miércoles, mayo 30, 2007
Entre paréntesis: Los demonios de la crítica oculta
Este texto es una reescritura con paréntesis de la review de Demons de Iveldie. La intención es clara: elaborar una metacrítica para que vean como está la cosa si uno se da un garbeo por los blogs sobre/acerca de cine fantástico.
Hoy voy ha hablaros de "Demons", una película que ya ha sido comentada cientos de veces en infinidad de libros, magazines, o páginas de Internet. (Esta noche voy a hablaros del Rio Missisipí: ha sido comentado en enciclopedias, películas, diccionarios....)
De todas formas es una película que siento como mía (que la gente es mu egoista y se queda las películas) y que siempre me ha apetecido comentar (indicios de fisica cuántica en los post de Iveldie#0) . Es la típica película que pongo a algún colega que venga a casa pidiéndome que le ponga una buena peli de terror (teoria cinematográfica: las pelis de terror son, en términos raciales, distintas al cine). Demons lo tiene todo, una ambientación magnífica, mucha sangre, buenos efectos especiales y un ritmo que hace que no te puedas aburrir ni un segundo. Como "cine" puede que sea basura (¿ven? son dos cosas diferentes: está el cine que es un arte y están las pelis de terror que son una puta basura), al menos eso dicen los entendidos (la peversidad de las comas explicativas: no es lo mismo que los expertos digan que los judios son sucios a que digas que los judios son sucios, según cuentan los expertos), a mi me da igual (si te casas con un negro, mi amor, yo te quiero igual, si te gustan las películas de terror también: Rollo racial), la he visto decenas de veces y lo seguiré haciendo hasta que me muera. (amén)
Antes de adentrarnos dentro de la película como tal habría que presentar un poco al director de esta producción (no me gusta que te juntes con desconocidos, mi niño). Lamberto Bava, hijo del mítico Mario Bava (también conocido como Bava I, el Mítico), posee una carrera llena de altibajos, con muy buenas películas como "Macabro" o bodrios como puede ser "El devorador de océano". Su primera incursión en el mundo del cine fue en 1965, ejerciendo de operador en la producción de su padre "Terrore nello Spazio" (1965), un pequeño clásico del cine de ciencia ficción de serie B (era un niño mu pobre....) que influenció a películas como “Alien” de Ridley Scot o “La cosa” de John Carpenter (....pero mu buena persona: del rollo racial a la clase social, la serie be como working class hero compasiva, el crítico como burgués tierno), posteriromente trabajó como operador o ayudante de dirección para su padre en muchas de sus películas , algunas de ellas auténticos clásicos del género (pero de pura cepa y código de barros: la autenticidad, de nuevo las razas como criterio), como "Operazione Paura" (1966) o Reazione a catena (1971), estrenada en España como "Bahia de sangre" Su primera labor de dirección la ejerció también junto a su padre codirigiendo "Cani Arribati" (1974), titulada en España "Semáforo rojo", una especie de thriller (sui generis) con un ritmo trepidante y un guión que personalmente me encantó. Trata sobre unos delincuentes que secuestran un coche en el que viaja un hombre con un niño, el niño está gravemente enfermo y debe acudir al hospital. El final es realmente bueno. Siguiendo con la trayectoria de Lamberto Bava vemos que siguió aun con sus labores de operador o ayudante con su padre, aunque también colaboró con directores como Dario Argento en "Inferno" (1980) o Ruggero Deodato en “Holocausto Caníbal” (1980). En 1979 codirigió con Mario Bava una producción de 60 minutos para la televisión “La Venere di Ille”.
La primera película que dirigió en solitario Lamberto Bava es “Macabro”, en la que también ejerció de guionista junto al mítico Pupi Avati (Avati II Il Mittttiquisisimo), un correcto (la corrección es la falta de concreción) giallo con un buen guión (si, está bien), aunque con algunos altibajos (problema matemático: la corrección y la regularidad en los guiones buenos). La película trata sobre una mujer enloquecida que guarda la cabeza de su amante a la vez que es objeto de la obsesión erótica de un joven invidente. En 1983 dirigiría otro giallo “La Casa con la scala nel buio” , estrenada en España como “Cuchillos en la oscuridad”, en mi opinión más floja que “Macabro”, algo más tópica y previsible, pero con algunos elementos interesentes que la hacen destacar del resto de producciones del estilo (no es fea, tiene su punto). Después de esta película adoptó el seudónimo de “John Old Jr” con el que dirigió dos de sus peores películas “Shark rosso nell'oceano” (1984), una suerte de “Tiburón” de Steven Spielberg a la italiana y en plan cutre de verdad y “Blasfighter” (1984). Un año después en 1985 sería cuando dirigiría la película de la cual voy ha hablar hoy “Demons”, de la cual dirigió su continuación “Demons 2” (1986), que, aunque no supera para nada la original, es perfectamente disfrutable y llena de escenas sangrientas. Otras de sus películas interesantes pueden ser “Le Foto di Goia” (1987) , conocida también como Delirium y estrenada en España como “Crímenes en portada”, en la que asesinaban en la primera secuencia a la cantante “Sabrina”, si, la de boys boys boys . también destacaría “”Una notte al cimittero”, estrenada en España como “Disturbios en el cementerio”, que aunque tiene críticas muy malas a mi me parece un fillme simpático y perfectamente disfrutable (Dicen que las drogas son malas pero yo fumo porros: de nuevo con la visión social o sociológica), o “La Maschera del Demonio” (1989) que no tiene nada que ver con maravillosa producción de Mario Bava de 1960. Actualmente trabaja para la televisión y ha dirigido una producción familiar de bastante éxito “Fantaghiro”, de la cual hay 5 partes y en las que ejerce también de productor. También ha dirigido algunas películas pero la verdad es que le tengo perdida la pista y no puedo hablar de ello (ojo a la narrativa: señala unos hechos, las películas que están, pero qué duda cabe que yo no las he visto: Dicen que están, pero yo nunca las he visto).
Presentado ya el director voy a empezar a comentar Demons, esa maravilla “splatter” que tantos buenos momentos me ha ofrecido como aficionado a este género (el rollo racial, rises again: me gustan las negras mami). Antes de nada debo decir que el productor de esta película es “Dario Argento” (inquietante uso de las comillas: un anglicismo y ¡el nombre de un director de cine! las merecen, pero el título original de la película tampoco), cosa que se nota, y mucho, seguramente gran parte de su éxito se deba a su nombre. Dario Argento también colaboró con Lamberto Bava en el guión (inquietante separación de hechos dónde hay una clara causalidad, si quieren: su influencia es notable, quede claro que la influencia es algo divino, pero además escribió la historia, quede claro que no hay influencia tras eso) Hay momentos en que parece que estas viendo una de sus películas, la fotografía sobretodo (el equivalente a decir que el cine de John Landis y Herbert Ross se parece, por la fotografía sobretodo: la raza sigue ahí, presente), con esos colores rojo y verde, o los planos, recuerdo uno cuando aparece un cadáver ahorcado en medio de la sala de cine que podría aparecer perfectamente en Suspiria. También participó Michele Soavi como asistente de dirección, a parte de tener un pequeño papel en la película.
La historia de la película seguramente es conocida por todos, pero para los que no la hayan visto, voy a contarla un poco por encima (El que avisa no es traidor). La película empieza con una chica en una estación de metro, esta sola, parece que alguien la está siguiendo, un hombre con una extraña máscara. La chica acelera el paso, asustado, pero este la consigue atrapar. Lo que quería el hombre de la máscara era darle dos entradas para una película que se estrenará en el cine “Metropol”. La chica acepta las entradas y decide ir al estreno con una amiga suya. Ya en el cine se nos presentas (se me explicas en que consistes estas tiempos verbales: ¿homenaje a la rima de Jonathan Richman?) a los personajes que morir… digo participaran en el filme, un chulo con sus putas, una pareja de novios muy enamorada, una mujer con su marido ciego, una pareja de mediana edad que celebra su aniversario, dos chicos que se querrán ligar a las dos chicas (El que avisa no es traidor: el spoiler como chiste puede ser algo peligrosamente coloquial: es un hecho)… Uno de estos personajes, una de las putitas, se corta con una máscara de demonio que hay en la entrada cuando está jugando con ella.
