién-por-ahí (no lo recuerdo), todo un clásico instantáneo. Y sin demasiado almíbar, añado, aunque un punto más cáustico (menos complaciente con el mercado infantil y más decidido por los adultos —decidido del todo, que ya es cine adulto—) le hubiera sentado genial. Unas gotitas de Akira, Sin City o Moebius y hubiera eyaculado en la sala (metafóricamente).

Saludos, Alvy.

Tonio L. Alarcón dijo...

Espero verla por fin este fin de semana (alegrías familiares me han obligado a retrasarla) y ya te contaré si coincidimos o no. Pintar, pinta genial.

Jordi Revert dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jordi Revert dijo...

En definitiva, un regalo... Podría explayarme, pero mejor dejo mi propia crítica que colgué también ayer en mi bitácora y en la que, por cierto, también menciono los viejos slapsticks y unas cuantas cosas más...

http://cinelandia.blogspot.com/2008/08/wall-e.html

comunllum dijo...

Todavía no le he visto, pero creo que deberé hacerlo. Interesante blog.

http://fueradeguion.blogspot.com

Balaguera dijo...

Es una obra maestra, Alvy.
Pero imagínate tú lo que podría haber sido si más de uno no hubiese metido la zarpa. Hablando en tono personal, siempre he odiado las secuencias donde el populacho increpa y anima a los héroes sin intervenir ni hacer NADA.

Y mejor no mencionar la consecuencia directa de esto, el arrebatar y parasitar la gloria del héroe por la euforia. Es treblinesko y da verguenza ajena.

Y no sé para qué se menciona Kung Fu Panda, si no existe. Y menos después de esto: http://www.youtube.com/watch?v=XeNOupmGN5g

Pedro José Tena dijo...

A mí es que esta película me parece obra maestra incluso antes de verla. Estamos de acuerdo en que no se puede usar ese término a la ligera, pero Alvy no es alguien que use nada a la ligera, desde luego. Una sentencia más sobre esto: Yo antes era de los que pensaban que puntuar las películas con estrellas o notas era una buena idea. Antes.

Lo que me molesta de las críticas que leo sobre Wall-E es que se veían venir también nada más ver el tráiler: cantaba a kilómetros que El Pueblo y otros que no lo son iban a atacar la segunda parte de la cinta, convirtiéndose a partir de ahora en uno de los recursos más socorridos del verano junto a "la segunda mitad de Hancock es una mierda" o el inminente "pues a mí me gustaba más el joker de Jack Nicholson".

Todo esto lo digo antes de ver Wall-E, faltaría más. Total, SÉ que me va a volver loco. Si ya me emociona el tráiler, no me quiero imaginar llorando con un robot cuando vaya al cine.

Anónimo dijo...

Es de esas obras maestras que, como 12 Monos, son perfectas en un grado tan elevado, que generaron un debate por sus imperfecciones que jamás generarían las chapuzas abiertas.

Pero seamos francos: Condenar a Wall.E por tal secuencia o por tan ademán es más cool que consecuente. Es coolsecuene.