lunes, octubre 23, 2006

DÍAS DE RADIO: CUERPO Y ALMA ALLENIANOS

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Esta semana se estrena la ración anual de Woody Allen.: hete aquí un breve especial hasta llegar a la crítica de Scoop.

Las consideradas películas menores de Woody Allen pueden esconder grandes sorpresas o grandes preludios. 1987 fue, para los críticos y allenófilos en general, un año simpático más con dos películas del realizador y ambas (quizá tachadas así por su condición de mellizas) vistas como intrascendentes. Si bien es cierto que ninguna de las dos podría considerarse una obra maestra, tampoco estaría de mal recordar que al menos una de ellas es una delicia.

Días de radio parte de la felliniana excusa de narrar la infancia, a modo de Amarcord, y contar con una cierta nostalgia el modus vivendi de Nueva York durante la Segunda Guerra Mundial. Allen no abusa tanto de la nostalgia como pudiera parecer: de hecho él es un elegante sátiro del glamour. A ritmo de Benny Goodman, Duke Ellington, Artie Shaw y otros Allen combina varias historias, con una maravillosa estructura evocando la vieja tradición de cuentos del New Yorker que nos llevan hasta Bernard Malamud, por ejemplo.

El acierto estructural (una sucesión de pequeñas historias, gags, que también resumen y rezuman su obra literaria y sus cuentos y artículos) viene acompañado a la interpretación que hace Allen del musical. Como en Manhattan y sobretodo con ésta hasta llegar a la ya explícita Everyone says I love you, Allen da tanta importancia a las canciones que casi convierte el film en un pequeño musical.

El otro aspecto interesante, muy alleniano, es la nostalgia y su irónica interpretación. Lejos de caer en el simple recuerdo, Allen va más allá: dibujando la cotidianeidad de su protagonista y su familia judía contrastándola con las historias de las míticas estrellas de la radio. De los segundos, representantes del glamour de la época, se deduce que son incapaces de ver más allá de sus lujosas fiestas bajo los rascacielos de Manhattan e incapaces de aceptarse a sí mismos con la naturalidad de los primeros.

Otro elemento típico de su autor es el azar, aquí cosido a través de Mia Farrow, una historia que vuelve a reaperecer en la actualidad y tonos melancólicos en Celebrity, pero que aquí es contada igual sólo que bañada de un inteligentísimo tamiz de (falsa) ingenuidad que no oculta la intención de Allen de mostrar las ironías de la suerte, que carece de toda moral.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta película es de las mías. No me canso de verla. Cada vez descubro cosas nuevas en ella.

Un saludo, Alvy.

Anónimo dijo...

¿Ciclo de Woody Allen con motivo del estreno de "Scoop"? ¡Se agradece! Madre mía, y pensar que no he visto ni "Love and Death" ni "Días de radio". Las apunto en mi particular lista de pelis pendientes.

Un saludo

Anónimo dijo...

Jo, tienes que reseñar "Sombras y niebla", uno de mis tres Woodys preferidos. ¡Y "Zellig"! Si es que cuando se pone en blanco y negro...

Antonio dijo...

Me han hablado maravillas de "Dias de radio" pero todavía no ha caido en mis manos. Por ahí le hablan de Zellig, esa es otra grandísima!

J.Álvarez dijo...

Esta película me encanta (como casi todo o todo lo de Woody Allen), el resto de las que comentan x ahí también están muy bien. Yo tengo especial cariño a Desmontando a Harry y a Todos dicen I Love You, q fueron de las 1as q vi...

Listo Entertainment dijo...

Un peliculón entrañable.