No deja de resultar significativo y honesto que Mashashi Kishimoto asegure que él ama Dragon Ball, la monumental serie de Akira Toriyama, hasta la llegada de Freeza. La serie de Toriyama adquiere sus proporciones más épicas luego, con ese gigeriano Cell y finalmente en la definitiva autoparodia que es Boo de toda la estructura narrativa, adornada con una entropía tan cómica como deconstructiva. Kishimoto lo deja claro: él pretende un elogio de la superficialidad, aunque todos sepamos que el ingenio de Toriyama (que ya en Dr. Slump huracanó toda una memoria sentimental pop en forma de comedia de situación) consistía, entre otras sutilezas, en que las artes marciales ( o sea: el tan hongkonés cine de kung fu) nos parecieran más japonesas que nunca, y adornarlas con una aventura de descendencia pulp ( ciertamente indianajonesiana) que hacían el combinado poco menos que irresistible. Naruto, tanto el manga como el anime, igual que hace unos años Toriyama y en menor medida son ahora un exitosísimo fenómeno de masas, y los parecidos se pretenden tales que hasta de los Dragon Ball Budokai Tenkaichi tenemos equivalente: los Naruto Ultimate Ninja.
Dado que Kishimoto fracasa en su actualización del ninja y la combina con una aventura de ramalazos toriyamianos, con personajes construidos en medidas muy evidentes (¿no es Sasuke la actualización más banal y desaprovechada del arquetipo vegettiano?). ¿Hay mejor forma que sacarle provecho que Naruto:Rise of a Ninja, mezcla astuta de RPG y Beat'em'up? Los trazos de herencia otomiana no parecen casar muy bien en el lento, infantiloide y plúmbeo anime (no en sus viñetas, que devienen un entretenimiento voraz), pero en un videojuego en siempre bellísimo cell shading, el festival de hostias, colores y técnicas a cada cual más brutal no podrían ser más idóneas. Rise of a Ninja parte de una repetición de la misma estructura elevada al más difícil todavía, pero tiene un agudísimo sentido del desenfado, una belleza y diversión asegurada, y logra convertirse en, hasta ahora, el mejor triunfo de Kishimoto (Ubisoft mediante): la mejor y tal vez única forma de que su elegía a la superficialidad absoluta, cobre vida propia y nos parezca una diversión notabilísima: o sea velocidad, dificultad, sudores y una falta de pretensiones absolutamente virtuosa.
6 comentarios:
Naruto no vale la pena ni en su formato anime ni en su formato manga. El manga es ya de por si un planteamiento de éxito asegurado (y, como no, "sutil" plagio asegurado) ke a medida ke avanza se acerca más a los llamados "guiones automáticos" (léase Sailor Moon o Doraemon), sea o no sea fruto de la presión del sistema de publicación japo...
Pero ante ese mismo sistema, Tori fué capaz de cortar con la publicación de Dragon Ball cuando lo creyó oportuno (sin previo aviso a sus editores), y obviando las autoparodias residentes en ésta, publicó Nekomajin, una serie autoparódica en la línea de Dragon Fall, con un gato gordo ke se cree Goku de protagonista XD
No he jugado al Rise of a Ninja, pero me huelo un "más de lo mismo" en al catálogo. Antes me echaré unas partiditas al Dragon Ball Z de Snes, o a algun Tenkaichi (no en vano revolucionaron la mecánica captando la esencia de "pegas y lanzas contra una roca" tan propia de la serie). O si lo ke kiero es dar mamporros de 16 bits me cargarñé de nuevo a Bison.
Aún así ya te contaré cuando lo haya provado.
En este rincón somos muy amantes de la obra de Toriyama tan esquiva y huracanada, y sobretodo de Nekomajin, que leída en scans ingleses, se revela una parte más de la obra de todo autor: una deconstrucción en toda regla, un punto de inflexión. Como Kitano en Takeshi(s) o Kantoku Banzai, Toriyama convierte la autoindagación en parodia desprejuiciada y eso es una maravilla peeeeeeero.... Toriyama no hace nada ahora, es un vago. Supervisa la serie del videojuego Blue Dragon y sigue diseñando personajes OK... pero ¿para cuando un regreso en toda regla?