Empieza la película, es de terror, claro, unos chicos descubren la tumba de Nostradamus en la que hay unas extrañas inscripciones que hablan de la llegada de los demonios a la tierra, junto a esas inscripciones hay una máscara clavadita a la que vimos antes y con la que se cortó la chica. La chica en cuestión se empieza a sentir mal, la herida de la máscara le sangra, uno de los chicos de la película que están viendo se corta también con la máscara. Esta ocurriendo lo mismo en la película que en la realidad, la chica va al lavabo y la herida le revienta en una de las escenas que más repelus me dieron. En la película el joven que se ha herido se vuelve loco, se clava un cuchillo en el estómago, luego se empieza a convertir en un demonio… ¿Qué le estará ocurriendo a la chica?... es fácil de imaginar. Bien, tampoco es cuestión de contarlo todo (el olvido y la conciencia del perdón y el exceso), a partir de aquí nos encontramos con un cine con un demonio, que en realidad es un zombi, por lo tanto si muerde a alguien será un demonio también (aclaro: en realidad los convierte en zombis). La gracia de la cosa (las películas de terror, o sea, los negros ; otro elemento peligrosamente incoherente es el no te cuento el chiste pero si donde está la gracia) es que los espectadores no van a poder salir del cine, esta tapiado, un local plagado de demonios, con grandes uñas y colmillos decididos a machacar a todo ser viviente que se les cruce por el camino, sin que nadie pueda salir ni hacer nada para evitarlo, Una situación ideal para cualquier aficionado al “splatter” o “gore” o como queráis llamarlo (¿vale películas de sangre y vísceras?).
Ahora que sabemos el argumento (falso: lo sabemos un poco por encima que tampoco es cuestión de destriparlo todo) sería interesante profundizar más en otros aspectos. Por ejemplo, el guión no es que sea nada del otro mundo (volvemos al tema racial y divino), es otra vuelta de tuerca en el ya repetitivo tema de los zombis (un chiste espléndido y consciente, supongo, los zombies en masa son repetitivos, también masificados, claro), pero a mi personalmente me parece original (impersonalmente le parece que es repetitivo y nada del otro mundo pero a nivel personal pues es original: la originalidad es algo "not of this world" o .. si?) , una mezcla de “la noche de los muertos vivientes”, “Posesión infernal” y “El angel extgerminador” De Luis Buñuel, si, esa peli en la que un grupo de gente no puede salir de una casa después de una cena, y no saben porque no pueden salir (hacia faltar repetir el puede salir dos veces pero lo peor es el tronco referencial). Lo que si son algo malos son los diálogos (fórmula matemática cada vez más compleja: un guión que no es nada del otro mundo a nivel divino o impersonal que personalmente es original, pero tiene malos diálogos = A B A ...), hay momentos en que piensas, ¿cómo es posible que digan esa frase en ese momento. A parte de eso quizás (definitely...) haya un pequeño bache en el guión (definitely maybe perhaps = lo que yo les decia A B A B, en el fondo es una fórmula sencilla) que le hizo perder a la película gran parte de su sensación claustrofóbica , que es cuando se nos presenta a unos drogatas que van en un coche robado esnifando coca. Cada cierto tiempo la acción pasa a ellos, cosa que hace perder totalmente esa sensación agobiante que produce ver a la gente encerrada sin poder salir. Me parece un error, esos tres personajes nunca debieron haber existido, si querían matar a mas gente pues haber puesto a más dentro del cine.. no sé.. En cuanto al tema de actuaciones (nueva alusión al tema de la raza, en cuanto al hecho de que sea negro), pues ¿qué queréis que os diga?, tampoco hay que actuar demasiado (que no es que haya que hacer un gran esfuerzo), a mi me gusta como lo hacen (pero me ponen cachondo, oye), no es algo en lo que me fije demasiado cuando veo algo como “Demons” (reaparece la alarmante condición del algo), tampoco destacan por lo mal que lo hacen (que si, que me gustan las negras pero son vulgares: la insistencia en el argumento es terriblemente cíclica).
Aspecto destacable es la música, ¿acierto o desacierto?. Hay diversidad de opiniones en cuanto a la elección de la banda sonora. Lo que es el tema principal de la película me encanta y le da una ambientación muy interesante, lo que no me acaba de convencer es la elección de grupos de Heavy Metal como Motley Crue, Iron Maiden o Accept. No es que no me gusten esos grupos, todo lo contrario, tengo todos sus discos y me encantan, pero nunca me ha gustado la inclusión de el heavy metal o el death metal en el cine de terror. Cuando veo el típico corto gore rodado por amateurs me da mucha rabia ver que todo el rato suena de fondo Sepultura o grupos parecidos, no le va nada esa música, hay que buscar algo mas sutil… Mucha gente alaba Demons por su banda sonora, los respeto, pero para nada comparto esa opinión, hay que diferenciar tus gustos musicales con si realmente funcionan en la película que estamos viendo. (Hay algo particularmente interesante y es la audacia de pedir musica sutil en una película gore: la fantástica e irrepetible contradicción siempre funciona, hasta en la única afirmación general que se hace a modo de mandamiento bíblico)
Ya comenté más arriba que la fotografía está claramente influenciada por Dario Argento, el uso del color rojo y verde recuerda mucho a “Suspiria”, a parte de esos hay algunas cosas que me parecieron muy interesantes. El plano de los demonios cuando avanzan por el pasillo a contraluz y con los ojos iluminados, una gozada, no me canso de verlo. La iluminación en general está bastante conseguida, tanto por el uso del color, como por la secuencias más oscuras en las que se pueden ver perfectamente los detalles, no como en otras películas oscuras en las que no puedes ver nada (y tiene unos gráficos acojonantes)
Los efectos especiales son una pasada para la época, nada de efectos digitales como nos tienen acostumbrados hoy en día, maquillaje, y del bueno (un hecho además constatable, supongo). La primera transformación que vemos en la pantalla es buenísima (special make up effects, el arte de redundar y de colocar adjetivos casi a libre asociación: transformación buena es un resultado de esa libre asociación y como tal es una frase librepensante , piensen sobre ello), una chica a la que le empiezan a crecer los colmillos, cayéndosele su dentadura original bajo un chorro de sangre licuada, el crecimiento de las uñas es también muy realista, y la expresión de los ojos es una pasada, también el maquillaje del rostro con las venas marcadas esta enormemente conseguido. A parte de las transformaciones destacan los f/x de todas las muertes, muy gráficos y sangrientos, y lo que es mejor, muy abundantes, algo que se agradece, claro está. El puré verde que sacan los demonios por la boca tambíen es bastante repelente y es algo de lo que te acuerdas toda tu vida (pues claro ¡es una película que veria hasta la muerte!)
