Acabo de leer que Las brujas de Eastwick rarísimo novelón de la completa carrera de John Updike va a tener secuela, anunciada para octubre. Vivimos en la era del revival y el reciclaje, tal como predijo Clowes en uno de sus sketches, en los que su protagonista anunciaba que iba del revival de los cincuenta visto por los ochentas. Y este Mayo todos celebrando el retorno de Indiana Jones. ¿Es, esto un problema per se? Podría ser uno crítico y observar como la misma historia de la cultura se basa en grandes regresos culturales a entornos anteriores, pero también no es menos cierto que estos regresos se hacen por creadores novísimos y acaban adquiriendo un discurso absolutamente nuevo. Los revivals (Rocky, Rambo, Indiana Jones y de una forma menor el mucho más noventero John McClane) parecen celebrar los canones estéticos de los ochenta como modelo a seguir, todas ellas bajo, como fue primero en los años setenta, la sombra de George Lucas, que empezó todo esto cuando en 1997 reestrenó Star Wars y dos años después regresó con una nueva trilogía: otra vez la historia del revival tiene ese origen. Sería conveniente que todos rescatáramos el texto de John Tones en la primera Interzona, en el que habla de los nuevos iconos del terror, ya sin tapujos, como auténticos y nuevos mitos.
Pero más allá de eso hay una variante del remake, el que hace el mismo director que es notablemente interesante. No me refiero a las variantes adaptativas (Poiré o Vadim a la cabeza) sino, por citar dos ejemplos, a El hombre que sabía demasiado (de Alfred Hithcock) o la novísima y polémica Funny Games que dirigida por Michael Haneke, no solo está provocando desgarros en la crítica, sino que muchos han sugerido ya un interesante punto de vista: y si esta versión (nuevos actores, mejorada fotografía, y algunos cambios en la perversidad de su planificación notables pero a la vez leves respecto a su conjunto) es una versión con los errores (todos técnicos si se fijan) perfeccionados. ¿Estará Haneke sugiriendo una naturaleza del remake más cercana a su concepción en el videojuego, que con sus miles de ports, remasterizaciones, reediciones y demás propone una edición cada vez mejor de juegos anteriores? El regreso a Pierre Menard, autor del Quijote de Jorge Luis Borges se hace entonces obligatorio: ¿a eso se reduce la obra de arte? ¿a la reproducción del anterior pero en un contexto y un autor (también) distinto? Entonces tendríamos que volver, forzosamente, a las tesis planeadas por Tones.
Actualización vigorosa: En el educativo tumbelerre de Mondo Pixel he encontrado las razones de Street Fighter IV. Sigan, sigan.
9 comentarios:
Haciendo un off topic que no lo es tanto.
Es raro que un Street Fighter IV, que no va a ser más que un Street fighter II con graficos de ultima generación, genere tantas espectativas y sea aplaudido.
pero cuándo van a volver esteso y pajares?? pero no estaba eso anunciao ya??
Scytaleg, lo raro sería que, si fuese radicalmente distinto a Street fighter II, gustase.
Alvy, le copio un texto muy interesante de Quim Casas que leí ayer, en torno a "Inland Empire":
"Jeremy Irons, el personaje que representa precisamente un cierto neoclasicismo, el del director de Hollywood, convertido a veces más en simple espectador (...) que en demiurgo artístico. Acepta hacer el remake de un film maldito, en una idea muy lynchiana que pone en evidencia uno de los teóricos males del actual cine estadounidense, su desmedido interés por las nuevas versiones sin variación, las segundas y terceras partes o las precuelas."
Ahí esta la clave Scytaleg: porque ese repentino despertar del remake en detrimento de la imposición de la reedición: es la misma creencia del perfeccionamiento, de la mejora.
Hola. No creo que las intenciones de Haneke sean esas sino, simplemente, mostrar la capacidad universalizadora de su provocación. Por otro lado, la nueva "Funny Games" nunca será una copia idéntica de la anterior, ya que cambia el espacio (de Austria a USA) que, en este caso, resulta sumamente significativo. Creo que el planteamiento a lo Pierre Menard sí es aplicable, por ejemplo, a la revisión de "Psicosis" que dirigió Gus Van Sant. Gracias por el debate. Saludos.
Alvy: toda expresion artística es necesariamente un remake, si atendemos a los estudiosos que dicen que toda la literatura son sucesivos cambios de piel de la literatura griega.
Lo que a usted le parece tan llamativo es que aparezca un remake en un periodo en el que, según su opinión, aún no ha sucedido el cambio de piel.
La pregunta se responde con una pregunta: ¿cree usted que tiene un adolescente de hoy los mismos paradigmas que un adolescente de los setenta?
Si a esa pregunta responde que no, los remakes no tienen sentido; si responde que sí, es defensor de las dos versiones del remake: 1) la "edición anotada y/o prologada", que en cine no se realiza excepto en cineclubs de viejales, o 2) el remake.
"Los mitos, siempre los mismos" decía Foucault en Las palabras y las cosas... Hace unos cuantos años, y por influencia de la lectura del libro de Tones, compré en Amazon un libro titulado " Psychological Reflections on Cinematic Terror: Jungian Archetypes in Horror Films", por un tercio (caro) de los 100 dólares (muy caro) que piden ahora. El tipo en un momento dado se hacía la picha un lio entre mito y arquetipo, pero el librito estaba en definitiva bastante bien. Si quiere se lo dejo.
No profundicé más sobre el tema, pero la intuición de Tones no sería una mala pista a seguir para buscar nuevos mitos, aunque yo no sería desmedido en la ambición. Deje que le muestre un planteamiento distinto al de Raul. En mi opinión, los verdaderos mitos son respuestas a mitologemas, es decir a esas grandes temas, como la muerte o el amor, que son un terrible acantilado para el pensamiento racional. Por esa razón nunca pierden vigencia, y sobretodo, su significado es constantemente renovado a la luz de los nuevos "paradigmas" a los que creo que hacía referencia Raul.
Existe una actualización "formal" del mito, pero (y esto es lo más interesante) también hay margen para el surgimiento de nuevos mitos. Estos mitos son generalmente variaciones de otros mitos, por supresión o adición de nuevos mitemas (como los entendía Lévi-Strauss). Así, el mito de Fausto sería el mito de Prometeo, al que suprimimos la filantropía.
Desde esta perspectiva es posible que encontremos nuevos mitos en el cine contemporaneo de terror. Tengo mis ideas, pero si ya conozco poco el cine de terror, aún tengo más lagunas en el rico universo mítico que nuestros antepasados nos dejaron. Me temo que deberíamos juntar a Tones con un experto en mitología para responder a esa pregunta.
Lindy: Ese libro me lo tiene que dejar por su padre.
Sobre los nuevos mitos del terror (o porqué hay elementos de terror que funcionan bien *ahora*) absence me hizo una reflexion que no logro condensar en cinco minutos para un repronto, pero que sigue viendo la lija para darle forma.
Los mitos inmanentes son siempre comprensibles, pero no siempre afectan. Y los que afectan, son los que reflejan el cambio. Usted tiene razón en que son comprensibles, pero no coincidimos en su efectividad en la respuesta instintiva, colectiva.
Le voy a pagar en especias por conseguir ese libro, poder acaso leerlo.
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