También te informo Sesi que en este rincón nos gusta Naruto (ya ves, en su justa medida: como entretenimiento meridianamente divertido) pero en el formato animado, Naruto y One Piece me parecen dos formas equivocadas de entender a Toriyama. O sea: a través de detalles como la mezcla de aventura y humor.
Sesi, creo que el "planteamiento de éxito asegurado" reside directamente en el género Shonen, que tiene unas peculiaridades que atraen sobre todo al consumidor joven por sus temáticas y protagonistas. Por tanto, si metemos a Naruto en el saco, deberíamos hacerlo también con Ranma, Saint Seya, Bleach y compañía.
Y Alvy, tampoco comparto que One Piece y Naruto no sepan captar a Toriyama porque si por algo destaca el mangaka es por su sentido de la aventura amenizada con toques de humor, que tanto disfrutamos en Dragon Ball y que posteriormente nos fue "robada" en la etapa Z (y ojo, que Z me encanta). El problema de One Piece y Naruto es que parten de la misma base que Dragon Ball pero Oda y Kishimoto lo adornan, respectivamente, con mundos y personajes diferentes que bien nos remiten a los viejos estereotipos dragon ballescos...
No habrá un regreso en toda regla de Toriyama (a no ser ke las cosas cambien mucho). Dejó bien claro con la muerte súbita de Dragon Ball en la publicación Shonen Jump ke no volvería a dibujar ninguna otra historia larga. Desde entonces ha firmado joyas como la desenfadada Cowa y una historia ke partía de la premisa de un viejo y su tanque, llamada Sand Land. Y no hay ke olvidar ke mientras se publicaba Dragon Ball seguía dibujando historias paralelas (Go! Go! Ackman, Cashman, entre otras). Tori no es un vago, simoplemente el sistema de publicación japo (y por extensión todo su sistema) le quemó. Y aún así sigue trabajando en diseños de personajes y diseño gráfico en general.
Y tras esta oda a Tori (XD) paso a explicar lo de "planteamiento de éxito asegurado"... Justamente los ke has mencionado (Ranma y Sant Seya) se distancian mucho de la típica premisa Dragonballiana: un ñicris va haciendose fuerte derrotando cada vez a oponentes más poderosos. Eso no se encuentra en Ranma, no se crea una nisaga, si no ke se trata de capítulos casi independientes (amén de su originalidad). Y el inicio de naruto no es malo, pero acabadas las ideas de Kishimoto se opta por un guión automático de "exámen tras exámen" donde cada vez los personajes tienes los pelos más largos y tocan menos el suelo (os suena?).
Y un apunte de dibujante (toma autopeloteo): One Piece y su estilo desenfadado generan viñetas poco pensadas y frescas, pero en el caso de Naruto eso no va acorde con la obra, simplemente es incapacidad del autor.
En referencia al comentario de los shonens, no estoy de acuerdo con el sistema de clasificaciones, donde se etiketa al lector en lugar de a la obra.
Y dejemos ya de entender a Toriyama... Nada de Yu YU Hakusho's... Toriyama se entiende solo.
Vivan las odas al TORIYAMA, JODER. Yo creo que Toriyama es uno de los creadores clave de este fin de siglo (y lo que queda) y toda interpretación en su obra es buena. Y estoy de acuerdo con lo de examen tras examen: estas repeticiones estructurales no tienen ningún sentido. Y lo de las catalogaciones por lector: ¡al fin alguien pone en relieve lo vergonzoso del asuntejo!
Cuando he citado a Ranma y Saint Seya no ha sido con la finalidad de compararlos con Dragon Ball, ni mucho menos. Me refería a que son descritos como shonen y que, por tanto, también tienen el éxito asegurado por su carácter, aunque naturalmente no de la forma con que lo hace Naruto, que es un auténtico boom de masas.
Lo que está claro es que Toriyma sólo hay uno y que por muchos homenajes e influencias que recojan estos autores posteriores, mucho tendrían que innovar y sorprender (que lo dudo muchísimo) para superar a este genio.
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