Recuerdo ahora una frase que dijo el coordinador de “Noche de Lobos” cuando presentó esta película, dijo “Demons es al cine lo que es un plato de callos a la gastronomía”…. Quien sabe lo que quiso decir con eso, cada uno que saque sus conclusiones… (La sociología como reseña, de nuevo: vaya usted a saber lo que quisieron decir los expertos con lo de que los judíos eran sucios, si era una metáfora o sólo en términos higiénicos)
Las películas de cine dentro de cine particularmente me gustan mucho, en este caso tenemos la jugada por partida triple, cine dentro del cine y además en un cine, si esta película el espectador la ve en una sala de cine aun tenemos una cuarte dimensión... (la física cuántica de la crítica alcanza su zénit y punto máximo: ¡UBIK!) lo que digo es una tonteria (la metaficción después de Demons, GUMP, Forrest Faber & Faber, 1987) pero en fin, me hacía gracia comentarlo (es una tontería que le hacia gracia: no cabe duda de que esto es ameno porqué está de buen humor). Recuerdo otra película de similares características, "Angustia" de Bigas Luna, una de las mejores películas de terror españolas jamás rodada(s)
Demons tuvo mucho éxito en su estreno, lo que originó una esperada continuación, Demons 2, dirigida por el mismo Lamberto Bava. El guión de esta es algo absurdo, los demonios, ahora encerrados bajo un muro que construyo el gobierno, consiguen escapar de una forma realmente delirante. Un equipo de televisión va a grabar la zona de los demonios y son atacados por ellos, una chica en su casa está viendo en directo la escena por la tele. Pues resulta que uno de los demonios se cuela por la cámara y aparece en la casa de la chica. Si lo piensas bien es realmente una situación ridícula (pero sólo si lo piensas en términos metafísicos, sino es hasta original y con un buen guión: benditos comodines), pero al final no le das mucha importancia porque vuelves a asistir a un espectáculo sangriento muy bien realizado y con escenas gore impresionantes (dichosa coordinación inconexa: es una chica simpática y con cualidades tales como la simpatía). A raíz del éxito de estas dos partes en algunos países se estrenaron películas que no tenían nada que ver con la saga como continuaciones de Demons. “La chiesa” de Michele Soavi fue conocida como Demons 3, , también “La casa dell orco” de Lamberto Bava fue estrenada en algunos lugares como Demons 3, “La setta”, de Soavi como “Demons 4”, “La máscara del demonio” de Lamberto Bava como Demons 5, “Il Gato Nero” de Luigu Cozzi, como Demons 6, por último “Dellamorte Dellamore”, también fue llamada en algunos paises “Demons ´95”, por el año de su estreno, claro… (no es que hubiera 94 secuelas, por si acaso, aviso)
Nada, ya he comentado esta película, no se si habré aportado nada nuevo a lo que ya sabíais, si no es así al menos espero haber refrescado la memoria a los que hace tiempo que no la ven. (La memoria, así por encima)
martes, mayo 29, 2007
Una adenda disidente
- Un post de spoilerazos -
Añado una respuesta al post anterior, ya que tanto Mycroft como Noel son maravillosos argumentadores (le hacen a uno suspirar neuronas en vez de hormonas, que no es que sea malo si ocurre, pero si desigual), si digo los más inteligentes de la blogoesfera no miento (solo discuto con quien admiro, sino ya ven ustedes): descuido a algunos. No es habitual encontrarse con ellos, maravillosos analistas, geniales críticos hasta el dolor de manos y menos en época de proliferación de foros y demás templos del aplauso sacro. Allí voy, me lanzo a las aguas pantanosas de la argumentación ante dos titanes a los que felicito de antemano: por hacerle pensar en tiempos de unanimidad, gracias.
supone (como el de la primera) la apertura de una puerta que podría conducirnos a lugares nunca antes explorados por una serie de televisión.
Esta afirmación es lógica. Y tiene razón, al menos en ese sentido que plantea. Es cierto que supone una puerta y que (condicional, sí) podría conducirnos a muchos lugares inesperados que provocarían (condicional, ven) que me comiera is palabras y eso es algo que haría (de nuevo, de nuevo) con mucho gusto. Así debe de ser. Así quiero yo que sea.
Pero yo a lo que voy es hasta dónde nos ha llevado ahora. Lo ocurrido y lo que queda de momento en una ficción, cierto, inconclusa pero que en cada temporada plantea una serie de enigmas y resuelve otros. Y no es muy lejos francamente ¿O es que la resolución del conflicto con los Otros no es harto rídicula y clicheica en una serie que parece haber perdido el tono ?
Variación 0: Sobre el tono en las series y la coherencia interna (Primera respuesta contraria personal a modo semiautomático)
JJ: ¿Qué pasa con Lost? Es una mezcla de varias influencias. ¿No les gustaría ver un guión de Woody Allen dirigido por el Brett Ratner de Money Talks? ¿No les gustaría ver toda la música del cine de David Lynch en una adaptación de Kafka llevada a cabo por Peter Jackson? Respondan, respondan de veras.
El tono debe de suponer un dogma - me contraargumenta mi conciencia - según tu ¿no? Pues tampoco: pero si asegura una cierta verosimilitud y coherencia interna en la ficción. Lo del tono lo digo por el capítulo de Greatest Hits, aunque estaba muy bien era una mezcla realmente curiosa entre un melodrama, flashbacks bien insertados (y eso en Lost puede parecer un oxímoron) y una resolución propia de Alias.
El flash forward en sí:
Que podría llevarnos es condicional segundo y futuro. Pero de momento sólo tengo (y fijese, es un hecho) un melodrama en el que Jack (trasunto pop de House y Leónidas) lleva una trama de suicidio hasta el rídiculo. Esperen variemos una escena de Lost a un esquena fílica:
Variación 1: 24 Grams or whatever happened if through the looking glass was a AGI movie
Jack es feliz. Flash forward: Jack se quiere suicidar. Su mujer se compadece. Esto no es una serie y si una película de Alejandro González Iñárritu.
Con la variación queda constante y claro lo rídiculo. En AGI ya estamos todos de acuerdo (más o menos) en lo impostado de sus estructuras. No hay valor ni ganas (quizá por el condicional, ya le digo, y me parece bien) de pensar en que no deja de ser una pirueta harto obvia de los guionistas que le toman a uno por bobo.
Variacion 2: Ocurre en algún lugar, en algún momento
-Hey Jack, ¿Qué haremos cuando no tengamos ningun flashback?
-Pues un... un....¡flash forward!
La valentía verdadera estaría en haber introducido ya otros flashforwards sin la táctica del mcguffin. Porqué crear episodios climáticos y que generen debates ¿no es una convención de la ficción? Que a mi me parece bien y más viniendo de Lost (que establece los patrones de lo que debemos de esperar de cada season finale) pero entonces... tampoco nos va a llevar tan lejos como creíamos.
Que el flash forward esté justificado o no, no viene mucho al caso pero si el cambio se produce tras el agotamiento de una fórmula que no daba para demasiados postmelodramones insertados (ojito a los capítulos de Kate o Sawyer: ¿cual es la diferencia, calité, respecto a cualquier tv film de Antena 3? Pues que aquí son naufragos)
Variación 4: Nació usted profeta (a modo de sana contraargumentación esquizoide y personalísima)
(En una conferencia, con Damon Lindelof)
Hacer Lost no es sencillo. Los hay que creen que esto es tomar dulces caipirinhas y mojitos en Hawai. Es díficil estructurar un concepto tan genial como el de mi amado compañero JJ. En este sentido Lost no es una serie reaganiana: a pesar de ello el do it yourself de muchos detractores es irritante.
Tienen razón cuando afirman que el significado del último flashback es apabullante.
Claro que lo es, pero (también) por el descaro de unos guionistas incapaces de arriesgarse realmente. ¿O es que no resulta más tramposo la complaciencia de un cambio de estrategia respecto a la desestructura inicial sin previo aviso? De eso y no de otra cosa me quejo. Claro que podemos argumentar que hasta antes del uso del flash forward no había gruñido por parte de los flashbacks: pero tampoco había un cambio conveniente mediante agotamiento y que revela unos guionistas más preocupados en la mecánica episódica habitual (algo que ya imposibilita que innoven de veras) que en la ficción en sí.
Ah si, y de la reapirición de Wal ante Locke. Pero bueno, aún puedo entenderlo: Everybody tries to look like Lynch, now.
sábado, mayo 26, 2007
SEASONFINALÉAME, AHORA ES FÁCIL
Hace un par de días me sometí a un interesantísimo test de un estudio sobre el consumo de ficciones. El test incluía dos aciertos enormes: una falsa interactividad a través de momentos de Corre, Lola, Corre y diversos montajes (Duración,situaciones) de la cinta de Tom Tykwer. No debemos confundir experimentos con experiencias. O idiotizantes con idiotas.
Así de sencillo y molesto me muestro ante la Season Finale de Lost. Creo que por primera vez en la serie me he sentido parte absurda del entramado que llenaba Foster Wallace en las primeras ocho páginas del Señor Blandito. Yo lo reduzco, miren, a una cuestión de definiciones. Jugar implica igualdad, señores. Si hay genialidad tras la jugada será fácil que nos engañen, pero hacer trampas es que nos tomen por idiotas.
