sábado, marzo 25, 2006

CABEZA BORRADORA: PESADILLESCO FRAGMENTO DE (IR)REALIDAD

Cabeza Borradora.
(Eraserhead, 1976)
G y D.: David Lynch.
I.: John Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, Judith Anna Roberts.
Duración.: 89 minutos. Blanco y negro.

Image Hosted by ImageShack.us
David Lynch concibe el cine como un sueño. Y ello da a sus películas un estilo personal, de tintes claramante surrealistas, que provocan una gran fascinación. En cierta manera, Ivan Zululeta, es el equivalente patrio a Lynch, ya que ambos buscan el expresionismo máximo en el concepto más puro (o impuro) del cine, la mezcla de imagen y sonido para crear así una atmósfera que en el caso de Lynch bebe directamente de lo pesadillesco.

Tras varios cortos el debut de Lynch no es más un ensayo general de las maravillas venideras cómo Twin Peaks, Terciopelo Azul o Carretera Perdida por poner los films más representativos de su estilo. La película parte de la sencilla premisa de que Henry Spencer (su primer actor fetiche, el malogrado y recordado John Nance), ha tenido un hijo prematuro, una horrible criatura deforme. Pero desde el primer instante, Lynch obra un film libre, siguiendo la que sería su habitual lógica interna narrativa (la de un sueño) y adoptando ciertas influencias extraídas de la ciencia ficción (como la obsesión alienígena) pero adaptándolas a su inconfundible prisma personal.

El film presenta, como ya he dicho, un ensayo de lo que en Lynch serían habituales. Desde la presencia inequívoca de John Nance, a la obsesión del director por los teatros y las cortinas, y esos fondos musicales, aparentemente tan retro que él convierte en apocalípticos sones. Así el jingle de Fats Waller a ritmo de órgano, se convierte en una melodía inquietante, y esa cantante celestial (otra de sus inconfundibles características) cantando canciones del cielo, representa quizás, algún halo de esperanza para este personaje atrapado.

Image Hosted by ImageShack.us
Como es habitual, la lectura del film es dispersa y sujeta a las interpretaciones personales. Veo por un lado, una crítica a la Modernidad, y su concepción industrial, mecanizada, que ahoga a los seres humanos a una horrible rutina (los primeros minutos son significativos sobre ello), y también una de las más desconcertantes historias de amor y tristeza.

Aunque no llega a ser una obra maestra, Cabeza borradora es una joya muy adelantada a su tiempo que resulta tan misteriosa y fascinante como las películas venideras de su director. Un film marciano no recomendable para habituales del Kentucky Fried Chicken.

Puntuación.: 9,5.

¿Y ustedes, que creen que pretende explicar Lynch con este film? Será interesante ver que interpretación hacen de esta inclasificable propuesta.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Como bien dices es una obra adelantada a su tiempo. Fascinante, cautivadora y sencillamente inquietante. Como ha sido su posterior y coherente filmografía. Para mí un genio inclasificable. Las interpretaciones de sus películas son muy abiertas como apuntas, prefiero quedarme con la fascinación que me producen.

No sabes cuanto me alegra que te acuerdes de esta película. Me trae enormes recuerdos.
Un cordial saludo.

P.D.: Supongo que habrás visitado el blog de Lynch. Si no es así, en mi gabinete tienes el link. No tiene desperdicio.

refoworld dijo...

Recuerdo haberlo visto en el 94, cuando entré en la facultad de Periodismo.

La vi en la Filmoteca, con un amigo que estaba fascinado con Buñuel. Él veía alguna del maestro, yo ERASEDHEAD.

Quedamos en irnos a tomar después de ver nuestras respectivas películas. Yo salí antes. Y no pude esperarle, salí alucinado, sin aliento, incómodo, sin saber qué coño había pasado entre esa enigmática película y yo. Me impactó, me atrajo y producjo repulsa a partes iguales.

Nunca una película me había provcado aquella sensación.

John Trent dijo...

Tengo esta pelicula por aqui para ver en breve y con las expectativas altas. Aunque parezca mentira aun no la he visto, pero pondre remedio a eso pronto.