ENTRE COPAS
( Sideways, 2004)
D.: Alexander Payne.
G.: Alexander Payne y Jim Taylor.
I.: Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virgina Madsen, Sandra Oh.
Duración.: 122 minutos.
Al contrario que los buenos vinos, Alexander Payne ha madurado deprisa. Si Election ya era una lograda y muy inteligente comedia, con Entre Copas ya ha alcanzado una madurez encomiable. Lo hace a través de una narrativa pausada, que narra la en principio, sencilla historia de dos treintañeros desdichados, uno Jack actor en paro y el otro Miles escritor frustrado por los continuos retrasos que recibe la publicación de su primera novela. Ambos viven en San Diego, y se van a pasar una semana fuera ( de celebración ) a la zona vínicola de Santa Barbara, California debido a que la boda de Jack es el próximo sabado. Allí conocen a dos mujeres, Stephanie con la que Jack mantendrá un idilio ( basado en las mentiras y el sexo ) y Maya con la que encajará Miles.
Este film es practicamente redondo. Su historia, es una "road movie " nuevamente sobre recuperar el rumbo perdido, donde destacan sus dos geniales protagonistas, aunque me quedo con el magnífico y grandioso Paul Giamatti espléndido como el neurótico Miles, el mas sensato de los dos, aunque Thomas Haden Church nos regale un gran rol, el de un actor de segunda bastante patético.
Los dos personajes del film de Payne sufren una crisis. Pero es distinta. Mientras que Jack no sabe lo que quiere, lo que le ocurre a Miles es que no sabe como hacer frente a sus problemas. Esta solo. La soledad, es uno de los tragos mas amargos de la vida, y aqui queda patente, pues estamos ante un film muy agridulce, mas que una verdadera "comedia".
En este sentido, Payne nos regala un tramo final estupendo. Imposible olvidarlo. La música puro jazz (mezclado con algunos toques mas ambientales ) servido por Rolfe Kent, acorde con la calidad de la película.
Los catadores de vinos, y los catadores de grandes películas se van a quedar impresionados, ya que desde la primera escena van acabar prendados por este sabor, que les deja embriagados de inteligencia y a la vez de reflexión de halo inevitablemente melancólico. Hay algo inusualmente genial en esta pequeña historia de gente en apariencia corriente, eso sí solo para paladares exquisitos dispuestos a llevarse un trago que va directo a nuestro corazón.
Puntuación: 9,5.
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