Tampoco voy a ser injusto: Lost s3 tiene como mínimo tres capítulos arrebatadoramente fascinantes e indiscutibles (8,20 y 13, en ese orden) capaces de acallar todas mis críticas de lo bien hechos que están. Pero tiene un cierre espantoso y melodramático. Melodramático: toda la tercera temporada llevaba siete capítulos reciclando bestsellers polvorientos(No sin mi hija ya es rescatable) de los setenta y ochenta.... de los rosas y con look muy naturalista.
El pretendido mcguffin (oh, resulta que veíamos un flash forward) ya me fue spoilereado en los continuos rumores. La vuelta de tuerca de los guionistas me recuerda una escena igual de terrible: la de Christopher Nolan perfilando el look de su nuevo....payaso con nombre de mito por excelencia. Reducir una trama que ha movido TODA una temporada a un vago tiroteo y apuntar ideas sobre la actitud de los naufragos pero sólo en la superfície.... Y por no hablarles ya de Walt o Charlie.
En el otro extremo del dramatismo está la season finale de Heroes: desde luego es capaz de convencernos de que la de Lost es buena. Pero es que con Heroes, señores Loeb & Kring, han hecho una desgracia imperdonable en formato de melodrama (otra vez, otra vez).
Y ahora en serio: Meet the Quagmires es el mejor episodio de Family Guy. Puestos a soltar grandes verdades en formato bloguero, hete ahí una díficil de rebatir. Me gusta muchísimo como sofistica hasta lo mimético sus gags reveren-referenciales. Y me gusta aún más su argumento: Seth McFarlane y sus chicos vuelven sobre Regreso al Futuro 1&2 de una forma gloriosa. Y curiosamente en su reedición del momento Earth Angel es parecida y épica al referente por motivos casi depalmianos: en su voluntad de cuestionar, parodiar, ironizar acerca de todo, Family Guy logra en su quinta temporada reeditar los aciertos de sus referentes bajo el manto irónico. Esta vez la parodia no desvirtua (que si lo hace no es malo, solo un hecho y un tono, quede claro) y se sofistica hasta grados de sutilidad no vistos hasta ahora. Pero la parodia no se diluye y es borrosa: sigue su rumbo coherente hasta tomarnos el pelo y cerrar con un brillante comentario sintomático acerca de la tan cacareada y cada vez con más fuerza falsa nostalgia que nos inunda.
viernes, mayo 25, 2007
Carlito's Edge
Hay algo injusto en la valoración que se le da al díptico gang de Brian De Palma (Scarface / Carlito's Way) y viene muy relacionado (aunque sea de forma inconsciente) con la de sus compañeros generacionales. Dudo que cualquier crítico tenga la valentía, la osadía de situar a la misma altura el díptico que a la de , por ejemplo, Goodfellas o cualquiera de la tetralogía gansteril de Coppola (Cotton Club va incluida, claro) de Coppola.
Yo no es que tenga el mal hábito de querer situarlos a la misma altura ni caer en el cuadro comparativista pero si que me parecen dos acercamientos igual de importantes a nivel cinematográfico. El problem estriba en que las intenciones de Scorsese y Coppola si pueden parecer más hermanadas, aunque disten, claro. Francis Ford Coppola está muy interesado, siempre, en contemplar la génesis de la sociedad norteamericana. El buen pastor (con su producción ejecutiva) es un ejemplo perfecto de ello. Martin Scorsese parece más interesado en la analogía efímera y veloz de los habitantes de su país, en el descenso a los infiernoss de cada uno de esos personajes célebres que pueblan esa sociedad.
De Palma puede parecerse a ambos pero es realmente distinto (a menudo se le acusa de no profundizar, grandioso disparate ya desde su misma idea). DePalma nos habla de la redención en los infiernos morales y en cómo es imposible escapar de ese mundo (esa sociedad, comunidad) en el que uno parece dispuesto a arder. Por eso su maravilloso Scarface juguetea con la idea del ascenso y caída pero siempre desde el paso en falso. Si se observa con un mínimo de atención Scarface es la fábula de un hombre que es ético a destiemp, y que decide imponer un mínimo de principios de forma tardía.
Carlito's Way lleva a la gloria suprema esa fórmula. Carlito Brigante es un Tony Montana de acento crepuscular, final, bogartiano. Dispuesto a rehacerse, la película no es una clásica narración de moral católica de como el pecador regresa. DePalma complica más el asunto: Brigante es un personaje que se mueve por sentimientos honestos. La amistad que se revela en una deuda poco moral. Carlito quiere hacer las cosas lo mejor que sabe. Pero algo no le deja. Ese algo, tan divino, jodido y desesperante es una inversión del destino y de la verdadera redención católica. Y ese algo es el que jode a la crítica. Como también que DePalma sea el gran cuestionador. Todo el maravilloso final en Grand Central nace de la clásica anécdota de rodaje. Me gusta como DePalma la incorpora: el hecho de que no pudieran rodar en el World Trade Center y el cineasta repita en el escenario de su mítica reedición eisenstiana de Los Intocables (una cinta que es sumamente irregular y cuestionable, pero igual de interesante a nivel moral) provoca que se ponga en duda a sí mismo. En esta película el humor aflora en incontables ocasionales: el hecho de que DePalma admire a Buñuel o a Godard no es baladí. Toda su ficción se pone en duda y, no debería ser tan curioso, esto nos la hace más realmente cercana.
En parte, DePalma rescata muchas de las oportunidades perdidas en los Intocables en favor de otros intereses (no sé si de él o de Mamet). En la revisitación de las aventuras de Elliott Ness hay una mayor preocupación por la labor del héroe como represente incuestionable de la ley de un estado (y una frecuente parodia de ésto trasladada con las lógicas preguntas del periodista que proporciona además un maravilloso e irónico cierre depalmiano que delata con la línea final de Ness como un álter ego del italoamericano ante el encargo) proponía a Al Capone como un cínico no tan culpable del sistema como el propio sistema. Pronto se aleja de esta teoría para explorar más el lado oscuro del héroe (aunque esto queda empañado por la indecisión) y presentar a DeNiro como el villano a vencer.
Carlito Brigante está al límite. El pasado no ha terminado con él y lo interesante es como no puede confiar en nadie ni siquiera en la ley.Los dos policías que informan de la traición de su abogado a Carlito le chantajean como él hubiera hecho: el desencanto es doble pero tampoco maniqueo. La civilización es la más oscura de las rebeliones, nos decía Chesterton.
miércoles, mayo 23, 2007
Señales del final de una charla (y II)
Yo del único libro que soy estructuralmente consciente y me produce cierta inquietud y es en el que menos trabajé es Esperanto, que me parece que es un misterio. Los otros libros tienen una estructura mucho más difusa, todos marcados por la gran influencia de mi infancia que es 2001.
Sí, por poner un ejemplo, mítico es ya el tipo disfrazado de mono en La velocidad de las cosas...
Esa película me marcó mucho. Es uno de mis hitos formativos. Recuerdo haber salido pensando del cine ah tambien se pueden contar historias de esta manera. Se puede hacer una película de ciencia ficción que transcurra en la prehistoria, que la máquina sea más humana que las personas. Y la otra es Sgt. Pepper's por la manía referencial. Pero no soy una persona que planifique el libro y luego se sienta a escribirlo. Por eso nunca sé lo que van a durar. La estructura de mis libros es durante no antes. En ese sentido el libro que mejor veo es Esperanto pero no lo siento como un libro mío, lo envidio, creo que me fue concedido...
Y además (Esperanto) es el libro que más diálogos suyos tiene... Pienso en el momento del colocón colectivo de dog en una habitación.
A mí me parecen muy funcionales, muy útiles pero no me parecen naturales ni fluidos, pero esa una perspectiva.
Bueno, La Montaña García no me parece funcional
Me alegro por la Montaña García (Risas)
Y hablando de su labor como anticrítico literario como se define...
