El síndrome Chéjov (que renueva look visual) es uno de los blogs más certeros de short stories que pueden visitar. Miguel Ángel Muñoz, uno de mis admirados prosistas en esto de las bitácoras, regala en cambio una excelente oportunidad de ver motivos de pretenciosidad en una autora que en dos de sus historias. Las que he leído son, por una parte Una verdadera muñeca incluida en el citado libro de Siruela y por otra Geórgica, y ambas forman parte de su último libro de relatos hasta el momento: Cosas que debes saber.
Les explicaré los motivos por los que me ha parecido excelente. Creo que en su crítica Muñoz cita a dos maravillosos libros (el de Updike lo he conseguido estos días gracias a su citación) que nada tienen que ver con AM Homes a excepción de su norteamericanidad o tema coincidente, y eso es un problema: las comparaciones en este caso políticas no establecen ningún nexo, más aún cuando no hay ninguna tradición estilística similar de Moore con Homes. Sin embargo no creo que Homes pretenda ser una nueva Lorrie Moore o entroncar con la sensibilidad de Updike.
Me parece más cercana a Todd Solodz y quizá siga una tradición de autoras norteamericanas (se puede pensar en Dorothy Parker) En
“El objetivo de la literatura seria […] es reflejar la cultura en la que vivimos.”
La autora además admite (en esta entrevista realizada justo cuando preparaba este libro que se publicó en el 2003) que estaba muy interesada leyendo a maestros como John Cheever. Estos dos relatos, son Cheever en clave cafre o actualizada: ahora la poética de Cheever se encuentra en los patéticos cuentos de Homes una evolución muy peculiar. Homes, como Solondz again, trata muchos temas incómodos de una forma incómoda. ¿Qué ocurre cuando en sus cuentos decide dar una impresión de humor sobre temas tabús? Que se la acusa de provocadora, que se la censura y demás. Creo que esa es la idea: no quedarse en la provocación sino trasladar la incomodidad de lo políticamente correcto de los tiempos que vivimos a los lectores.
Así AM Homes no necesita ser Lorrie Moore ni John Updike ni Adam Haslett ni Carson McCullers ni otra más: es preferible que siga con su estilo, y que por supuesto no los va a superar (no creo ni espero yo que sea su objetivo: en todo caso en sus historias no se percibe ninguna intención de llegar a ser una obra maestra), pero ¡ni falta que hace! Si su concepción literaria como Solondz es la de generar preguntas morales, creo que en ambos cuentos lo consigue. Si incorporar un peculiar y ácido sentido del humor es políticamente incorrecto lo suscribo: así es capaz de dar una inesperada humanidad a las situaciones más trágicas. Ello no significa que debamos rechazar otros planteamientos, otras visiones distintas.
La de Homes es una voz muy interesante y que supera más allá la provocación para llegar a sus objetivos: el retrato de una incomodidad latente y de una sociedad en la que todo el mundo oculta algo tras los marcos felices.
Una verdadera muñeca - AM Homes (cuento completo).
Ahora les toca a ustedes elucubrar sobre tan interesante autora: ya lo han visto no deja indiferente a nadie.
AB.: 11 y paréntesis.
Plus.: Neurosis: Larry vs. Woody / Mañana se falla el premio Nobel / Sincrónicas de Sitges: Black Book + Brick / Running Scared.
Tubo del día (y de la semana, y del mes a este paso).:
Tráiler de Grind House: de qué hablamos cuando hablamos de exploitation.
1 comentario:
Pienso que el problema estriba en la intención y sus medidas. En contar desde dentro, en saber qué esparces, qué precio y qué recompensa se espera. No escribiría esos relatos porque no me gusta esa recompensa a cambio de ese precio. Puedes reírte de todo, pero si te ríes de quien padece quizás confundes las cosas, la prioridad y el sentido. Discrepo de lo que dice, Alvy, pero en este sano comentario dejo una puerta abierta a la duda.
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