martes, octubre 03, 2006

LITERATURA Y MEMES

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El universo meme se contrae y se expande a pasos agigantados. ¿Qué quiero decir con esta boba analogía? Que, vale, recibimos noventa y nueve de cada cien memes horriblemente innecesarios y sucedáneos post-psicológicos de los clásicos test (que significan algo) pero siempre hay uno dispuesto a sorprendernos. El de las canciones ya era un ejercicio de melomanía destacable y ahora le toca al turno a nuestros libros favoritos. Miguel Ángel Muñoz me lo pasa y sólo puedo decir que perdonen por si parece previsible, pero es uno de esos libros que he releído demasiado en poco tiempo y no para de parecerme maestro (y es seguro que aún lo siga leyendo).

“El calor entraba en el piso por las paredes y las ventanas, se colaba desde la azotea alquitranada. El domingo, los hombres llevaban pasteles en cajas blancas. En la confitería asesinaron a un italiano, le dispararon cinco veces y sus sesos salpicaron la pared próxima al expositor de tebeos. Los chicos del barrio entraron en la tienda atropelladamente para contemplar los vestigios de salpicaduras grisáceas. Su madre vendía medias en Manhattan.
Una mujer corriente, de unos cincuenta años, con gafas y vestido oscuro, le entregó una octavilla al pie de la escalera de la estación del metro. La octavilla decía: Salvemos a los Rosenberg. Lee intentó devolverá, pues supuso que tendría que pagarla, pero la mujer ya no estaba. Regresó andando a casa, oyendo una perezosa voz radiofónica que transmitía un partido. Amigos, hay muchos asientos vaios. Venid a ver el resto de la primera parte y la segunda completa. Era domingo, el Día de la Madre, y dobló con sumo cuidado la octavilla y se la guardó en el bolsillo para leerla más tarde.


Existe un mundo dentro del mundo.


Tomó el metro hasta Inwood, y salió a la Sheepshead Bay. Allí vio hombres serios que se balanceaban dentro de la luz cobriza. Vio orientales, mendigos, hombres que hablaban con Dios, seres que vivían día y noche en los trenes, heridos, con el pelo enmarañado, que dormían arropados en los asientos de mimbre. En una ocasión saltó los torniquetes. Viajó entre dos vagones, sujeto a la gruesa cadena. Notó en sus dientes la fricción de las ruedas. A veces iban rapidísimo. Le gustaba sentir que iban al límite. ¿Cómo sabemos que el maquinista no se ha vuelto loco? Los viajes le producían un extraño cosquilleo. Las ruedas despedían chispas blanquiazulse, imponentes ráfagas de silbidos, al borde del descontrol. La gente se apiñaba, veía todas las formas en el libro de los rostros. Empujaban para entrar, se aferraban a las abrazaderas de porcelana. Él sólo viajaba por viajar. El ruido era potente y poseía una forma humana. La oscuridad tenía poder. Se situaba en la parte delantera del primer vagón, con las palmas de las manos apoyadas en el cristal. La vista de las vías era un aforma de poder. Era secreto y poder. Las vías captaban cosas secretas. El ruido alcanzaba una furia que Lee localizaba en la mente, una satisfactoria oleada de cólera y dolor.

Nunca más en su corta vida, nunca en este mundo, volvería a sentir esa potencia interior que crecía hasta convertirse en un chillido agudo, esa secreta fuerza del alma en los túneles del subsuelo de Nueva York."

Don DeLillo, Libra.

¿Por qué DeLillo? Sencillo. Libra resultó para mí, el primer (y hasta ahora único trabajo suyo a excepción de un excelente relato suyo y unos cuentos ensayos) novelón que leía del autor y fue como una patada, de las dolorosas, de las estilosas, a todos aquellos Easton Ellis o Palahniuks. Vale, el segundo puede escribir (otra) gran novela (más), pero antes hubo y estará, en lo alto para siempre, este puto amo nacido en el Bronx y que precisamente aquí retoma su barrio como escenario.
Le paso el meme con todos mis mil perdones a Noel y a Mycroft, así que estén atentos que ya tenemos más grandes fragmentos a la vista.

Plus.: Cosas que debes saber / Líneas cinéticas de destrucción masiva / Klam al cine.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Es otra de esas novelas que siempre he deseado leer y que nunca ha pasado por mis manos. Me lo apunto en mi agenda de pendientes y espero capturarla pronto. Tu recomendación, una vez más, me la tomo muy en serio.

Un saludo.

Anónimo dijo...

OK, lo haré.

Ah, los memes... "Just when I thought I was out... they pull me back in".

JAB dijo...

Amigo Alvy:
De Don DeLillo he leído "Cosmópolis", "Contrapunto" y la imprescindible "Ruido de fondo", y tengo por ahí "Submundo", pero aún no me he atrevido con ella.
Así que tomo nota de tu recomendación.

Mycroft dijo...

Bueno, la verdad es que con los memes no me llevo bien.
Al final lo he hecho, pero lamento comunicarle que me he decidido por un fragmento de solo tres líneas(sospecho que traicionando completamente el espíritu del meme. Tal vez influenciado por mi pasión por el haiku, quién sabe).
Puede parecer un tanto absurdo y poco representativo, pero lo he preferido antes que copiar medio "Corazón de las tinieblas" de Conrad.
Acháquelo a la pereza, aunque es más bien fruto de la indecisión.