Bueno, me gusta escribir sobre lo que me gusta leer. Ahora estuve tentado de escribir una reseña muy negativa del último libro de Paul Auster que me pareció una especie de vergüenza absoluta. Tiene una costa muy interesante que es un libro adolescente y senil al mismo tiempo.
Alguien dijo que Paul Auster ha pasado de imitarse a sí mismo a imitar a Woody Allen, en el de Brooklyn...
Si quiere hacer eso, que lo haga no me molesta. Pero Paul Auster, siempre digo, no es un escritor de escritores sino de personas que quieren ser escritores. Es como un nuevo Herman Hesse. Un escritor que sirve para iniciarse en la literatura pero me parece que es una influencia nefasta.
Jamás recomendaría Siddharta a mis amigos...
Yo siempre digo que Auster es el Dr. Jekyll y Bukowski Mr. Hyde. Cumplen la misma función. Son los dos modelos para un preescritor: el follador, alchohólico y canalla o el dandy exquisito encerrado en su biblioteca. Ni uno es Borges ni el otro Henry Miller.
Y en crítica literaria creo que gente como Zadie Smith está poniendo énfasis en el valor de la experiencia personal como una forma viable de reseña pero también la del cartógrafo
Yo prefiero la figura del evangelizador que va predicando la buena nueva. Además los escritores, salvo muy muy muy pocas excepciones, no pueden ser críticos puros. Un crítico puro no puede de uno que escriba ficción. Tiene que ser alguien que lea y critique. Pienso en Ignacio Echevarría, una mirada puramente crítica, alguien que nunca ha intentado escribir un libro. Yo como escritor, que soy parte de la tripulación del Titanic o del Pequod, prefiero hablar de los marineros que mejor me caigan.
El otro día leí además que fue cronista culinario...
No, eso fue un trabajo alimenticio, literalmente hablando. Mi primer trabajo fue en una editorial que tenía una revista de tarjetas de crédito y luego tenían otra gastronómica y de turismo. Yo tenía nueve seudónimos con nueve personalidades muy marcadas (una mujer, un gay). Fue un trabajo formativo muy efectivo. Muchas veces me compraban diecisiete fotos de la Polinesia y me decían escribe un viaje a la Polinesia. La capacidad de la imaginación se te abre mucho. Tenía una sección que me gustaba mucho que era como escribían sobre comida los escritores. Eran como pequeños ensayos sobre la comida en Hemingway, en Henry James.
Volviendo a Paul Auster, ahora la figura mediática en Estados Unidos es Dave Eggers
Dave Eggers es un gran entretenedor. A mi su primer libro me gusta mucho, me gustan los relatos. Es bastante admirable lo que ha hecho con las revistas como The Believer.
Ha acercado la literatura a los más jóvenes
A mí me parece que en Estados Unidos esto siempre ocurre. En los ochenta fue con la editorial Vintage cuando publicaban American Psycho, McInerney, las novelas de Tama Janowitz. En este sentido la sociedad norteamericana aún permite la existencia de estos fenómenos psíquico culturales. En Argentina es mucho más díficil todavía.
PD: Noel ha vuelto a demostrar porqué empequeñece cualquier letra épica. Y les digo que formo parte del titánico crossover que convoca.
domingo, mayo 20, 2007
La velocidad de la literatura: Una charla con Rodrigo Fresán (I)
¿Seguirá publicando remixes de sus obras?
Sí claro, de hecho el próximo es Vidas de Santos y tiene un relato más, basado en canciones pop sobre Jesucristo. Es la historia de un dj obsesionado con la música sacra pop.
Pero ¿Saldrá un Esperanto ed. del coleccionista?
Esperanto no me lo atrevería a tocar por la génesis del libro, que lo escribí en una semana. Aclararía más una cosa por la que todos los amantes del idioma esperanto han pedido mi cabeza y es cuando digo que el inventor de la lengua fue ocultista y no oculista, está puesto a propósito pero todos me acusan de convertir a alguien diabólico a Zemenhoff. Lo corregiría porqué estoy cansado de recibir e-mails pidiendo mi cabeza, de tanto en tanto recibo estos mensajes de esperantistas que organizan partidas de caza.
¿Estas ediciones extendidas tienen que ver con la intención de escribir una gran obra? El gran debate ahora en la literatura norteamericana, por ejemplo, es escribir la GRAN obra. Pensar en Foster Wallace, Eugenides, Chabon...
El problema de la literatura norteamericana es que la gran novela freak pop ya está escrita y es insuperable: es Moby Dick. Con esos capítulos documentales, veinticinco páginas de epígrafes... Yo siempre digo que me parece raro que un libro sobre una ballena blanca sea el equivalente al Disco blanco de los Beatles, son cosas eternamente modernas que no van a envejecer nunca. Mi vocación de perfeccionar mis libros es algo más lúdico. Es más bien un reflejo de lo que pasan con los CD's y los Director's Cut. Para mí los libros no se terminan nunca. No hay ninguna de las catorce traducciones que sea igual, siempre añado una frase a cada una, para fastidiar a los futuros académicos supongo.
Vicente Luis Mora definió su obra como un work in progress..
A mi me gusta pensar, en las escasas ocasiones que he pensado en mi obra, que suele ser cuando el guión me lo exije, que todo forma parte de una casa. Uno puede ser el baño, el otro el cenicero, el otro el salón, otro una cucaracha que va de la cocina al altillo. Son cosas que tienen que ver con una vocación de emulación y homenaje con los autores que me gustan, como Cheever, Salinger o Vonnegut. En todos los escritores que me interesan más está esta constante, puede ser Nabokov, Bolaño, Dick. Hay escritores que siempre están escribiendo el mismo libro como John Banville. Siempre uso estas constantes en mis libros, como esa voz monologante y confesional.
Si, muchos me comentan que siempre es la misma voz
Que sea la misma voz no es un defecto ni algo inconsciente, es justo lo que busco. Los libros de relatos que tengo, al final siempre se revela que todos los relatos anteriores están narrados por la misma voz. Para mí es una voz no auditiva, sino reflexiva, que funciona a la velocidad del cerebro y porqué mi fuerte no es el diálogo. Y tampoco me gustan los libros dónde los personajes están definidos por el modo en que hablan como los personajes que dicen guay todo el tiempo para que puedas distinguirlo del que dice cool.
Para una generación como la mía, acostumbrada a sagasizarlo todo, que todo transcurra en Canciones Tristes da una extraña cercanía
En realidad es una trampa porqué es el mismo lugar pero puede ser cualquier parte. Es una astucia porqué Canciones Tristes puede estar dónde quiera. De hecho estoy escribiendo un libro dónde Canciones Tristes es un planeta. En la raíz, incluso fonética, del sitio está Buenos Aires que es un parque temático esquizofrénico findelmundista completamente desesperado por ser Europa. Pero también tiene su sede central en la Patagonia.
Si, muchas veces tenemos reminiscencias de Canciones Tristes como un sitio hermanado a Historias Mínimas...
El director de Historias Mínimas, Carlos Sorín, hizo una película sobre la vida de mi padre, La película del rey. Incluso hay un actor niño que hace de mí.
(Continuará....)
jueves, mayo 17, 2007
Cats
Si hoy se estrenara Cat People (1982) la gente (joven) saldría del cine alucinando, blasfemando y secretamente satisfecha, con ese sentimiento de culpa que tienen todos los héroes schradianos. Imposible concebir una película en estos tiempos por dos motivos: la mojigatería ya está asimilada y los remakes ya están dogmatizados en la tradición de la fotocopia.
Nacho Vigalondo insinuaba en la última Xtreme que los cambios en las secuelas de los videojuegos eran superficiales, es decir, que las secuelas eran versiones ampliadas y perfeccionadas de las entregas anteriores sin que psaara nada. Señalaba que esto en el cine tiene una recepción contraria y se ve como un defecto. ¿Es pues el remake mejorado técnicamente nocivo? Pues no. Sin ir más lejos les diré que me quedo infinitamente antes con The Ring versión Gore Verbinski, a pesar de los escasos cambios introducidos. Pero que ustedes ya me entienden: nunca está de más que cada uno pueda abordar la cosa a su manera, oigan.
