martes, marzo 04, 2008

Flashes, nada más

¡Qué bien funciona Lost cuando asume sus aspiraciones como heredera, no hablaremos de fornicación porque sería algo bizarro, de cierto halo de los fotogramas de la Twilight Zone! ¡Qué mal cuando su gran narrativa, adelante o atrás no importa, desvela juegos de espejos de primaria y un esquema que podría calificarse como elija-su-propio-abandono! The Constant es justo eso: un episodio de cuarenta minutos en los que los viajes temporales (hábilmente reducidos a flashes, por aquello de no caer en el backtothefuturismo) y las promesas amorosas alcanzan una cúspide que podría ser lo más parecido que ha hecho Lost respecto a materiales tan bellos como el de Bioy Casares. Una historia de reencuentros telefónicos y el amor como metafísica, con una solvencia y sencillez que deslumbrarían al fanático más convencido de The Fountain ésa. Desmond es el caballero de la serie : está destinado a atravesar todas las encarnaciones del héroe romántico (recontemos: exiliado, náufrago, soldado y viajero temporal) de la novela aventurera reciente.

El episodio, francamente, desvela la virtud de Lost: capacidad de redención instantánea, en todas sus acepciones.

4 comentarios:

bydiox dijo...

No creo que sea el mejor episodio de la serie (como han dicho por ahí mucha gente), aunque sin duda este capítulo unido al capítulo de "regreso en el tiempo" (vuelvo a vivir la misma vida una y otra vez y no puedo cambiar nada...) de la temporada pasada le da un aire muy muy interesante.

Y sí, plantear un viaje en el tiempo (mental, no físico) a través de flash backs, sin romper la linealidad narrativa a la que ya nos tiene acostumbrada la serie (y por primera vez en esta temporada usar un flash back-salto en el tiempo y no un flash forward).

Sea como fuere, los aún excépticos con esta temporada han cerrado la boca por un tiempo.

Mycroft dijo...

The Fountain mola. No va sobre el amor, va sobre la muerte.
Desmond rules!

Señor Toldo dijo...

A mí -entre otras cosas- me entusiasmó el hecho de que Penny, en tanto que persona amada, sea designada como una CONSTANTE para Desmond. Es una profundización en la mejor historia de amor de la serie, de una trascendencia metafísica tan bella sin caer en los sentimentalismos fáciles y habituales de la compañía completadora del romanticismo platónico (otras grandes aproximaciones contemporáneas: Hedwig and the Angry Inch); me puede, como todo lo relacionado con ese personaje tan trágico que es Desmond. Ah, y una de las mayores pruebas de Ulises: no olvidar a Penélope.

Kelzor dijo...

"The Fountain mola. No va sobre el amor, va sobre la muerte."

Como que lo repiten cerca de 200 veces en la película...