Escribía Jordi Costa en la Fantastic Magazine de por allá en los noventa que El cabo del miedo era el triunfo de Scorsese sobre Spielberg. Eso explica su lógica y mediana decepción ante el Scorsese de Departed. Pero también sirve para reavivar la verdadera alma cinéfaga ochentera de cualquier persona de bien y releer la película, si quieren, como el triunfo de Schrader sobre Jerry Bruckheimer (al menos si así lo prefieren los cinéfagos de antaño reciclados ahora en cinéfilos gruñones e insatisfechos).
Resulta gratificante y sorprendente ver lo bien que ha envejecido Cat People y lo mucho que tiene que decir aún sobre el cine del mañana (además del de su contexto). Steven Soderbergh trataba en The good german traducir los códigos formales del cine clásico con un mensaje más abiertamente moderno. El fracaso del mimetismo se hace presente en toda su artificiosa y forzada puesta en escena que sirve para que el espectador reflexione: Soderbergh puede considerarse un director muy necesario pues con su última propuesta da un importante puñetazo a los viejos cinéfilos que claman sin cesar, mirando al cielo y en modo vejez mental, a Ford, Wilder, Capra, Lang y.... Tourneur.
La cinta de Schrader no tiene miedo a inscribirse en la línea postmoderna de los remakes y lo hace de forma más sutil: a diferencia del compañero Landis, esta no necesita insistir tanto en el chiste referent-pop. Lo tiene y lo usa un par de veces (ese Don Gato y canciones de miau miau como pruebas) pero como las panteras no necesita rugir para hacerse oír.
Otra cosa que no podría verse hoy (a excepción de cualquier francotirador) es una cinta que mantenga hasta el final esa perversidad ,que poquito a poco se ha adueñado del mainstream y se ha adaptado a los esquemas más rutinarios. Schrader no sólo incorpora descaradamente sus temas calvinistas, sino que ahonda continuamente en una perversa y gozosa relación de incesto/maldición en la que se insiste sin fisuras ni censuras.
¿Dónde quedó esa vía? Schrader no sólo hizo suyo un remake sino que pasó completamente de la presión de versionar a Tourneur. Su atmósfera pecaminosa (es New Orleans) y lo obvio redondean una película marcada por su poderoso clímax: sexual y sudoroso, como el resto del metraje. La parte más inteligente y autoconsciente de Schrader en cuanto a términos de narrativa está en ese final: durante un momento, Irina se acerca a Alice su previsible rival por Oliver. Durante mucho tiempo creemos que todo va a desembocar en la clásica persecución frenética/cacería en el que todo terminará bien. Schrader no se rindió y continuó con ese tono abiertamente sensual, atando al espectador a un final sin tregua y descaradamente cínico respecto a las relaciones sexuales.
Tal y como la definen en Cine de terror contemporáneo, está es una película grosaremente explícita, incomódamente perversa... todavía.
SIN GRANTIA
Admitámoslo: la nueva lista de Granta apesta. ¿Siempre dando en el clavo? Lo dudo muchísimo: si Jonathan Safran Foer y Nicole Krauss son los imprescindibles de esta generación lo llevamos crudo. Crudísimo, diría yo.
Porqué ya vale el austerismo. La doctrina idiotizante y sentimentalizada de la literatura que confunde a los que leen emoción. Ya vale. La historia del amor de la señorita Krauss es una novela interminable, que basa todo su atractivo en una construcción del personaje harto tópica y conmovedora. Y me deja dudas: ¿también escribió Krauss esa otra cosa llamada Brooklyn Follies?
Sobre Jonathan Safran Foer..... Prueben y lean Tan fuerte, tan cerca uno de los libros más deprimentes de la literatura de vanguardia. Deprimente de lo malo. Como dice Gerard, malo con egoísmo. Con avaricia.
Granta huele a naftalina. Está caduca, malgastada, anacrónica y sobretodo mercantilizada. No les quedan opciones de valentía ni se molestan en ocultarlos: continuan con los best sellers de prestigios. Papá Auster ya ha tenido primogénitos y asustan muchísimo. Con similares aires de calité. Basta ya de realismo mágico señores, que es polvo de libro huérfano en diez años. Paren con el rollo de brujas, sentimientos y emotividad o al menos sean justos: no tengan la desfachatez de convertir en literatura cualquier sucedáneo neoyorquino de la vergonzosa Anatomía de Grey. La única diferencia moral está en el tratamiento de la crítica.
lunes, mayo 14, 2007
Fran-ZONE!
Jonathan Franzen es un tipo moderadamente inteligente. Nunca me ha interesado mucho lo que pueda decir y de hecho Cómo estar solo es un poco la confirmación de esa sensación. Sin embargo tiene un par de ensayos, sobretodo Para qué molestarse que ahondan un poco en su noción de la gran novela social. Me gustó mucho cuando habló de la gente antisocial y los lectores de ficción. El resto se demora en explicar obviedades, quizá por la grandeza de verlas tan claras, pero lo mejor de Franzen es eso y su maravillosa (y tonesiana) defensa de los Peanuts.
El otro tipo es Michael Chabon. Está arrasando con su nueva novela. Creo que lo merece más que nunca. Chabon escribió esa big big big novel que era Kavalier y Clay que a mi me gustó pero ya precavidamente: era un too much. ¿Esperabas al Messiah? Se dice el crítico y no me sorprende, su último trabajo huele mejor: un neonoir irónico y completamente postmoderno que funciona casi a modo de spin off de su pulitzerado penúltimo trabajo. De hecho la novela que publicó en el New York Times era otra revisitación de la novela de género (en este caso, aventuras) completamente maravillosa que confirmaba el talento creciente de un autor que cada vez va a mejor, desacomplejando su narrativa de un tono desbordado.
jueves, mayo 10, 2007
Rehab!
En el del.icio.us de John Tones ( [don't really want to] skip this ad - éste sábado MiniPierna Extra. Is. Back) me acabo de reconciliar con el mundo entero, once again with feeling, tras ver a uno de mis personajes favoritos asesinados a sangre fría.
Soul como no. Y con unos saxos deliciosos. Amy Winehouse apuesta por la reinvención con un concepto hermanado al de la Peyroux por el jazz: yendo más allá de los buenos apuntes del primer álbum del ahora ya confirmado bluff (previsible) que fue Joss Stone (que tiene un primer disco muy, muy, muy estimable).
Y qué pieza: puro hip-pop soul. Una hermana de fuerza de Fight en cuanto a feeling pero con toda la fuerza de una Gladys Knight . A mí me viene a la cabeza el desgarro del Ain't no Way de Aretha Franklin y la prodigiosa capacidad de absorber soul de la maravillosa Gone del ya citado West. Deleítense.
ANATOMIA DE SPIDEY
Spider-Man 3 es el macrotriunfo de la estética del melodrama televisivo rosa idiotizante que rezuma conciencia de su idiotez prefabricada ideal para televisión. Es el clásico programa que aparece aparentemente renovado (sobretodo en algunos detalles formales) y cada vez más rancio a nivel ideológico. Es el mejor método de propaganda neoliberal, yo creo. Es como cuando en Anatomía de Grey el que hace huelga es el patán o idiota y los doctores superan esas criadas. Pues eso mismo. Es un episodio piloto de lo que va a ser la serie puntera de Cuatro y Fox: Spidey's Anatomy. Lo tiene TO-DO para gustar. Por eso, es simple y llanamente una puta mierda. Pero de las inenarrables e IMPRESIONANTES.
When Peter meets Mary Jane
Me muero de ganas por leer la teoría de Henrique Lage: que es una parodia. Indicativos hay pero también contraindicantes. La película oscila siempre entre el melodrama paródico por involuntario, mucho me temo. Sam Raimi ha sido poséido por el peor simbionte del mundo: la madurez. En Robert Zemeckis muta en productos más premiables, más mainstream. Pero en Sam... sigh.... Para empezar la repetición del triángulo amorosa es harto idiota y el personaje de Spider-Man, también. Y todos los villanos le dan pena a uno. Al final parece como si la profecía tonesiana se resolviera en forma de hostia enfurecida para joderle(nos). Esta vez Spidey redimirá no a uno sino a DOS personajes. La parodia es una excusa: para redimir quizá que se trata de un producto exclusivamente confeccionado para el público.
Sam within, do the twist
Sam Raimi se echa de menos. Y de vez en cuando se toca. Así sino no explicamos una escena tan graciosa pero idiota e insultante como la del baile, a la ron burgundy. A mi es lo que más me gustó del film ¡imaginen! Pero seamos francos: esta visión pop del Spidey esta hecha sin sutilidad y sin previo contexto y coherencia en sus propuestas. Porqué de golpe y porrazo los personajes empiezan a llorar.
Raimi se toca, como ya he dicho en varias partes. Sale cuando sale su amado JK Simmons. Sale, con Bruce Campbell. Y sale cuando Peter se transforma en el primer EMO-FUNK de la historia. En esos momentos yo disfrutaba: pero inmediatamente mi cerebro anunció la catástrofe que estaba viendo. El triunfo de la idiotez reaccionara.: Raimi al final se cede y la película termina bien, bien jodida. Se domestica y lo peor es que esos momentos sólo sirven para diagnostocarselo: ya estoy viejo para eso se dice Dinamite-spidey Sam. Y no ha tenido cojones para llevar a cabo una parodia, cuya naturaleza es más que nada indigna e irrespetuosa.
The sucker proxy
La deconstrucción de Raimi es dolorosa. No se hace mediante la insinuada puesta en evidencia de lagunas y/o dilemas morales hiperbólicos en la existencia del superhéroe. O toda la autoconsciencia de la revisión Ultimate. Se hace mediante el melodrama redentor para abuelitas mentales (ese es el todo). Move away cantan los Killers, y creo que se lo cantan al público que ha huído en mitad de la sala.
La serie tiene sus números pero ha perdido su tela de araña: la siguiente película debe, forzosamente, ser muy distinta. Pero muchísimo. Al menos si me quieren en cines. Se merecen un oscar en FX pero el fin de fiesta raimiano es negrísimo: la pérdida de ironía ante el posado de la bandera (lo que en la primera era un añadido patriótico de última hora, injustificable señores pero bueno, aquí se convierte ya en algo similar al final de Superman 2). El aburguesamiento y horroroso conservadurismo del film ya fue señalado por Roberto A. Oti en una interesante review que contenía una interesante panorámica ideológica a la saga y señala todos los elementos razonablemente interesantes de la segunda, que atribuyo en gran parte al ausente Michael Chabon.
Por eso el momento The Mask / Ron Burgundy tiene en realidad la conciencia de mentira cruel: responde al todo vale. Pero un todo vale pero que no impida que sea siendo un maldito macroblockbuster que no hace más que autoengañarse.
Spider-Man 4
En la cuarta entrega descubriremos que Venom o el simbionte trabajaban para una ONG de planetas marginales. Que tío Ben trabaja para el SHIELD, que en realidad son una asociación benéfica que ayuda y arregla vías para Nueva York. Por supuesto Mary Jane volverá a Broadway. Y Gwen morirá salvándole la vida a Eddie Brock, que vuelve de entre los muertos para evitar que Spider-man caiga presa de Kraven. Kraven por supuesto no tiene malas intenciones: sólo quería liberar a una raza de mandriles taiwaneses.
Y Sam Raimi, esta vez, asegurará que la escena de Spidey con la bandera representa la opresión que ejerce un país sobre Oriente en sus aspectos del libre mercado. Encima de puta, apaleá.
martes, mayo 08, 2007
La velocidad de las cosas: Una review amnésica
En su imprescindible Desvíos, el crítico Ignacio Echeverría define a Rodrigo Fresán como un escritor mutante de libros, por lo tanto, mutantes. Esta definición creo que entronca muy bien no sólo con toda la obra del autor sino con su opus máxima que es La velocidad de las cosas (que, bien mirado, podría ser el título de su obra completa).
Por suerte, no demoraron en aparecer los fantasmas.
Los fantasmas abrigan.
Pero tampoco es justo calificar, ni mucho menos clasificar la obra fresaniana como algo lleno de opus máximos y menores ya que (a falta de devorar Mantra) en su ya penúltima obra Jardines de Kensington se reinventan todas sus constantes.... y, asimismo, tanto ésta como casi todas sus obras son ampliadas constantemente.
Mientras alguien crea en ella, nunca habrá una historia que no pueda ser verdadera. Semejante idea - lo más parecido a la noción impalpable pero real de un Dios ante el cual los escritores del mundo se arrodillan y rezan y agradecen los dones más o menos recibidos - se hace todavía más interesante cuando lo que va a narrarse es sencillamente La Verdad.
Portnoy ya se acercó con relativo escepticismo pero mucha agudeza a este libro infinito: consideró que, sin duda, abría muchas posibilidades narrativas pero se quejaba que en su relato central no hubiera ningún cierre de caminos sino más oberturas. Y es cierto, Monólogo para el hijo de puta con ballenas y hermanita fantasma es el mayor desafío al que se enfrenta el lector: durante el viaje uno tiene una sensación de incertidumbre y adversidad que intuyo que buscaba el mismo Fresán.Porqué la naturaleza metamorfoseante del libro así lo requiere y a la máxima conclusión que podemos llegar es que es, sí, otra cosa.
Vivimos en colores, soñamos en blanco y negro, morimos en variadas tonalidades de gris.
La memoria es sepia.
Los relatos son como el tracklist del libros, pero no nos llevemos al engaño. Fresán complica y turmixea, en términos formales, a cada paso o relato y el título o división poco importa: a las 40 páginas estamos sumergidos en una fascinante caja de muñecas rusas inagotables en una estantería invisible. A mi particularmente me encantó el salingeriano Pruebas irrefutables de vida inteligente en otros planetas, tal vez el cuento (y lo digo arriesgándome a llamar así a las interferencias del libro) más emotivo de Fresán, ever, con una atmósfera que me recordó mucho a los momentos más preciosos del imprescindible Viaje de invierno de Charles Baxter. Tampoco puedo olvidar (obviando conscientemente el imprescindible y antaño mccondiano Señales captadas en el corazón de una fiesta: lo más parecido a la radiografía de cualquier momento de nuestras vidas) el clímax a la Millhauser que supone Los amantes del arte. O la sensación que tiene uno al leer Chiva Gonçales Silvas como si fuera una cara B idéntica y oscura de sus Señales... Y Fresán se reserva un arranque de sinceridad pletórica para el final.
"Hubo un tiempo en que eran los escritores quienes determinaban la velocidad de las cosas. "
Es al final cuando el libro se revela como una suerte de dickensiana narración de los fantasmas del ayer, hoy y mañana. Al fin y al cabo, de nuestra memoria y de nuestro pasado. De nuestras historias.
Si Enrique Vila-Matas es el escritor de escritores y juega con la metaficción, Fresán es el escritor gravitacional. Como su amada portada del Sg. Pepper's sus novelas son universos que gravitan sobre sí y ahí esta el precioso y preciso final de La velocidad de las cosas para confirmarlo.+ Fresán.: Esperanto - Nadie me entiende
lunes, mayo 07, 2007
AFTERPOP
La presentación de Afterpop (la segunda, se intentará estar en la de Madrid si las fechas y la casualidad cósmica inexistente lo permiten) fue una delicia. Eloy Fernández Porta en su línea: presumiendo de tener un envidiable gusto audio-lector-visual y rompiendo muchos esquemas en esto del aburrimiento y los discursos sobrantes a la hora de presentar un libro.
Incluso pude escuchar a j. y compartir con él maravillosas disquisciones tales como ¿Por qué se merece (no) salir en la Wikipedia? (Lo hicimos a propósito de las víctimas de la matanza de Virginia que debían salir o no, según los usuarios).
Y entre las joyas citadas, ahí arriba una de ellas: el Manifestoon de Jesse Darew.
jueves, mayo 03, 2007
Don't criticize too soon
Recientemente El Cultural elaboró un interesante reportaje sobre la crítica en nuestro país. Me gustaron bastante Echevarría y Luis Mora. Su opinión puede ser útil en el tema de tener o no referentes. La mayor virtud que puede adornar a un crítico es el olfato para lo nuevo, y no sólo para “lo bueno”; su mayor hazaña será la construcción de un lenguaje de acogida para la recepción de aquello que, por dilatar el campo de la sensibilidad establecida, carece todavía de un registro público dice Echevarría.
Mauricio Salvador comentaba el ensayo de Cynthia Ozick de forma muy avispada también. Al final Mauricio concluía que lo que necesitamos es hacer una pausa y buscar los elementos orgánicos que subyacen bajo toda la literatura, la conectividad de Wood y no la desconexión de la crítica que elabora las listas de los mejores. Aligerando el paso, y poniendo en duda nuestras concepciones básicas, será posible crear y alimentar esa "infraestructura crítica."
No sólo a la literatura deberían referirse estas reflexiones que indican ya la profecía o ganas de rehacer un maltrecho sector de la crítica cultural. A la de cine, por supuesto, y a la nueva crítica de videojuegos. En la ya penúltima Xtreme se va un paso más allá con el especial ultraviolencia: la estereotipada y mercantilista crítica de videojuegos alcanza su mayoría de edad, al fin, redescubriendo al casual y al hardplayer aspectos de los juegos que a bien seguro que se le escaparon antes, además de dar un pasito más allá desde la corriente general de medios en incorporar términos sanos y pareados cool (violencia-poligonal preside todos ellos)
Toby Dammit es el mejor crítico de cine que hay y el mejor (a secas) de la última hornada bloguera. Su nuevo blog Spezzandossi nel colore giallo es lo que necesitaban los neoblogs dedicados a los lugares comunes del cine fantástico: una patada en los huevos. Sin pretenderlo, o quizá sí, también es una puesta en evidencia a los miles de Amo a Fulci que saldrán gracias al estreno de Grindhouse: un tratamiento profundo y con conocimiento de causa del mejor spaghetti horror que viene a recoger el testigo de muchos de sus maestros (pensar en Palacios, Lardín, Migoya) con una prosa jevimetalera abre nuevos caminos a los escribidores de fantastique encasquillados en el replay referencial y la cita molona.
martes, mayo 01, 2007
Blue Harvest
Dashiell Hammett fue el gran escritor moral de principios de siglo, por mucho que nos quieran convencer de que fuera otro. Su novela Cosecha Roja presentaba una radiografía del estallido moral de un país encubierta en forma de relato mafioseril y planteando también muchas de las futuras configuraciones del relato heroico, que continuaría de una forma astuta y distinta el contemporáneo Raymond Chandler por otra vena más abiertamente romántica.
Wayne Kramer ha hecho un díptico posmoderno de cine negro. Creo que es un acto de inteligencia creativa abordarlo desde perspectivas distintas. The Cooler era un acercamiento mas irónico a los climas morales de los antihéroes: Kramer abordaba con humor el clásico tema del triángulo amoroso y del perdedor destinado a ser aplastado por el poder. Running Scared propone el acercamiento por la via literal a la obra central de Hammett: pero una via literal emintemente posmoderna, entiendo la mixtura genérica como algo natural en este tipo de películas.
Tan inquietante y siniestramente poética como lo es El laberinto del fauno la cinta de Kramer consigue que a) los niños no nos parezcan estúpidos y b) las odiseas nocturnas scorsianas nos parezcan plácidos viajes hawaianos. En su dantesca recreación de la noche (rodada con la misma fuerza, atmósfera e inquietud del mejor Walter Hill) aparecen todos los personajes pesadillescos dispuestos a birlar la inocencia: el paso de la inocencia a la madurez queda perfectamente metaforizado en el chiste referencial de turno de John Wayne. Con la muerte de John Wayne, Kramer sella definitivamente un tipo de cine (el clásico) que ya no hace falta que reaparezca por las vias forzadas de la nostalgia: él es capaz de reinventar con los mismos planteamientos modernos de los grandes clásicos de antaño un cine neo noir para el mañana.
Encuentros breves con gente terrible
Muchas veces se confunde continuismo con reduccionismo idiota. Esto es muy evidente en muchos relatos realistas serios que tratan de presentar a su héroe obrero como alguien realmente idiota al que se redime por el filtro de la compasión y el ternurismo: no hay una opinión más reaccionaria que ese working class heroismo simulado y encima insultante (y dónde se hace por la vía burguesa: el pobre obrero que lucha es idiota, no ignorante, sino directamente imbécil).
A Pàmies le pasa eso: él sigue a Monzó pero por su mimetismo light que puede alcanzar momentos simpáticos pero nada más allá de la sonrisilla. La sombra de Monzó puede dar claroscuros brillantes: y aquí está La gente terrible el mejor blog de ficción desde ya.
Algo así.Algo así, no. O es o no es.
Ya se habló con sabiduria de gente que no se localiza. Yo les hablaría de los senderos de la descolocación. El largo y algo pesadumbroso camino de la incomunicación, sobretodo cada vez que nos acercamos. A mi me gusta pensar en la narrativa de J. Alvargonzález como en un punto dónde se pueden cruzar Salinger y Kafka. Un lugar exacto en el que pueden sonarnos muchos otros nombres más cercanos y comunes (algunos dirán Murakami, otros más acertados dirán Lorrie Moore, los más valientes se atrevirán con Ann Beattie, otros avispados con Paula Fox). Pero si hay algo común, horriblemente común, en J. es su prosa. Ese don fotográfico capaz de generar instantes de incomodidad y certeza. Así que ustedes mismos.
Walking on Sunshine
Danny Boyle nunca me ha terminado de gustar. Yo creo que se ha pasado toda la vida, tras su clásico instantáneo Trainspotting, buscando hacer un tipo de película que, al menos para mi, acaba de conseguir. Si descartamos sus dos comedias raras con John Hodge (Alien Love Triangle, A Life Less Ordinary) logra por fin su mejor creación artística con Alex Garland.
El problema de 28 dias después es que era una película que se veía a si misma mejor de lo que era: lo que no quitaba que fuera una cinta tan correcta como en el fondo pedante y pagada de si misma, como esos amigos egocéntricos que todos tenemos a los que en el fondo queremos (no muy cerca, cierto), con sonrisilla medio simpática.
Sunshine, por suerte, no está planteada como la cinta más original de ciencia-ficción de la década con ese halo de ambición desmedida que si (para bien o para mal) tiene la última de Aronfosky, The Fountain. Más bien, Boyle ha sacado lo mejor de propuestas anteriores suyas, como beber de cierta tradición de cine fantástico inglés (Clive Barker) para reabrir rutas perdidas y sobretodo componer una película de ciencia-ficción que cubrida de capas de recursos innovadores (toda la media hora final como dijo Noel es loca, loca, loca) en lo que en el fondo no deja de ser un Sci-Fi Tales más, con un protagonista canónico (Kappa, el científico) que nos cuenta la historia.
De la cinta de Boyle el elemento más interesante lo veo en el tratamiento de sus personajes: por fin, una cinta de ciencia ficción que rompe con la via de tratamiento del arquetipo total (el traidor en la nave, etcétera). ¡Ojo! Con esto no estoy diciendo que el arquetipo no sea una forma válida, y es más, muchas veces es preferible a ver el tratamiento de psicología de manual que le dan a otros personajes (lo que no deja de ser la forma peor del arquetipo). En todo momento hasta que se revela la amenaza, Boyle se asegura que desconfiemos de todos (y sobretodo del psquiatra y su maravillosa obsesión, la resuelve de una forma coherente que no tópica). La obsesión por la mirada de todos sus protagonistas (y el hecho de que veamos borroso al villano) es otro de los juegos manieristas de Boyle que en esta cinta encuentran, otra vez, una salida necesaria tras el subidón welshiano.